Se debían de creer el resto de los españoles que la economía de los Valencianos era de las más boyantes de la piel de toro. De los turistas nacionales que nos visitan, la mitad, más o menos viene de Madrid, los de la capi, cuando regresan de sus vacaciones deben hablar maravillas de lo bien que se vive a orillas del Mediterráneo y se debe de haber creado un mito de que la gente por aquí tiene un nivel de vida comparable con lo más granado de la sociedad europea. De no ser así, no entiendo la realidad de los datos que esta semana nos vienen presentando en los distintos medios de comunicación acerca de la financiación que recibimos del estado por estos lares.
Solo hay dos maneras de explicarlo. Una, que comer paella todos los domingos no significa poseer una extraordinaria renta per cápita, sino la increíble habilidad que tienen los valencianos y las valencianas para sacarle el mejor provecho a 20 euros para que coman ocho personas sin tener que envidiar nada a ninguna otra maravilla culinaria por muy cara que sea, y dos, reconocer que durante los últimos 25 años los políticos de por aquí han sido los peores gestores del bien común y los mejores gestores del bien propio, quizás los protagonistas más destacados de esta película de terror que se ha convertido esta nuestra comunidad con una deuda arrastrada cercana a los 40 mil millones de euros.
Prefiero escribirlo que poner todos los números , ya solo sea por cuestión de verguenza.
El Ministro de Hacienda, Montoro para la posteridad, ha reconocido que existía infrafinanciación y que ahora ya no hay tiempo para llevar a cabo una modificación y una reforma del sistema no se produciría hasta la próxima legislatura. Algo así como haberlo dicho antes...haber estudiao jodío.
Este Señor no se corta un pelo, ya había comentado algo así como “la Comunidad Valenciana tiene lo que se merece”. Lo curioso de estas afirmaciones es que fueron realizadas al final de la anterior legislatura.
Cuatro años después y ahora,sin un gobierno cómplice de sus andadas por estas tierras, aunque tampoco me fío mucho del que hay, la famosa infrafinanciación vuelve a ser portada a escasos dos meses de las elecciones y la respuesta por su parte vuelve a ser similar..
La triste realidad es que realizando una sencilla operación matemática cada uno de nosotros tenemos una deuda aproximada de unos 8000 euros y aunque me sienta infravalorado por esta cifra, supongo tendremos que pagar, y esto nos pone en una difícil perspectiva de mejora económica como sociedad sin no hay una compensación por parte del gobierno de la nación a todos estos años en que la diferencia entre lo que aportamos y lo que recibimos es tan significadamente negativa y por qué no decirlo sin la complicidad de las otras regiones que todavía se creen el mito de que en esta comunidad se vive mejor que en otras partes del estado,
Estas son las formas de hacer a las que nos tienen acostumbrados y el no valorar la paciencia de las personas acabará sin ningún tipo de dudas en el desastre que se avecina para el Partido Popular el próximo diciembre, Por aquí se sabe bien a lo que nos llevan sus políticas , aunque nunca entenderé como se ha tardado tanto en descubrirlo.
Una de las mejores definiciones sobre los Valencianos vino de boca de Rainieri. aquel exitoso entrenador italiano que fue despedido a pesar del buen papel que estaba realizando con el equipo : “En un día te hacen un monumento y al día siguiente te queman” El hombre lo sufrió en sus carnes y yo lo tengo siempre muy presente para no caer en ningún error, por si acaso.
Lo que no sabía Rainieri es que muchos de estos monumentos se indultan y algunos de ellos llevan ya tiempo por ahí campando a sus anchas a pesar de todas las fechorías que han cometido. Legislatura tras legislatura.
Pablo Abelleira Barreiro
Portavoz de ADN Morvedre
