El debate de la nación

Escrito por Ximo Estal Lizondo
Viernes, 27 Febrero 2015 13:04

El martes y miércoles de esta semana, se ha desarrollado en el Congreso de Diputados el que será, con toda seguridad el último Debate de la Nación de esta legislatura. Y lo peor es que  al oírlo y verlo, se ha demostrado  lo lejos que esta el Parlamento, y por desgracia el Gobierno, de la realidad de lo que está viviendo y percibiendo el pueblo.

No se puede estar horas, y horas debatiendo , y menos en el discurso inicial de nuestro Presidente de Gobierno y no existir ni un segundo para pedir perdón por todo lo que , durante estos tres años largos , el pueblo ha sufrido: recortes, desahucios, paro, más personas en el umbral de la pobreza y de la exclusión social. Y diga lo que diga el  Presidente de Gobierno, esa es la realidad. Y es posible que se este saliendo de la crisis, pero el pueblo se merece un discurso más humilde, y menos triunfalista. Porque, ¿no se merece el pueblo un perdón por la cantidad de sacrificios que , solo nosotros, hemos tenido que hacer , para rescatar a sus verdaderos “valedores”: el poder económico?.: la banca..

Tras seguir el debate, he sentido la sensación que Rajoy se lanza a la campaña electoral e ignora que la crisis sigue amenazando la vida de millones de personas. Su  intervención  en la sesión de apertura del Debate sobre el Estado de la Nación ha inaugurado de hecho el tiempo electoral, al proclamar con solemnidad que España ha salido de la pesadilla, ha evitado el rescate, ha recuperado la confianza económica, goza de prestigio, vuelve a ser atractiva para los inversores, ha reordenado su funcionamiento y ve como crecen el consumo y la inversión. Una radiografía de situación que no se corresponde con la dura realidad que todavía soportan millones de personas en el desempleo, la exclusión social y/o la pobreza.

Las medidas adelantadas por Rajoy como la reforma fiscal, la tarifa plana, la financiación de las pymes o la nueva Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Pública, son en parte la canción de cada debate que Rajoy entona para dirigirse a los contribuyentes, a los pequeños empresarios/as o a quienes esperan un empleo.

Se muestra incapaz el presidente de adentrarse, siquiera un poco, en el análisis de la  desigualdad, que ha crecido en España por encima de la media comunitaria, en el deterioro de los servicios públicos -especialmente, la sanidad, la educación y las políticas sociales-, en la incapacidad de la economía para crear empleo, de manera singular empleo estable y de calidad, y en la salud de la democracia que lleva a un amplio sector de la sociedad a desconfiar y alejarse de las instituciones democráticas.

Por otro lado, Rajoy vuelve a recurrir a lugares comunes para hablar de la corrupción, las clases medias, las pensiones. No se puede seguir haciendo un relato edulcorado de la situación del país, porque se corre el riesgo de quebrar el compromiso democrático, y golpear las expectativas de millones de personas que queriendo, no pueden trabajar, o de centenares de miles de hogares en los que no entra ingreso alguno, debilitándose aún más la cohesión social y la igualdad.

O somos capaces entre todos,  de compartir un diagnóstico de la situación económica y social, para activar más tarde las actuaciones que nos permitan recuperar los estándares de bienestar anteriores a la crisis e iniciar una senda de mejora, o el Gobierno volverá a convertir, una vez más, el debate político en munición electoral y a confundir conscientemente la salida de la crisis con un ligero avance de los indicadores macroeconómicos.

Me gustaría comentar uno de los puntos estrellas de las propuestas del presidente de Gobierno: la tarifa plana, pues mientras el Ministerio de Empleo y Seguridad Social explicaba en la comisión de seguimiento del Fondo de Reserva que entre 2012 y 2014 se han consumido casi 34.000 millones de euros del mismo, el Presidente del Gobierno anunciaba “ a bombo y platillo” una nueva "tarifa plana" en sustitución de la que sólo en 2014 ha supuesto la pérdida de 1.260 millones de euros en cotizaciones sociales.

Nuevamente, el Presidente del Gobierno, lejos de abordar en su discurso la necesidad de aumentar los ingresos del Sistema de Seguridad Social para garantizar las actuales prestaciones sin tener que recurrir al consumo anticipado del Fondo de Reserva como ya está ocurriendo, ha optado por seguir utilizando la seguridad social como instrumento de financiación de medidas de empleo que la experiencia ha demostrado de dudoso éxito.

Esta medida choca frontalmente con la realidad que actualmente sufren las cuentas de la seguridad social. Los Presupuestos Generales del Estado prevén para 2015 un déficit de 0,6% del PIB (más de 6.000 millones de euros), y ello pese a que la AIREF, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, ya ha advertido de que la estimación que el gobierno hizo de los ingresos era muy optimista. Ejemplo de este optimismo desmesurado es el hecho de que el 2013 y  2014 ya se han producido una desviación de 11.000 millones de euros entre las estimaciones de ingresos de cotizaciones y lo realmente recaudado.

A esta situación de déficit ha contribuido la llamada “tarifa plana”, que  supone una reducción de ingresos por cotizaciones de 1.260 millones anuales (cerca de 3.000 millones de euros en el período de vigencia).

Todo ello está llevando a un consumo anticipado y acelerado del Fondo de Reserva. Actualmente dicho fondo asciende a 41.000 millones de euros en valor contable, pero sólo entre 2012 y 2014 se han consumido ya 34.000 millones de euros.

De confirmarse el escenario macroeconómico previsto por el gobierno, el déficit que finalmente registrará el sistema de seguridad social en 2015 rondará la cifra de 13.000 millones de euros.

Por todo ello, sin perjuicio de valorar el contenido concreto de la medida cuando se conozca, me gustaría ,como sindicalista,  manifestar que reducir las cotizaciones, a cargo de la Seguridad Social, no generan empleo asalariado, no lo han hecho nunca, como mucho permiten seleccionar a quién esté bonificado o adelantar un poco una decisión de contratación. Por tanto, desde mi humilde posición y opinión , considero imprescindible que el gobierno deje de utilizar electoralmente los ingresos de la Seguridad Social y se comprometa con el refuerzo de su estructura de ingresos.

Ximo Estal Lizondo
Secretario General de Enseñanza de CCOO del Camp de Morvedre y Alto Palancia

 

 

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