Capitalismo, estupidos, capitalismo

Escrito por Fernando López-Egea
Viernes, 28 Marzo 2014 01:13

Estos días como consecuencia de los hechos acaecidos en Madrid, tanto la manifestación del 22M como la muerte de Adolfo Suárez, se ha hablado mucho del concepto de democracia. Quizás después de haber transcurrido 36 años de la aprobación de la Constitución Española y de la realidad de paro, precariedad, corrupción, saqueo… que estamos viviendo, deberíamos abordar las preguntas ¿Qué Democracia? ¿La democracia es igual a capitalismo? ¿La democracia se reduce a votar una vez cada cuatro años? ¿Acaso la democracia no debe estar vinculada al cumplimiento estricto de los Derechos Humanos? Hans Tietmeyer, presidente del Bundesbank entre 1993 y 1999 manifestó en 1994 que «los políticos deben de aprender a obedecer los dictados de los mercados», frase lapidaria que sitúa al político en el rol de ejecutor de las directrices del verdadero poder, los mercados.

Quiero recordar que la arquitectura de la Unión Europea que conocemos hoy a través del tratado de Maastricht (1991) y el Pacto de Estabilidad suscrito en la Cumbre de Amsterdam, suponía desmontar el llamado «Estado del Bienestar». ¿Acaso esta sumisión a los mercados capitalistas lo podemos encuadrar o enmarcar bajo el paraguas de democracia? ¿O acaso la democracia se reduce además del voto cada cuatro años a que podamos hablar sin que nos metan a la cárcel?

Alain Minc, teórico de la derecha francesa manifestaba «el capitalismo es el estado natural de las sociedad, la democracia no», dejando en evidencia el antagonismo entre capitalismo y democracia. ¿Es el capitalismo un sistema democrático o es un sistema como pensamos muchos/as incompatible con los derechos humanos?

El pasado día 22M se produjo en Madrid la marcha más numerosa que hemos conocido, reivindicando pan, trabajo y techo. Se estaba reivindicando por los derechos pisoteados por las políticas neoliberales aplicadas por la derecha tradicional y la socialdemocracia en el Estado Español y en la Unión Europea.¿ Podemos hablar de democracia con 6 millones de parados? ¿podemos hablar de democracia cuando se desahucia a la gente incumpliendo el artículo 47 de la Constitución Española? ¿Podemos hablar de democracia cuando murieron en 2011 entre 2.300 y 9.300 personas en el Estado Español y 50 millones de personas en toda Europa motivada por la pobreza energética? ¿Podemos hablar de democracia cuando la corrupción, el robo y el saqueo de un País es el pan de cada día? ¿Se puede hablar de democracia cuando el 60% de la población tiene pensiones por debajo del Salario Mínimo Interprofesional, abocando a gran parte de la población mayor a situaciones de exclusión social, cuando paralelamente se concentra cada vez más la riqueza en este País en unas pocas manos, llámense Botín (Santander), Francisco González (BBVA), Compañías eléctricas…?

La dignidad  que hemos defendido en Madrid el 22M es la dignidad del derecho al trabajo real, a la educación y sanidad pública, universal y gratuita, al cumplimiento de los DD.HH, a una regeneración democrática… combatiendo un sistema podrido y enfermo que instala en la desesperación a millones de seres humanos con políticas rebozadas de violencia institucional. Por eso, cuando utilizamos algunos términos debemos de analizarlos desde la realidad concreta. Los Bancos, los fondos de inversión, los centros bursátiles, las agencias de calificación no entienden de derechos sino de la ganancia permanente, la depredación permanente aunque se quede en la cuneta la gente. Y si son estos mercados quienes hacen la política, y si son estos mercados los que mediante los correspondientes lobby de presión dictan las políticas, ¿no estarán, como dice el filósofo Jurgen Habermas, desmantelándolo lo que en occidente se conoce como democracia porque el capitalismo es incompatible con ella? El debate es viejo, el manoseo de este concepto acaba asociándose por parte de sectores interesados al capitalismo.

La democracia no puede tomarse como decía Lenin de modo abstracto, sin un horizonte dialéctico de concreción y olvidando que existen clases sociales. Algunos que pensamos de la incompatibilidad del capitalismo con los DD.HH nos gusta hablar de socialismo. Y como decía el filósofo, esto es Capitalismo, estúpidos, capitalismo.
 
Fernando López-Egea. Portavoz del grupo municipal de EU en el Ayuntamiento de Sagunto

 

 

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