El escaso presupuesto, dedicado a sustituir al personal ausente en sanidad, es un clásico. Nunca se ha sustituido convenientemente. Gracias a los recortes,  el problema se ha agravado hasta límites insostenibles que provocan importantes disfunciones: no se cubren la mayoría de bajas laborales de médicos de familia, pediatras, enfermeras, matronas, auxiliares de clínica, administrativos etc. Tampoco se cubren las libranzas de guardia, salvo los recursos únicos, ni las ausencias por asistencia a cursos de formación. Hay además, varios puestos que se han amortizado por jubilación y su sustitución ha pasado al limbo de no se sabe qué. Para solucionar el exceso de cartillas de Canet, se ha optado por compartir uno de los médicos del Centro de Salud Puerto 2 y así sucesivamente. En definitiva: cada vez menos recursos.

Por el contrario, los Centros de Salud, tienen que asumir cada vez más funciones, por supuesto impuestas de forma unilateral: Extracciones de sintrom, analíticas de especializada, espirometrías, pruebas de Aliento, dispensación de medicación, aumento exagerado de burocracia, además de la propia cartera de servicios específica de la Atención Primaria.
Por otra parte, las demoras y largas listas de espera en especializada, repercuten en una mayor demanda en Atención Primaria, dándose el caso de más de cuatro días de demora para el médico y en algunos centros de más de 15 días para la enfermería. En resumen: más trabajo menos recursos.

Como lo solucionan nuestros gestores?  Se prioriza la atención al problema agudo y se reducen los programas de salud, que siempre pasan mas desapercibidos, bloqueando agendas, cerrando los centros por la tarde, en época vacacional, sometiendo a los trabajadores a un estrés considerable.
Ante todo este panorama y una situación de indefensión nunca antes conocida,  los trabajadores solo tenemos una opción: poner toda nuestra buena voluntad para que el trabajo salga adelante. Obviamente con la voluntad no es suficiente y la situación cada vez se nos hace más insostenible.

Los gestores, cuyo único mérito para llegar a los cargos de dirección en la mayoría de  los casos, consiste en pertenecer al partido de turno, mirando para otro lado cuando se les plantea un problema, dedicándose a tirar balones fuera y rara vez aportan soluciones. Para cuándo, la despolitización de los directivos de una vez por todas y que sean profesionales de demostrada solvencia, las que se dediquen a administrar una de las partidas económicas más importantes del Estado.

La Atención Primaria es la puerta de entrada del sistema sanitario y tradicionalmente también la «hermana pobre» del sistema. Sin recursos no se puede ser eficiente, y la falta de eficiencia en primaria supone el fallo de uno de los pilares fundamentales para que el sistema funcione.

Es imprescindible pues, la dotación necesaria para que podamos trabajar en buenas condiciones. De ello depende la salud de nuestros pacientes y también la de los trabajadores sanitarios.
Exigimos soluciones ya que estamos hartos de ser los paganos, con nuestro sueldo y nuestras condiciones de trabajo, junto con los pacientes, de una situación de la que no somos responsables.