No es tiempo de dilaciones. Ante la especulación, la corrupción y la destrucción del tejido productivo es urgente y prioritario la dimisión inmediata del Gobierno del PP y la convocatoria de elecciones generales. La degradación política, social, económica que estamos viviendo esta llegando a extremos difícilmente soportables que requieren de una profunda catarsis. Seis millones de parados, de los que 3.280.000 llevan más de un año buscando trabajo, uno de cada dos jóvenes menores de 25 años en paro. Un país con el 21% de la población en la pobreza, en el que se han realizado más de 400.000 desahucios, donde más de 1.700.000 parados no tienen ningún tipo de prestación y el que dispone de ella, agotado el desempleo, es de 400 euros. En un país donde hay más de un millón de familias sin ningún ingreso, hablar de Estado Social y Democrático es una burla a la razón.  A la pérdida de derechos sociales y laborales, se une ahora la constatación de un Presidente del Gobierno implicado en el cobro de comisiones, que no es capaz de comparecer ante el Parlamento para dar explicaciones y someterse al debate público.

Cuando escribo estas letras me entero que el Presidente del Tribunal Constitucional ha compartido ni más ni menos, la responsabilidad de salvaguardar la Carta Magna con su militancia en el PP.  ¿Donde esta la ética?, ¿donde esta la decencia?, cuando hace unos días ese mismo Tribunal Constitucional a requerimiento del Gobierno de Rajoy  suspendió cautelarmente el decreto antidesahucios andaluz. Rajoy atrincherado en Moncloa tras las publicaciones hechas por Bárcenas, se niega a comparecer en el Congreso  de los Diputados y pacta con el periódico ABC la pregunta que le tiene que realizar en su comparecencia ante la prensa ¿Donde esta el compromiso del periodismo en la búsqueda de la verdad? ¿Alguien sigue pensando que los grandes medios no tiene dueños, poderes económicos que marcan y dirigen las linea ideológica e informativa? Por cierto la pregunta del ABC le permite a Rajoy desde el cinismo que caracteriza a la derecha tradicional hablar del Estado de Derecho y de la Constitución Española para salirse por la tangente entorno a la financiación del PP.

Bárcenas por su parte, cantando por soleares sobre la financiación irregular del PP durante los últimos 30 años, sobre la contabilidad B no declarada a hacienda, los sobres a Rajoy, Cospedal y compañía, los e-mail con el Presidente del Gobierno, las presiones recibidas por el PP para que mantuviera silencio, las empresas que han estado alimentando al PP a cambio de adjudicaciones... Sin olvidar el pago de Trillo a través de la «caja B» del partido de la defensa de los militares del YACK 42  a los que indultó el Gobierno –—2 oficiales condenados en abril de 2012—. Es decir una trama de incalculables proporciones que requiere que la sociedad civil de una respuesta contundente. De no hacerlo se instalará la mentira, la corrupción como norma y naturaleza. Mentira que el PP ha convertido en profesión. Desde la argumentación falsa de la existencia de armas de destrucción masiva para participar y apoyar una guerra con miles de muertos y que ha permitido el control geoestratégico de importantes multinacionales sobre el gas y el petróleo, hasta los atentados en Madrid, insistiendo una y otra vez, de su autoría a ETA. Ahora toca hablar de mentiras y calumnias ante las revelaciones del ex-tesorero. Y en pleno tsunami, Rajoy para hacer visible su entorno, su órbita y sus apoyos, se reúne con sus amos llamados telefónica, Inditex, Mercadona, El Corte Inglés...para analizar la situación económica.

Otros amos como la banca ya han recibido desde el año 2007 más de 220.000 millones de euros de dinero público para rescatarla. Mientras tanto el PSOE que modificó la Constitución Española con el PP para pagar la deuda por encima de los derechos en sanidad, educación... y que pactó la Cumbre Europea con el PP, manifiesta que presentará una moción de censura si Rajoy no comparece, pero omite, de forma intencionada, hablar de dimisión del gobierno y de elecciones generales tal y como viene solicitando Izquierda Unida. Porque en el fondo el entramado económico, y financiero que nos ha llevado a esta situación está basado en un sistema político bipartidista tal y como apostó el Departamento de Estado de EE.UU en el año 1945 en papeles desclasificados recientemente. Un bipartidismo que permitía mantener una misma política con dos marcas distintas y que actualmente en pleno descalabro de este bipartidismo y en plena crisis de la corona se prepara una nueva restauración siempre manteniendo los privilegios de los de siempre.

Cuando todo esto ocurre dentro de palacio, nuestra industria se cierra. Hace unos días el diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares definía al Ministro Soria como ‘Atila’: donde pisa no crece la hierba, refiriéndose al desmantelamiento industrial que estamos sufriendo y que esta afectando al Acero —Galmed—, al sector naval, a la minería, a empresas como HP que podría afectar a 1.100 trabajadores/as,  a la fabrica de dos hermanas (Sevilla) especializada en café molido y que quiere cerrar Mondelez Internacional con el despido de 45 trabajadores... Una autentica sangría en nombre del libre mercado y la competitividad tal y como lo definió el ministro Soria al referirse a Galmed y recogiendo el testigo de la famosa frase de Carlos Solchaga cuando manifestó «que la mejor política industria es la que no existe».

El bipartidismo con sus respectivos gobiernos desde los años 80 , al desprenderse de las joyas de la corona, de nuestro sector público estratégico, entregaron en bandeja de plata nuestro destino a aquellos que, como ocurre ahora, no tienen escrúpulos en cerrar nuestras industrias y deslocalizarlas trasladándola a países donde los costes laborales y la mano de obra es más barata, a pesar de haber recibido suculentas ayudas públicas durante años. El Estado queda en manos del mercado. El próximo día 24 de julio estaremos presente en la movilización en defensa de la industria que se va a celebrar en las calles de Puerto de Sagunto como siempre lo hemos hecho desde el PCPV y Esquerra Unida.

Son momentos de la historia que requieren que el pueblo tome la voz, la palabra, se organize y combata tanto retroceso al siglo XIX, tanto saqueo de los recursos del Estado, tanta mentira, tanta corrupción... si no lo hacemos, los poderes económicos, el  bipartidismo, la corona, la iglesia, seguirán articulando un modelo de sociedad basada en la acumulación de las plusvalías, en la carencia de derechos, en la conversión de los de abajo en los nuevos esclavos del siglo XXI.