Piensa el ladrón que todos son de su condición

Escrito por Marcelino Gil GandÍa
Miércoles, 10 Abril 2013 02:25

He leído el escrito que Manuel González, portavoz de Segregación Porteña titulado “Cansado de traidores, verdades a medias y grandes mentiras” me dedica con fundamento en el error de atribuir el doble de aumento en la densidad de viviendas en SUP-2 Este, 40% en lugar del 20%, que es el que aprobaron los concejales del Partido Popular y Segregación Porteña en su día. Tal error figura en artículo “Todos cometen pifias urbanísticas” publicado en El Económico el 28.03.2013, debido a que tengo recogido en mis anotaciones dos aprobaciones del 20% cada una en fechas de primeros y mediados del año 2008.

Como mi información ha sido pública y por escrito, nuevamente y por escrito en el mismo medio periodístico, dejo constancia de mi error y pido disculpas por haber publicado algo que no se atiene a la verdad. En la aprobación definitiva de la Modificación Puntual Plan Parcial SUP-2 Este se recoge el aumento de 258 viviendas en lugar de las 518 que contabilizo al aplicar el 40% sobre las 1.296 viviendas que figuran en la página 24 del texto refundido presentado por STRLING en abril de 2003.

De acuerdo con la normativa municipal aplicada a un aumento de viviendas y por lo tanto de habitantes, la cesión de suelo seria de la siguiente manera: 258 viviendas  por 3 habitantes/vivienda igual a 774 habitantes. 774 habitantes por 8,09 metros cuadrados de equipamiento por habitante  es igual a 6.261,66 m2 de suelo para equipamiento de nueva generación que deben ser cedidos por la empresa urbanizadora por haber adjudicado un aumento lucrativo sobre una actuación urbanística que no estaba contemplada en principio.
Vaya por delante que salvo dicho error, me reitero en la totalidad del contenido de este artículo y de todos los aquellos anteriores en los que, ejerciendo mi derecho a la libertad de expresión y de opinión, he criticado la actuación del grupo municipal segregacionista. Igualmente, en todas las ocasiones en que he emitido mi opinión en temas urbanísticos o de interés para El Puerto, lo he hecho dando argumentos y razones que, curiosamente, nunca se han desmentido por parte de Manuel González.

En su artículo, el recurso a la difamación, calumniando mi actuación y conducta, mintiendo sobre los motivos de unos hechos o sobre los propios hechos, en un ejercicio de prosa «verdulera» y malsonante que le descalifica sobradamente y que sin ningún empacho, cual avezado tertuliano de un programa basura de la televisión, ejerce a lo largo de 54 líneas de su artículo, dedicando a mi error, solo tres. Créame, señor González, si aspira a sustituir a alguno de los tertulianos en dichos programas, hay formas mas dignas para un político de acceder al puesto.

Mire señor González, voy a comentar uno de los hechos a los que se refiere por que se trata de una persona por la que tengo un gran aprecio personal. No es otra que Isabel Martínez, que  realizó en el año 1990 las alegaciones de las asociaciones de vecinos y de los partidos de izquierda, incluidos en una plataforma de oposición al Plan General de Ordenación Urbana de Sagunto, por dos razones: la amistad con algunos de sus dirigentes y la convicción de que dicho Plan, es contrario al interés general. Las alegaciones tenían tanto peso y razón que el Plan quedó paralizado. Esta situación lleva al alcalde de entonces José García Felipe, a pedirle a dicha funcionaria que venga en comisión de servicio para colaborar en la formulación del Plan General con una in disimulada alegría por mi parte de que así sea. Autorizada por su Ayuntamiento, lo hizo desde enero hasta agosto de 1991 y sus informes y aportaciones motivaron que el propio CIPS no votara a favor de un Plan General cuyo inicio habíamos promovido.
 

A ella se debe, como experta en urbanismo, que el Parque de Ingruinsa no tenga el grado 5 de peligrosidad en sus actividades, y la recuperación de una parte sustancial del Patrimonio del Suelo Municipal, mediante los recursos interpuestos antes y durante su etapa de concejala segregacionista. Esto son hechos y además son innegables.
Es la abogada que ganó el recurso Nº 1/0001629/1993 que presentamos Ramón García por Izquierda Unida y yo por el CIPS contra el Estado, referente al Convenio Urbanístico del Parque de Ingruinsa entre INFOINVEST y el Ayuntamiento de Sagunto, ver la Sentencia Nº 1127 del TSJCV 20.12.1996.

Manuel González vas entendiendo porque yo pedía que esta magnifica técnica en urbanismo se trasladara a Sagunto durante la moción de censura. Como puedes comprobar hace muchos años que trabaja en la defensa de El Puerto, ¿donde estabas tú y tu sentimiento segregacionista? Ni estabas ni se te esperaba, tardaste mas de diez años en sentirte porteño por lo que tus sentimientos segregacionistas no deben ser muy elevados, algunos te ganamos en antigüedad y dedicación en defender El Puerto. Otra aclaración, nunca cobró por los trabajos jurídicos que nos hizo.
No voy a contestarte al resto de majaderías que escribes en tu artículo, pasa como cuando le lavas la cabeza a un burro, que pierdes el tiempo y el jabón.

Y no hay excusas para el Partido Popular y Segregación Porteña al aprobar no ceder el suelo obligatorio para equipamientos de sistema general, esgrimiendo el razonamiento del concejal de Urbanismo y el tuyo, de que se van construir mas viviendas de protección pública, o «porqué viva mas gente no hay que aumentar las zonas verdes ni las dotacionales, que las existentes son muy grandes». Pues eso mismo, a las ya existentes en el proyecto original, se tendrá que añadir las correspondientes al aumento de población puesto que en esa decisión solo gana el promotor unos cuantos millones de euros y nada el Ayuntamiento de Sagunto, donde se está para que a todos se les aplique las mismas normas legales, tal y como se hizo con el expediente número 25/06PL, en la parcela del polígono SEPES. También se incumple el Art. 14.1 del Decreto Legislativo 2/2008 que establece en su apartado (b), «Las actuaciones de dotación, considerando como tales las que tengan por objeto incrementar las dotaciones públicas en un ámbito de suelo urbanizado para reajustar su proporción con la mayor edificabilidad o densidad».
 
Marcelino Gil Gandía
 

 

 

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