De política y presupuestos municipales

Escrito por Manuel GonzÁlez
Miércoles, 10 Abril 2013 02:22

El  Ayuntamiento de Sagunto esta funcionando con la prórroga de los presupuestos del año 2009. Es decir, este es el cuarto año consecutivo  que el Gobierno del Partido Popular ha sido incapaz de sumar los votos necesarios para sacar adelante las cuentas municipales. Y seamos realistas, si cualquier fuerza política se sienta a negociar, al final el acuerdo casi siempre es posible, pero claro, para ello es necesario que se tenga la dosis de flexibilidad necesaria en cualquier negociación. De lo contrario, las posiciones se enquistan y se hace imposible llegar a acuerdos.

En esto de cargar responsabilidades, el  alcalde, el señor Alfredo Castelló, es un auténtico experto en echarle la culpa a los demás. Él presenta el presupuesto y a continuación nos pide que hagamos aportaciones, que en unos casos no acepta y en otros dice que no son posibles, amparándose para ello en los informes técnicos, que aunque son rebatidos con suficiencia, al parecer son los únicos válidos para el alcalde. Claro, al no ser aceptadas las peticiones de los grupos, el presupuesto no avanza y al final ni siquiera es presentado en el Pleno, con lo que año tras año queda sin aprobar. Y aquí no pasa nada, salvando la excepción de que el Gobierno del PP se escuda en su minoría para hablar de boicot a su gestión, a pesar de que la realidad es que Castelló no tiene ninguna intención de aceptar las propuestas del resto de grupos. Él es consciente de que desde el Equipo de Gobierno se puede gestionar con un presupuesto prorrogado y en todo caso, si la situación lo requiere, el resto de fuerzas políticas por una u otra razón, siempre estaremos ahí para aprobar por responsabilidad, las modificaciones necesarias para darle liquidez en sus pagos al Ayuntamiento.

Pero los presupuestos a parte de la componente económica, tienen una componente política. Es decir, los partidos utilizamos esa negociación para intentar que dentro de la gestión municipal se vea nuestra mano. Así Segregación Porteña ha pedido para sentarse a negociar con la debida flexibilidad, dos cuestiones: la primera que abriría las puertas, es el inmediato cambio de capitalidad del Municipio, y la otra cuestión es un referéndum para que los porteños decidan libremente si desean o no tener su propio Ayuntamiento independiente de Sagunto. El señor alcalde directamente nos ha enviado al “Moll”.

 Puedo entender que lo del referéndum lo vean complicado o más bien, prefieren no hacer la encuesta por temor a la realidad, que no es otra que la mayoría de los porteños desean que su pueblo se constituya como nuevo municipio. Pero lo que no es fácil de asimilar es la negativa al cambio de capitalidad municipal, puesto que consiste en darle un orden coherente a ese municipio global que ellos defienden.

El cambio de capitalidad consiste básicamente en bajar el Ayuntamiento de Sagunto hasta El Puerto. No es nada complicado físicamente puesto que contamos con los edificios adecuados, y más concretamente contamos con unas remozadas oficinas de la gerencia que nos han procurado más de 2.000 m2 para uso administrativo municipal. Además de nuestro centro cívico o la actual tenencia como edificios institucionales. Es decir, que el coste de ese traslado es cero, puesto que el equipamiento de esos edificios está ya presupuestado y se hará con o sin cambio de capitalidad.

Es lo coherente dentro del municipio global defendido por quienes nos niegan esta posibilidad, puesto que la mayoría de la población reside en El Puerto y esto supone acercar los servicios a los ciudadanos. Es lo coherente porque en el caso de que los tribunales no acepten la celebración de plenos en ambos núcleos de población, los plenos se celebrarían únicamente en el lugar donde se ubique la sede plenaria, por lo que es vital que esa sede junto con la capitalidad se ubique en el núcleo más habitado,  que es El Puerto donde residen dos tercios de la población de todo el municipio.

Por lo tanto, esta petición no solo es coherente, sino que también es justa, puesto que si ese ayuntamiento que nos imponen como propio tiene que ser el ayuntamiento de todos, lo lógico es que esté donde estamos la mayoría de los ciudadanos con pleno derecho, puesto que yo considero a los porteños ciudadanos de primera y por ello, mi obligación es que vivan como tales. Pero esa es mi obligación y la de los representantes del resto de partidos, que si no pueden brindar la plena participación en la vida municipal a todos los ciudadanos del municipio, lo justo, lo necesario es que lo hagan en beneficio de la mayoría. Lo contrario, lo que se está haciendo ahora, es discriminar de forma incomprensible a los porteños.
Por ello, esta cuestión deberá ser implementada para sentarnos a negociar los presupuestos con el resto de fuerzas políticas. Hacer lo contrario, sería ceder nuevamente ante personas que no demuestran ninguna flexibilidad ante nuestras justas peticiones. Por último, quiero enviar a los ciudadanos un mensaje de tranquilidad, puesto que SP seguirá colaborando en todo aquello que pueda suponer progreso, actividad y empleo para nuestro pueblo. Como muestra nuestro apoyo a la zona franca, a las infraestructuras industriales, a la gratuidad del suelo industrial municipal o a la continuidad de Lafarge en Romeu.
 
Manuel González Sánchez. Portavoz del Grupo Municipal SP

 

 

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