Haciendo memoria histórica y echando mano de hemeroteca he podido comprobar una vez más que hay personas que son de las que «cuando digo digo, digo Diego». Esto lo comento tras leer un artículo de opinión de un ex concejal del Grupo Bloc-Compromís a cerca de las obras que recientemente hemos finalizado en la Avda. País Valencià, en las que se ha puesto en valor extraordinarios restos arqueológicos encontrados durante la urbanización de dicha avenida.
Esta obra de infraestructura que comenzó a realizarse durante la legislatura del Gobierno tripartito que formó el PSOE, BLOC y EU, en las que se encontraron una serie de importantes yacimientos y que, en un primer momento, y para sorpresa de todos, los nacionalistas tan solo pretendían «cubrir» con telas y arenas dichos restos, para «no entorpecer», dijeron entonces, las obras de reurbanización de la avenida. Sólo eso. Taparlas, documentarlas y seguir con las obra de urbanización de la avenida, rápidamente.
Después de eso, ahora, en el artículo escrito por el ex edil nacionalista, Manuel Civera, no sólo pone en duda la valía del proyecto, sino que también cuestiona la capacidad que tienen los técnicos y profesionales para desempeñar sus funciones. Lamentables argumentos todos ellos y que desde luego no comparto.
Durante la ejecución de las obras de urbanización se encontraron muros de cronología romana, una continuidad de la trama urbana romana detectando diversas estancias con revestimiento mural y pavimentos de opus signimum, a su vez se localizó también parte de un edificio de tipo público, posiblemente de ámbito funerario, además de una calzada romana en muy buen estado de conservación. Y por último se localizó una vivienda unifamiliar romana, en concreto parte del Artium, atestiguado por la presencia de parte de un estanque central (impluvium) que recogía el agua de lluvia, junto con elementos de ese patio interior y restos de un banco corrido de mampostería pintado. Estas dos últimas zonas de restos son los que el Gobierno del PP ha sacado a flote, por ser los que se caracterizan por su buen estado de conservación y para el disfrute de todos los vecinos y, a su vez, para convertirlos en un reclamo turístico más de la ciudad.
En cambio, durante la legislatura del tripartito, tanto el entonces concejal de urbanismo, Quico Fernández, como el de cultura, Manuel Civera, declararon en distintos medios de comunicación que las ruinas «estaban situadas en el área destinada al tránsito de vehículos y a una profundidad considerable»; aspectos que, según ellos, presentaban «el principal obstáculo para dejar al aire las estructuras halladas». Unas declaraciones que chocan completamente con lo descrito ahora por Civera en su último artículo, en el que resta importancia a la profundidad a la que se encuentran los restos. ¡Raro también este cambio de percepción!
Por otra parte, también es curioso pensar que durante la legislatura del 2003 al 2007 «no les diera tiempo a realizar esta inversión», como indica el ex edil de Cultura en su artículo, y más aún cuando es él mismo el que dice que este proyecto podría haber sido sencillo, rápido y económico. Algo que el Bloc entonces, y a pesar de la «facilidad» de la que habla, tampoco puso en práctica.
Lo que en verdad es muy lamentable es que el interés del Bloc radicase más en ejecutar una obra de urbanización que en defender y luchar por nuestro patrimonio. Algo que queda claro y patente cuando en unas declaraciones anteriores dice Civera que estas ruinas estaban en una zona «punto de unión y de paso muy importante, por lo que no se puede, por lo tanto, poner en valor», según palabras textuales del ex edil. Una afirmación que hizo Civera y que con el tiempo el Partido Popular ha demostrado todo lo contrario.
Mi conclusión es clara. El patrimonio durante la etapa del tripartito si fue uno de los grandes olvidados. Para muestra un botón. Los datos hablan solos: en materia de patrimonio invirtieron cero euros.
Por el contrario, el PP desde que está al frente del consistorio, ha hecho un gran esfuerzo por la recuperación y puesta en valor del patrimonio. De hecho, ya es una realidad la reconstrucción de la Muralla de la Calle Escipiones y la Torre de Santa Ana, la puesta en marcha de los Espacios Arqueológicos de la Via del Portic y la Domus dels Peixos o la formación del Consejo Asesor de Patrimonio, tan solicitado por los integrantes de las diversas asociaciones que tenemos en nuestro municipio vinculadas directamente con el patrimonio. Estas solo son unas pequeñas pinceladas de lo mucho que se realizado en los últimos años.
No quisiera acabar este artículo sin agradecer el esfuerzo diario que realizan todas las personas que intervienen en un proceso largo y costoso, como es el de poner en valor restos arqueológicos. Y sobre todo recordar que el Gobierno del Partido Popular ha luchado y luchará siempre por recuperar el patrimonio histórico y hacer de éste una pieza clave de nuestra economía.
Esta obra de infraestructura que comenzó a realizarse durante la legislatura del Gobierno tripartito que formó el PSOE, BLOC y EU, en las que se encontraron una serie de importantes yacimientos y que, en un primer momento, y para sorpresa de todos, los nacionalistas tan solo pretendían «cubrir» con telas y arenas dichos restos, para «no entorpecer», dijeron entonces, las obras de reurbanización de la avenida. Sólo eso. Taparlas, documentarlas y seguir con las obra de urbanización de la avenida, rápidamente.
Después de eso, ahora, en el artículo escrito por el ex edil nacionalista, Manuel Civera, no sólo pone en duda la valía del proyecto, sino que también cuestiona la capacidad que tienen los técnicos y profesionales para desempeñar sus funciones. Lamentables argumentos todos ellos y que desde luego no comparto.
Durante la ejecución de las obras de urbanización se encontraron muros de cronología romana, una continuidad de la trama urbana romana detectando diversas estancias con revestimiento mural y pavimentos de opus signimum, a su vez se localizó también parte de un edificio de tipo público, posiblemente de ámbito funerario, además de una calzada romana en muy buen estado de conservación. Y por último se localizó una vivienda unifamiliar romana, en concreto parte del Artium, atestiguado por la presencia de parte de un estanque central (impluvium) que recogía el agua de lluvia, junto con elementos de ese patio interior y restos de un banco corrido de mampostería pintado. Estas dos últimas zonas de restos son los que el Gobierno del PP ha sacado a flote, por ser los que se caracterizan por su buen estado de conservación y para el disfrute de todos los vecinos y, a su vez, para convertirlos en un reclamo turístico más de la ciudad.
En cambio, durante la legislatura del tripartito, tanto el entonces concejal de urbanismo, Quico Fernández, como el de cultura, Manuel Civera, declararon en distintos medios de comunicación que las ruinas «estaban situadas en el área destinada al tránsito de vehículos y a una profundidad considerable»; aspectos que, según ellos, presentaban «el principal obstáculo para dejar al aire las estructuras halladas». Unas declaraciones que chocan completamente con lo descrito ahora por Civera en su último artículo, en el que resta importancia a la profundidad a la que se encuentran los restos. ¡Raro también este cambio de percepción!
Por otra parte, también es curioso pensar que durante la legislatura del 2003 al 2007 «no les diera tiempo a realizar esta inversión», como indica el ex edil de Cultura en su artículo, y más aún cuando es él mismo el que dice que este proyecto podría haber sido sencillo, rápido y económico. Algo que el Bloc entonces, y a pesar de la «facilidad» de la que habla, tampoco puso en práctica.
Lo que en verdad es muy lamentable es que el interés del Bloc radicase más en ejecutar una obra de urbanización que en defender y luchar por nuestro patrimonio. Algo que queda claro y patente cuando en unas declaraciones anteriores dice Civera que estas ruinas estaban en una zona «punto de unión y de paso muy importante, por lo que no se puede, por lo tanto, poner en valor», según palabras textuales del ex edil. Una afirmación que hizo Civera y que con el tiempo el Partido Popular ha demostrado todo lo contrario.
Mi conclusión es clara. El patrimonio durante la etapa del tripartito si fue uno de los grandes olvidados. Para muestra un botón. Los datos hablan solos: en materia de patrimonio invirtieron cero euros.
Por el contrario, el PP desde que está al frente del consistorio, ha hecho un gran esfuerzo por la recuperación y puesta en valor del patrimonio. De hecho, ya es una realidad la reconstrucción de la Muralla de la Calle Escipiones y la Torre de Santa Ana, la puesta en marcha de los Espacios Arqueológicos de la Via del Portic y la Domus dels Peixos o la formación del Consejo Asesor de Patrimonio, tan solicitado por los integrantes de las diversas asociaciones que tenemos en nuestro municipio vinculadas directamente con el patrimonio. Estas solo son unas pequeñas pinceladas de lo mucho que se realizado en los últimos años.
No quisiera acabar este artículo sin agradecer el esfuerzo diario que realizan todas las personas que intervienen en un proceso largo y costoso, como es el de poner en valor restos arqueológicos. Y sobre todo recordar que el Gobierno del Partido Popular ha luchado y luchará siempre por recuperar el patrimonio histórico y hacer de éste una pieza clave de nuestra economía.
Laura Casans Gómez es concejal de Patrimonio
del Ayuntamiento de Sagunto
del Ayuntamiento de Sagunto
