La situación social empeora por instantes. Las políticas actuales desquebrajan derechos humanos fundamentales cargándose en un abrir y cerrar de ojos lo conseguido tras años de lucha y sangre derramada. Las políticas de recortes, basadas en la eliminación de nuestros derechos, constituyen, sin duda, los primeros pasos para que se resquebraje la sociedad.
Acaban con lo público, lo colectivo, lo de todos. Y con ello con los valores de solidaridad y tolerancia, con la diversidad y el pensamiento crítico. Buscan favorecer a los más ricos, mercantilizar nuestras vidas, convertirnos en esclavos, en ovejas de un rebaño sin voz; en avestruces que esconden la cabeza, en burros que no ven más allá.
Resquebrajan los tenues lazos que todavía existen, tratan de desarrollar una sociedad intolerante, individualista y competitiva. Una sociedad en la que impera la Ley del más fuerte, en la que se acepta el desamparo y la desprotección de quien más lo necesita, en la que se rompen las aspiraciones legítimas. En la que se acaba con nuestro futuro.
Y, cuando esto ocurre, cuando nos dejamos cegar por el miedo, y sólo nos llega a importar «lo nuestro». Cuando todo lo extraño, distinto y extranjero se entiende como intromisión y amenaza, entonces comienza a desaparecer nuestro sentido de sociedad civilizada. Por extensión, una sociedad que pierde dicho sentido es una sociedad tolerante con la indecencia, y la humillación de los seres humanos.
Esto es lo que ellos quieren, esta apatía este miedo y conformismo es lo que sustenta la humillación a las que nos están sometiendo. Así que «Despierta, hemos de pintar nuevas constelaciones».
Os espero el 15 S en Madrid. Lucha y rebeldía.
Resquebrajan los tenues lazos que todavía existen, tratan de desarrollar una sociedad intolerante, individualista y competitiva. Una sociedad en la que impera la Ley del más fuerte, en la que se acepta el desamparo y la desprotección de quien más lo necesita, en la que se rompen las aspiraciones legítimas. En la que se acaba con nuestro futuro.
Y, cuando esto ocurre, cuando nos dejamos cegar por el miedo, y sólo nos llega a importar «lo nuestro». Cuando todo lo extraño, distinto y extranjero se entiende como intromisión y amenaza, entonces comienza a desaparecer nuestro sentido de sociedad civilizada. Por extensión, una sociedad que pierde dicho sentido es una sociedad tolerante con la indecencia, y la humillación de los seres humanos.
Esto es lo que ellos quieren, esta apatía este miedo y conformismo es lo que sustenta la humillación a las que nos están sometiendo. Así que «Despierta, hemos de pintar nuevas constelaciones».
Os espero el 15 S en Madrid. Lucha y rebeldía.
NEREA ALMIÑANA
Concejal de EU del Ayuntamiento de Sagunto
Concejal de EU del Ayuntamiento de Sagunto
