Respetado lector, me gustaría contarle una conversación que tuve con un buen amigo mío de muchos años.
Hablando de la realidad política me confirmó, con desaliento, que había llegado a la conclusión de que todos los políticos son iguales.
Yo le dije: ¡venga hombre, por favor!, si Javier, me respondió, y comenzó a explicar sus manifestaciones. Yo, como tu sabes, en las primeras elecciones voté a Felipe González y en la reconversión cerró nuestra fábrica, en las últimas elecciones que se presentaba Zapatero, influenciado por vosotros también lo voté, me pareció muy buena la Ley de Dependencia, eso me pareció suficiente para votarlo, pero amigo, cuando salió la crisis, la negó, y además se puso hacer la política de recortes que le mandaron desde Europa. ¡Coño!, para hacer una política de derechas esta la derecha, ¿no? Constantemente, en la prensa, Zapatero no daba ni una, parecía un extraterrestre dando explicaciones que nadie entendía, siempre optimista, pero mi yerno estaba en el paro y no encontraba ningún trabajo. El PP parecía que tenía la solución, a cada cosa que decía o hacía Zapatero, tenían la solución, aseguraban que, cuando llegaran al poder, ellos solucionarían la catástrofe que estaba haciendo Zapatero.
Bueno, en las últimas elecciones voté al PP. Rajoy no solamente no ha hecho nada de lo que decía, si no que cada vez España va peor, hemos perdido la marca España, ni con la victoria de la selección nos tienen en cuenta, los actos de este Gobierno nos hacen más pobres cada día, la sanidad, cada día esta peor, y cualquier día nos tocaran la jubilación, por que todo lo que dijo Rajoy que no iba a tocar, lo ha cambiado totalmente, ahora tenemos que pagar las medicinas, en la escuela mi nieto está peor.
Yo le dije, bueno pero tú qué esperabas, ingenuo. El me contestó diciendo: todos los políticos son iguales.
Traducción casi literal de esta conversación, que me hizo sentirme impotente para poder contarle lo que yo sentía, que hay que votar a los partidos de izquierda, aunque se equivoquen, porque una mala izquierda es muchísimo mejor para los trabajadores que una buena derecha.
Pero, sobre todo, me hubiera gustado decirle que sin política no hay democracia, que, en lugar de huir de la política, hay que reclamar más política y más y mejores políticos. Quienes están provocando este caos buscan dos cosas: obtener el máximo beneficio económico a costa de lo que sea y conseguir el rechazo de los ciudadanos respecto de la política.
Y la alternativa que ellos promueven es el mal llamado Gobierno de los técnicos (que son empleados de los grandes grupos financieros) o sencillamente que volvamos a las dictaduras cuarteleras.
Insisto, sin política no puede existir la democracia y si los políticos que hay no son buenos echémoslos y busquemos otros, porque no, no es cierto que todos son iguales, hay mucha gente honrada y bien cualificada, a la que debemos empujar y respaldar.
Lo contrario será dejar nuestras vidas en manos de los mercados.
Hablando de la realidad política me confirmó, con desaliento, que había llegado a la conclusión de que todos los políticos son iguales.
Yo le dije: ¡venga hombre, por favor!, si Javier, me respondió, y comenzó a explicar sus manifestaciones. Yo, como tu sabes, en las primeras elecciones voté a Felipe González y en la reconversión cerró nuestra fábrica, en las últimas elecciones que se presentaba Zapatero, influenciado por vosotros también lo voté, me pareció muy buena la Ley de Dependencia, eso me pareció suficiente para votarlo, pero amigo, cuando salió la crisis, la negó, y además se puso hacer la política de recortes que le mandaron desde Europa. ¡Coño!, para hacer una política de derechas esta la derecha, ¿no? Constantemente, en la prensa, Zapatero no daba ni una, parecía un extraterrestre dando explicaciones que nadie entendía, siempre optimista, pero mi yerno estaba en el paro y no encontraba ningún trabajo. El PP parecía que tenía la solución, a cada cosa que decía o hacía Zapatero, tenían la solución, aseguraban que, cuando llegaran al poder, ellos solucionarían la catástrofe que estaba haciendo Zapatero.
Bueno, en las últimas elecciones voté al PP. Rajoy no solamente no ha hecho nada de lo que decía, si no que cada vez España va peor, hemos perdido la marca España, ni con la victoria de la selección nos tienen en cuenta, los actos de este Gobierno nos hacen más pobres cada día, la sanidad, cada día esta peor, y cualquier día nos tocaran la jubilación, por que todo lo que dijo Rajoy que no iba a tocar, lo ha cambiado totalmente, ahora tenemos que pagar las medicinas, en la escuela mi nieto está peor.
Yo le dije, bueno pero tú qué esperabas, ingenuo. El me contestó diciendo: todos los políticos son iguales.
Traducción casi literal de esta conversación, que me hizo sentirme impotente para poder contarle lo que yo sentía, que hay que votar a los partidos de izquierda, aunque se equivoquen, porque una mala izquierda es muchísimo mejor para los trabajadores que una buena derecha.
Pero, sobre todo, me hubiera gustado decirle que sin política no hay democracia, que, en lugar de huir de la política, hay que reclamar más política y más y mejores políticos. Quienes están provocando este caos buscan dos cosas: obtener el máximo beneficio económico a costa de lo que sea y conseguir el rechazo de los ciudadanos respecto de la política.
Y la alternativa que ellos promueven es el mal llamado Gobierno de los técnicos (que son empleados de los grandes grupos financieros) o sencillamente que volvamos a las dictaduras cuarteleras.
Insisto, sin política no puede existir la democracia y si los políticos que hay no son buenos echémoslos y busquemos otros, porque no, no es cierto que todos son iguales, hay mucha gente honrada y bien cualificada, a la que debemos empujar y respaldar.
Lo contrario será dejar nuestras vidas en manos de los mercados.
Francisco Javier Pérez Rosado es militante del PSPV-PSOE.
