Este 14 de abril conmemoramos el 81 aniversario de la proclamación de la II República. Aquella proclamación lleno de esperanza e ilusión a millones de trabajadores y trabajadoras, de conseguir una vida mejor en lo laboral, en lo social… Así sucedió en el breve periodo de tiempo (1931-1939) que duro. Hoy en día aún recordamos artículos de aquella Constitución Republicana como el Derecho al Sufragio (art. 18), la apuesta por la federalidad (art. 39), la separación nítida y clara entre Iglesia y Estado (art.35), la renuncia a la guerra como instrumento de política nacional (art. 6), la socialización de los medios de producción (art. 44), estableciendo que toda la riqueza, sea de quien fuere su dueño, estaría subordinada a los intereses de la economía nacional.
Artículos como el 46 que aseguraba al trabajador las condiciones necesarias de una existencia digna. La Gratuidad de la enseñanza y su laicidad (art. 48), la contribución al sostenimiento del gasto público de acuerdo con la capacidad económica de cada uno mediante un sistema tributario justo (art. 31), el deber de trabajar y el derecho al trabajo y a la libre elección de profesión u oficio (art. 35), la garantía por ley del derecho a la negociación colectiva laboral (art. 37) o los artículos referentes a la protección social, la sanidad, la cultura…
Han pasado 81 años y si aquella constitución estuvo influenciada por las manifestaciones y expresiones del Movimientos Obrero a través de constituciones avanzadas como la mejicana (1917), la soviética ( 1924), la de Weimar (1919) o la incipientes teorías de Keynes, hoy en plena hegemonía del pensamiento único y de las doctrinas de la escuela de chicago nos encontramos con que la actual constitución española la han convertido en una herramienta del capitalismo - con su modificación del déficit público- tirando por el sumidero todo lo referente al Estado Social y Democrático de Derecho.
La supeditación de los Estados a los llamados mercados (Emilio Botín (B.Santander), Francisco González (BBVA), multinacionales…), esta generando la perdida de los avances sociales y laborales conquistados durante décadas y que supusieron sangre, sudor y lagrimas para muchas generaciones. Hoy la dictadura del capital y el pensamiento único – el neoliberalismo- quieren recuperar aquello a lo que no pudieron acceder en el periodo que va desde la Segunda Guerra Mundial hasta la caída del Bloque del este. Para ello no tienen escrúpulos en recuperar políticas del siglo XIX de explotación laboral y sometimiento del trabajador al empresario tal y como refleja la reforma laboral que ha supuesto una huelga general en este país.
A ello hay que unirle los recortes en sanidad, educación, dependencia, pérdida de poder adquisitivo de pensionistas, retroceso en derechos y libertades, Amnistía a los defraudadores, paro, precariedad y aumento de la pobreza. Paralelamente, mantienen en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) los recursos a la casa real, a la iglesia, a la industria armamentística y al ministerio del interior con el propósito de seguir criminalizando y reprimiendo las protestas que se van a suceder ante tanta injusticia.
Son tiempos donde la monarquía además ha tenido que dar a conocer el destino de la cantidad de libre disposición que contemplan los PGE, donde la sombra de la corrupción sobrevuela la casa real, sin olvidar el caso Urdangarín - una pieza del caso “Palmarena”, que va a hacer que se sea menos condescendiente socialmente con los despilfarros de la Monarquía y su entorno.
14 de abril día de la república, es perentoria una profunda catarsis. La realidad nos muestra que son tiempos de revolución, de no arrodillarnos ante tanta injusticia, de recuperar lo mejor que nos dejo la II República y de organizarnos para construir la tercera. Hoy mas que nunca ¡viva la república! por justicia, necesidad y dignidad.
Artículos como el 46 que aseguraba al trabajador las condiciones necesarias de una existencia digna. La Gratuidad de la enseñanza y su laicidad (art. 48), la contribución al sostenimiento del gasto público de acuerdo con la capacidad económica de cada uno mediante un sistema tributario justo (art. 31), el deber de trabajar y el derecho al trabajo y a la libre elección de profesión u oficio (art. 35), la garantía por ley del derecho a la negociación colectiva laboral (art. 37) o los artículos referentes a la protección social, la sanidad, la cultura…
Han pasado 81 años y si aquella constitución estuvo influenciada por las manifestaciones y expresiones del Movimientos Obrero a través de constituciones avanzadas como la mejicana (1917), la soviética ( 1924), la de Weimar (1919) o la incipientes teorías de Keynes, hoy en plena hegemonía del pensamiento único y de las doctrinas de la escuela de chicago nos encontramos con que la actual constitución española la han convertido en una herramienta del capitalismo - con su modificación del déficit público- tirando por el sumidero todo lo referente al Estado Social y Democrático de Derecho.
La supeditación de los Estados a los llamados mercados (Emilio Botín (B.Santander), Francisco González (BBVA), multinacionales…), esta generando la perdida de los avances sociales y laborales conquistados durante décadas y que supusieron sangre, sudor y lagrimas para muchas generaciones. Hoy la dictadura del capital y el pensamiento único – el neoliberalismo- quieren recuperar aquello a lo que no pudieron acceder en el periodo que va desde la Segunda Guerra Mundial hasta la caída del Bloque del este. Para ello no tienen escrúpulos en recuperar políticas del siglo XIX de explotación laboral y sometimiento del trabajador al empresario tal y como refleja la reforma laboral que ha supuesto una huelga general en este país.
A ello hay que unirle los recortes en sanidad, educación, dependencia, pérdida de poder adquisitivo de pensionistas, retroceso en derechos y libertades, Amnistía a los defraudadores, paro, precariedad y aumento de la pobreza. Paralelamente, mantienen en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) los recursos a la casa real, a la iglesia, a la industria armamentística y al ministerio del interior con el propósito de seguir criminalizando y reprimiendo las protestas que se van a suceder ante tanta injusticia.
Son tiempos donde la monarquía además ha tenido que dar a conocer el destino de la cantidad de libre disposición que contemplan los PGE, donde la sombra de la corrupción sobrevuela la casa real, sin olvidar el caso Urdangarín - una pieza del caso “Palmarena”, que va a hacer que se sea menos condescendiente socialmente con los despilfarros de la Monarquía y su entorno.
14 de abril día de la república, es perentoria una profunda catarsis. La realidad nos muestra que son tiempos de revolución, de no arrodillarnos ante tanta injusticia, de recuperar lo mejor que nos dejo la II República y de organizarnos para construir la tercera. Hoy mas que nunca ¡viva la república! por justicia, necesidad y dignidad.
Fernando López-Egea
Secretaria Comarcal PCPV y Portavoz Grupo Municipal EU
Secretaria Comarcal PCPV y Portavoz Grupo Municipal EU
