Gasolina electoral

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Miércoles, 10 Agosto 2011 02:00

La política de sal gruesa –elemento utilizado por la magia negra para hacer daño- que ejerce el Partido Popular, ante los ataques especulativos que sufre la deuda española, junto a otros paises europeos, con una prima de riesgo que sube y baja por razones de caprichosa procedencia, confirma la falta de lealtad de la derecha con España y una preocupante carencia de sentido de Estado. Una derecha a la que le sobra temeridad y le puede la codicia de poder. Tenemos un PP sin propuestas a la vista y con un líder de dudosa cualificación ante la opinión pública según las encuestas, que están dispuestos a todo para ser ellos quienes gobiernen. La última ocurrencia, aprovechando la coyuntura con la lógica de las aves de rapiña, ha sido la petición del «adelanto» del adelanto de las elecciones. Sin propuestas ni alternativas serias, lo único que pueden utilizar es gasolina electoral para incendiar cuanto más y antes mejor al gobierno socialista, pues el tiempo, puede jugar en contra de sus intereses, aunque lo haga en beneficio de España.

El gobierno y el Partido Socialista en todos los niveles, se han cansado de pedir al PP una postura consecuente con los intereses de nuestra nación, que son los de todos y todas, quiero creer que también el de los populares o sus votantes. Pero no. El ejemplo de Italia, país de complejas relaciones políticas internas, que ha logrado unir izquierdas y derechas, por encima de sus diferencias, para hacer un frente común ante el ataque especulativo sufrido, aquí no sirve, aquí somos diferentes y la colaboración e implicación que piden donde gobiernan —aquí, en el Ayuntamiento de Sagunto, sin ir más lejos— la niegan donde son oposición.

El Gobierno pide medidas urgentes al Presidente del Banco Central Europeo, exige claridad al Banco Mundial, al FMI, critica a las agencias que «califican» hoy lo que no lograron evaluar a tiempo en el tsunami económico mundial… pero, al contrario que en Italia, la oposición, aquí no ha movido ni un dedo de apoyo. Y no lo han movido porque para esta «peña» neoliberal conservadora, el único objetivo es conseguir el poder al precio que sea. Es la misma derecha ultraconservadora que condicionó a Obama el techo de la deuda de EE.UU., la misma que lo arrinconó hasta eliminar toda idea o propuesta socialdemócrata a cambio. Como están intentando hacer con Rodríguez Zapatero, por ser de otra índole los recortes que la derecha pretende, recortes sobre los gastos sociales, sobre los pilares básicos del estado de bienestar: la sanidad y la educación públicas gratuitas para todos. Las propuestas que no hacen, el programa oculto.

No pasará mucho tiempo en que la necesidad de políticas socialdemócratas se volverán una reclamación urgente para la población europea. Pero en España, aún estamos a tiempo de salvarlas. Entre el humo irritante y tóxico de los mercados y agencias y el olor insoportable que desprende la política de gasolina electoralista de la campaña del PP, queda la decisión soberana de un pueblo, la decisión de la ciudadanía que puede ver más allá de la situación a corto plazo y que votará el próximo 20 N.

No podemos cuantificar la diferencia a favor de la situación de España que hubiese significado una oposición dialogante. Lamentamos que no se haya producido. Al parecer, siempre ha existido, un interés superior, no explicado, por encima del bien común de todos y todas. Increíble, como las estratagemas con sal gruesa para los males, pero real como la política de gasolina electoral con que nos intenta asfixiar el Partido Popular.

José Luis Chover – Portavoz del Grupo Municipal Socialista
Modificado por última vez en Miércoles, 10 Agosto 2011 02:00

 

 

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