La residencia Jaume I ubicada en la playa de Canet el lunes tiene que estar «desmantelada», según informan algunos familiares de la veintena de ancianos alojados que han llamado a esta redacción indignados porque por sorpresa, los responsables del centro les avisaron ayer de que se va cerrar la residencia a partir del próximo domingo a los residentes los van a trasladar a otros dos centros ubicados en Estivella y en el Puig.
Según informan familiares les han comunicado que los ancianos lo van a realojar en otras residencias, «pero ahora vamos a tener que pagar en la nueva residencia el mes de junio entero, porque en la Jaume I nos han cobrado la mensualidad entorno a 2.000 euros y desconocemos si nos van a devolver la parte proporcional, lo grave es que los ancianos no se quieren ir, es la empresa quien los tiran porque el domingo tiene que estar el edificio todo limpio de enseres y de usuarios, por lo que me imagino que el sábado tendrían que salir todos de allí. Además hoy viernes hay residentes que aún no saben en qué residencia los van a reubicar, aunque esta mañana ya han estado trasladando a varias personas», afirma C. Rodrigo.
Esta residencia hace tres años que se inauguró y es una de las más grandes de la comarca, con una superficie que ronda los 5.000 metros cuadrados, tiene capacidad para 90 plazas pero, en la actualidad estaban alojados una veintena de personas ancianas.
Mª José Sánchez, responsable de CC.OO. para los Sectores Socio Sanitarios, comenta que según informan los afiliados a este sindicato, la empresa, desde su apertura iba acumulando deuda y parte de la quincena de trabajadores que hay en la plantilla (entre personal de cocina, mantenimiento, limpieza, sanitario administración, etc) están en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), a excepción de cinco que no se incluyeron en el mismo. «Además del expediente de la residencia geriátrica, la empresa tiene otros dos ERES en la empresa de Prevención y en la Clínica Jaume I ubicada en el polígono Sepes», destaca la sindicalista.
Prosigue Sánchez señalando que los trabajadores de la residencia que no están incluidos en el ERE tienen que pedir la carta de cese y la liquidación. «La empresa les adeuda el salario de cinco mensualidades». Los trabajadores que están en el expediente tienen ciertas garantía que les ofrece el ERE, por el contrario, lo trabajadores que no se incluyeron en el expediente, no tienen garantizada su recolocación, (como les ha prometido la empresa) porque las nuevas residencias donde se van a realojar los ancianos, no tienen obligación de subrogarse al personal, «máxime cuando en alguna de ellas estaban a punto de despedir a parte de su personal, porque también les ha bajado la ratio de alojamientos».
Según informan familiares les han comunicado que los ancianos lo van a realojar en otras residencias, «pero ahora vamos a tener que pagar en la nueva residencia el mes de junio entero, porque en la Jaume I nos han cobrado la mensualidad entorno a 2.000 euros y desconocemos si nos van a devolver la parte proporcional, lo grave es que los ancianos no se quieren ir, es la empresa quien los tiran porque el domingo tiene que estar el edificio todo limpio de enseres y de usuarios, por lo que me imagino que el sábado tendrían que salir todos de allí. Además hoy viernes hay residentes que aún no saben en qué residencia los van a reubicar, aunque esta mañana ya han estado trasladando a varias personas», afirma C. Rodrigo.
Esta residencia hace tres años que se inauguró y es una de las más grandes de la comarca, con una superficie que ronda los 5.000 metros cuadrados, tiene capacidad para 90 plazas pero, en la actualidad estaban alojados una veintena de personas ancianas.
Mª José Sánchez, responsable de CC.OO. para los Sectores Socio Sanitarios, comenta que según informan los afiliados a este sindicato, la empresa, desde su apertura iba acumulando deuda y parte de la quincena de trabajadores que hay en la plantilla (entre personal de cocina, mantenimiento, limpieza, sanitario administración, etc) están en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), a excepción de cinco que no se incluyeron en el mismo. «Además del expediente de la residencia geriátrica, la empresa tiene otros dos ERES en la empresa de Prevención y en la Clínica Jaume I ubicada en el polígono Sepes», destaca la sindicalista.
Prosigue Sánchez señalando que los trabajadores de la residencia que no están incluidos en el ERE tienen que pedir la carta de cese y la liquidación. «La empresa les adeuda el salario de cinco mensualidades». Los trabajadores que están en el expediente tienen ciertas garantía que les ofrece el ERE, por el contrario, lo trabajadores que no se incluyeron en el expediente, no tienen garantizada su recolocación, (como les ha prometido la empresa) porque las nuevas residencias donde se van a realojar los ancianos, no tienen obligación de subrogarse al personal, «máxime cuando en alguna de ellas estaban a punto de despedir a parte de su personal, porque también les ha bajado la ratio de alojamientos».
