El Acero ofreció uno de sus partidos más serios de la temporada en Castellón, donde visitó la ciudad deportiva para doblegar al filial albinegro por (0-3).
La mayor fortaleza rojiblanca no estuvo en esta ocasión en la defensa, que sí volvió a ofrecer un excelente nivel, si no en el acierto ofensivo, ya que supo transformar sus mejores ocasiones en gol para acabar desesperando al Castellón B.
En un partido «más fácil de lo esperado», según explica el técnico Dani García, los tantos aceristas fueron obra de Oliva por partida doble, uno de ellos desde el punto de penalti, y Jabu, que se ha consagrado como el gran especialista rojiblanco a balón parado.
Los castellonenses, por su parte, sólo fueron capaces de ofrecer pinceladas de su calidad, que les sirvió para chutar tres veces a puerta, donde se encontraron con un espléndido Sergio.
Tras esta victoria, que prolonga la racha porteña a 18 jornadas sin perder, los hombres de Dani se han distanciado 12 puntos del cuarto, puesto que ahora ocupa el Castellón B, así que acaricia la promoción de ascenso, de la que sólo una debacle les puede alejar cuando restan 11 jornadas para terminar la temporada regular.
La mayor fortaleza rojiblanca no estuvo en esta ocasión en la defensa, que sí volvió a ofrecer un excelente nivel, si no en el acierto ofensivo, ya que supo transformar sus mejores ocasiones en gol para acabar desesperando al Castellón B.
En un partido «más fácil de lo esperado», según explica el técnico Dani García, los tantos aceristas fueron obra de Oliva por partida doble, uno de ellos desde el punto de penalti, y Jabu, que se ha consagrado como el gran especialista rojiblanco a balón parado.
Los castellonenses, por su parte, sólo fueron capaces de ofrecer pinceladas de su calidad, que les sirvió para chutar tres veces a puerta, donde se encontraron con un espléndido Sergio.
Tras esta victoria, que prolonga la racha porteña a 18 jornadas sin perder, los hombres de Dani se han distanciado 12 puntos del cuarto, puesto que ahora ocupa el Castellón B, así que acaricia la promoción de ascenso, de la que sólo una debacle les puede alejar cuando restan 11 jornadas para terminar la temporada regular.