Obras en 9 de octubre
Los comerciantes y vecinos de la zona entienden que las trabajos que se están ejecutando sean necesarios y precisos, pero opinan que la lentitud de estas está provocando inconvenientes durante demasiado tiempo y por ello piden premura.
Tras una primera reunión de los comerciantes afectados por las obras con el Ayuntamiento para pedir agilizar los trabajos todo lo que se pudiera, la jornada laboral de los trabajadores encargados de la realización de las obras se alargó. La jornada de trabajo de las obras pasó de terminarse a las 5 de la tarde a acabar a las 7.30, alargando así la actividad unas dos horas y media. Según los comerciantes afectados, dicha medida no ha sido suficiente para disminuir el retraso de las obras y piden nuevas medidas, como por ejemplo, la incorporación de un mayor número de trabajadores para que la realización de las obras acabe lo antes posible. Asimismo, desde el colectivo de vendedores prevén que las obras no estarán acabadas a finales de mes como estaba previsto y temen que se alarguen unos meses más.
Según han declarado el colectivo de comerciantes de la zona, las obras han afectado en gran medida a su actividad comercial normal, llegando en los casos más graves a una reducción de las ventas de un 80%. La imposibilidad del paso de coches y el difícil acceso de los peatones a los comercios de la zona impide el paso de clientes y en consecuencia, la disminución de ventas e ingresos.
El vallado que precinta la zona de obras, a pesar de su señalización, hace complicado cruzar o acceder a los diferentes comercios y viviendas de la zona, sobre todo a las personas más mayores y con problemas de movilidad. «Andar por la zona no es muy agradable, lo único que puedes hacer es tropezar y caerte. Además, está muy complicado para cruzar. La gente no sabe dónde cruzar. A pesar de estar señalizado, sobre todo la gente mayor, tiene dificultades para saber por dónde cruzar», ha declarado una de las comerciantes de la zona afectada por las obras. Además, el levantamiento de las aceras en las últimas semanas, así como la lentitud en acondicionarlas de nuevo, ha dificultado, aún más, la entrada y acceso a los locales y edificios de la zona.
A los inconvenientes económicos y de accesibilidad se les suman también las molestias de olores y suciedad derivadas de las obras. Debido al traslado de tierra diario para la realización de los trabajos de remodelación de la avenida, los vecinos y comerciantes inciden en las molestias provocas por el polvo ocasionado. El traslado de tierra y gravilla hace que las aceras estén sucias continuamente, y que esta suciedad se traslade dentro de los comercios. Además, los vecinos de la zona también han manifestado su descontento debido a las molestias derivados del olor que produce los trabajos en el alcantarillado y algunos de ellos afirman incluso haber visto ratas por la zona.
Tanto comerciantes como vecinos manifiestan así su malestar y afirman que se sienten resignados ante la lentitud de la ejecución de las obras. Asimismo, el colectivo vecinal pide rapidez en la ejecución de las obras y esperan con ganas su finalización.
