El estado en el que se encuentra parte del suelo de varias de las calles de Puerto de Sagunto ha dado lugar a distintas quejas de vecinos de Puerto de Sagunto, quienes demandan que se arreglen para poder circular con seguridad por las calles de su ciudad.
«La verdad es que entre aceras estrechas, sin rampas para carros y personas con movilidad reducida y los socavones y mal estado del suelo de las calles de Puerto de Sagunto, se hace poco cómodo pasear por la ciudad», comenta una vecina de Puerto.
«Circular por determinadas calles de la ciudad es una odisea, incluso por la Avenida Camp de Morvedre, que es la que yo más uso ya que vivo allí. Está toda la carretera agrietada, rota y llena de agujeros. Yo voy en coche y a veces, intentándolos esquivar casi me choco con los coches aparcados. Y si no hay coches, tengo que ir esquivando los agujeros que hay al lado de los bordillos».
«La verdad es que entre aceras estrechas, sin rampas para carros y personas con movilidad reducida y los socavones y mal estado del suelo de las calles de Puerto de Sagunto, se hace poco cómodo pasear por la ciudad», comenta una vecina de Puerto.
«Circular por determinadas calles de la ciudad es una odisea, incluso por la Avenida Camp de Morvedre, que es la que yo más uso ya que vivo allí. Está toda la carretera agrietada, rota y llena de agujeros. Yo voy en coche y a veces, intentándolos esquivar casi me choco con los coches aparcados. Y si no hay coches, tengo que ir esquivando los agujeros que hay al lado de los bordillos».
Lo mismo le sucede a Toni Martínez, cuyo principal modo de transporte es la moto. «He de ir esquivando las grietas y agujeros de aquellas calles donde ya sé que están porque llevan años así. Pero hay otros que me pillan por sorpresa y la verdad es que es bastante incómodo y peligroso, sobre todo, si va alguien más conmigo en la moto», relata el joven.
Bicicletas
En el caso de aquello vecinos y vecinas que van en bicicleta, todavía se nota más. Así lo cuenta Rita Martínez, vecina de Puerto, quien explica que en numerosas ocasiones, cuando ha ido cargada con las bolsas de la compra o bien llevando a su hijo pequeño, ha llegado a tambalearse e incluso caerse por el mal estado que presentan algunas de las calles de la ciudad. «Yo no tengo coche, nisiquiera carnet de conducir, por lo que me traslado siempre en bicicleta. A veces sola y a veces con mi hijo de 5 años. En este pueblo no existe conciencia de moverse en bici. Los carriles bici son escasos e incompletos, la gente no suele respetarlos. Además, las carreteras no están en condiciones y, en general, los conductores no suelen respetarnos mucho. Sería muy importante que el consistorio realizara campañas de concienciación sobre la importancia para el medio ambiente de aparcar los coches y moverse más en bici, pero para ello, claro está, se debe garantizar las medidas de seguridad necesarias», pide esta vecina.
Falta de rampas
«No estaría mal que los políticos se dieran una vueltecita andando por la ciudad. Callejear con el carro de un bebé o mover a una persona en silla de ruedas o con movilidad reducida es muy difícil en este pueblo. Creo que solo se salvan las avenidas, pero claro, para llegar a ellas hay que pasar por otras calles. Muchas aceras son tan estrechas que nisiquiera cabe la silla de ruedas de mi padre. Por no hablar de los temidos bordillos. En la mayoría no hay rampas y tengo que ir buscando alguna salida de garaje que tenga rampa porque yo sola no puedo con el peso de mi padre y la silla. Es muy triste que un paseo haga sentir así de mal a mi padre», afirma Esther, vecina de Puerto. «Entre las aceras estrechas, la falta de rampas, y los resaltos en la calzada, dice riendo, más que un pueblo esto parece el recorrido de humor amarillo. Lo digo riéndome, pero es por no llorar. No puedo salir a pasear con mi padre en silla de ruedas y con el carro de mi hija, ya que mi padre no puede subir sólo los bordillos porque no tiene la fuerza necesaria y para ayudarle yo tengo que soltar el carro. Es un caos. El pobre no quiere salir a pasear para no molestar. Pero esto sólo lo sabe quien lo vive».
Más farolas
Respecto a la seguridad, otro vecino del municipio resalta que «se requieren más farolas también por el pueblo, y sobre todo, que enciendan antes las ya existentes. Se hace de noche y las farolas aún no se han encendido. Ahora porque acaban de cambiar la hora, pero es que hace dos semanas pasaba lo mismo. Estás en el parque con los niños y no se ve nada. Ahora anoche muy pronto, y hay que entretener a los más pequeños cuando salen del cole. Y ahí estamos, en el parque y casi sin luz. Cuando nos vamos es cuando se encienden. Y más de los mismo si vas circulando por las calles y avenidas. Si vas en coche aún te ayuda las luces propias, pero las de moto y bici, no son suficientes y es bastante peligroso».
«Se están haciendo cosas en la ciudad, poco a poco, pero creo que falta comunicación directa con los vecinos. Estaría genial que una vez cada 15 días los políticos salieran a la calle y preguntaran directamente a los vecinos: ¿qué sería lo primero que cambiarías, mejorarías, o arreglarías de tu ciudad? Eso es lo que deben hacer, juntarse más con los vecinos y escuchar las necesidades de la calle», pide J. M.