Vinculado en la actualidad al proyecto político que representa Iniciativa Porteña, Ramón García Ortín (Puerto Sagunto, 1948), fue profesor de matemáticas hasta su jubilación. Es un hombre con sólidas convicciones de izquierda, que luchó contra la dictadura fascista del general Franco y que posteriormente se vinculó a Izquierda Unida. Fue concejal en el Ayuntamiento de Sagunto por esta coalición en la legislatura de 1991 a 1995. Durante estos cuatro años, recayó la Alcaldía de Sagunto en el socialista Manuel Girona Rubio, cuyo partido obtuvo en las urnas un total de 11 concejales, mientras que la coalición de izquierdas consiguió una representación de 3 ediles. Fue en este periodo, en 1992 concretamente, cuando se aprobó el Plan General de Ordenación Urbana de Sagunto, con los votos a favor de los dos ediles del PP, el único munícipe del CDS, los once concejales del PSOE y dos de Izquierda Unida, mientras que votaron en contra los siete de CIPS, partido liderado por José García Felipe, que fue una de las secuelas del cierre de la cabecera siderúrgica. Ramón García Ortín no asistió a esta sesión plenaria por no votar en contra del PGOU. Posteriormente, en las elecciones de 1995, García fue el cabeza de cartel electoral por Izquierda Unida, al ser el candidato por esta coalición a la Alcaldía de Sagunto, obteniendo uno de los mejores resultados electorales logrados por esta formación y un total de 4 ediles.
Algo se está moviendo en la recuperación del patrimonio industrial, por lo menos se habla de ello.
El patrimonio industrial se está empezando a retomar porque la parálisis que ha habido era de tal calibre que más atrás ya no se podía llegar. Hay que tener en cuenta que la Nave de Talleres Generales está prácticamente inutilizada desde hace años, el Museo Industrial está paralizado y el Horno Alto cerrado. La recuperación de la Gerencia es el único capítulo que ha recibido un impulso importante, pero ha sido gracias a la propuesta de Iniciativa Porteña, al promover el ayuntamiento la permuta que trasladaba fuera de la Gerencia la edificabilidad de 261 viviendas que el Plan general de 1992 le asignó en su interior. Esta es, a groso modo, la situación en la que se encuentra el patrimonio industrial en estos momentos.
¿El Plan General de Ordenación urbana, aprobado en 1992, ha sido un lastre para la recuperación del patrimonio industrial?
En cuanto a la Gerencia, sí, totalmente, y en cuanto a que este plan ha retraído una cantidad ingente de recursos, también. Estos recursos no tenían que haber sido soportados por los ciudadanos y sí por las empresas constructoras que se han encargado de las diversas urbanizaciones. En ese sentido, si se retraen recursos municipales, faltan para los diferentes desarrollos, entre ellos, el de la puesta en valor y recuperación del patrimonio industrial. Después, otra de las cuestiones que está lastrando la recuperación del patrimonio y que lastrará la Gerencia, sobre todo, es la existencia de dos ciudades y una sola administración. El otro día apareció en la prensa que Izquierda Unida quiere solicitar de la Generalitat la creación de un centro de día en el Macro Sector 7, es decir, entre los dos núcleos. Ahí tenemos la Gerencia, que es uno de los edificios que no se les ha podido pasar por la cabeza, que podría ser un lugar ideal para la creación de un centro de día, por ejemplo, o quizá otro tipo de servicios públicos.
Siempre se ha funcionado con esa mentalidad.
Sí. Todo esto es debido a la dicotomía que tenemos siempre de Sagunto - Puerto y de querer hacer, de los dos núcleos, uno, trasladando los servicios a mitad de ninguna parte. Es decir, hacer un puente donde no pasa el río y después desviar el cauce para que transcurra por debajo del puente. Esta es la política que se está llevando a nivel general desde hace décadas y que está lastrando el bienestar y la economía del municipio.
¿Tú no eres partidario de concentrar servicios en la zona de internúcleos?
A mi se me cae el alma a los pies cuando los chavales tienen que ir todos los días, ida y vuelta, de la playa a los institutos. Eso es un disparate como la copa de un pino y que después, eso, me lo quieran vender como algo progresista. Y todo por el afán de aseverar que somos el mismo pueblo y que hay que unirlos, aunque ese tipo de edificaciones lo único que hacen es separarlos, pero en fin. Esa es la mentalidad que hay desde hace años. Se levantó el polideportivo donde se hizo por lo mismo, exactamente igual que el macro sector 7, con lo que han arrasado toda la capa vegetal y arbórea que había en esa zona o el Fusión, obra del anterior tripartito, en el que han quedado dos pirulos en medio de ninguna parte [se refiere a las dos fincas de pisos que hay construidas]. Es tan esperpéntico, va tan en contra del sentido común, es inaudito y no avanzaremos mientras eso esté ahí como un dogma, y encima sea un tabú discutirlo, dentro de Izquierda Unida, por ejemplo, nunca se ha puesto sobre el tapete este asunto, nunca se ha podido discutir sobre los pros y los contras, algo que no me explico.
Lo de construir trama urbana entre Sagunto y El Puerto, ha sido una constante desde siempre. Eso es lo que se dio en llamar la Ciudad Lineal.
Exacto. Para saber de lo que estamos hablando, hay que ver cómo ha crecido El Puerto y cómo ha crecido Sagunto. En El Puerto, durante los años 50, cuando ya se decide que hay que unir los dos núcleos, se construyó el barrio de Wichita a casi un kilómetro de distancia de donde estaban las últimas casas del casco urbano, que era donde hoy está el Bar Teide. Desde ahí, la gente tenía que bajar al mercado o a la cooperativa de fábrica por malos caminos. Al final, alguien puso el servicio de una tartana, tirada por un caballo, que fue el primer transporte urbano que hubo, cuando no había necesidad de ello, pero había que acercar El Puerto a Sagunto.
Luego se promovieron las viviendas del Congo.
Exacto, posteriormente, construyeron el Congo, mucho más alejado del casco urbano porteño. Por eso se llamó el Congo, porque estaba donde Cristo perdió el gorro.
Y luego el barrio de Baladre, casi a mitad de camino entre ambos núcleos de población.
Efectivamennte, en el año 74 se promovió Baladre, más retirado todavía. Como eran gente pobre, pues que se jodan. Pero aquí no acabó este despropósito, para acercar Sagunto a El Puerto, se construyó el barrio de Bajo Vías, que como también era para gente pobre, pues que se jodan. Si los chiquillos, para ir a la escuela, tenían que cruzar las vías y la carretera, lo que haga falta, pero El Puerto y Sagunto se tienen que unir cueste lo que cueste. Esa ha sido la política que se ha seguido desde los años 50 del siglo pasado.
En el siglo XXI, con políticos más jóvenes y más formados, se continúa con la misma mentalidad.
Exacto. Lo grave del caso es que seguimos exactamente igual y todo esto está condicionándolo todo, porque lo que se hace en internúcleos no se construye en otro sitio, por eso creo que esta dinámica va a condicionar mucho la recuperación de la Gerencia. A ver si alguna de esta gente que está por el patrimonio industrial y la recuperación de la Gerencia, al final se caen del caballo, ven la luz y sientan la cabeza, porque por donde se va no se puede seguir.
El año que viene se cumplirán 25 años de la aprobación del PGOU. A los que pensabais que era un mal plan, ¿el tiempo os ha dado la razón?
Sí, por supuesto. Y continuamente irán apareciendo nuevos pufos. Hay algunos datos sangrantes que han condicionado, tanto la estructura urbanística como los servicios que podía haber tenido el municipio y, más concretamente, El Puerto, que con el plan general se perdieron. Uno de los pufos más grandes del PGOU, fue que se disiparan 300.000 metros cuadrados de zona verde y 130.000 metros cuadrados de equipamientos, que tuvo que pagar la siderúrgica, como paga cualquier urbanizador, por la revalorización de sus terrenos al pasar de rústicos a urbanos. Esos beneficios se los llevó por delante el plan general de 1992. Otro pufo de gran calado fue el que no se asignaran los dotacionales a las unidades de actuación. Esos dotacionales los podría haber adquirido el Ayuntamiento en su momento por unos precios no excesivamente caros, pero como se dejaron pasar los años, y, además, se produjo un boom inmobiliario sin precedentes con una especulación desorbitada que es la que ha llevado a este país a la ruina, al final las expropiaciones han salido carísimas.
En el pleno donde se aprobó el PGOU, tú, por no votar en contra, no acudiste.
Exacto. No fui por no votar en contra. Se decidió en la asamblea de Izquierda Unida que había que aprobar ese plan general, cuando se veía desde lejos que era un plan diseñado sin pensar en el beneficio del pueblo, más bien teniendo en cuenta los intereses de las empresas constructoras y las grandes compañías del municipio. En aquella asamblea de Izquierda Unida, donde se sometió a debate el plan general, había dos posiciones claras: la del PCE y la de otra gente que estaba muy próxima al PSOE. Por decirlo en plan vulgar, se les hacía el culo gaseosa por ir con el PSOE de comparsa a todos los sitios. Entonces terminó triunfando esta última posición por un solo voto de diferencia. Esa fue la posición de la asamblea en ese caso concreto de pronunciamiento sobre el plan general. En IU había una linea perfectamente marcada en cuanto a la especulación urbanística, proximidad de servicios a la ciudadanía, defensa del medio ambiente, etc., y el plan general iba totalmente en contra de todos esos principios.
De la Izquierda Unida que tu formaste parte, incluso siendo su cabeza de cartel en 1995, a la Izquierda Unida actual, ¿cómo ves su evolución?
Muy anquilosada. En la legislatura pasada hacía muchos brindis al sol en el Ayuntamiento, actuando con poco ímpetu, faltándole concreción, y en la actualidad, estando en el equipo de Gobierno, hay temas… por ejemplo: que en el programa de fiestas aparezca como colofón que van a celebrar una misa solemne, pues me parece que eso es un esperpento para lo que tiene que ser Izquierda Unida. Hay otro tema que a mí, personalmente, me ha dolido mucho, como es el de la UNED. Aquí si que se posicionó a favor Izquierda Unida, pero hacer recortes en la enseñanza universitaria me parece muy grave y eso se ha hecho desde un equipo de Gobierno en el que está Izquierda Unida.
La permuta que promovió el PP y SP para que la Gerencia fuera de titularidad municipal, se podría haber hecho en 1995, siendo alcalde Girona, o en 2003, siendo alcaldesa Gloria Calero y concejal de Urbanismo el actual alcalde, Francesc Fernández, sin embargo ninguno de aquellos equipos de Gobierno lo hicieron.
Entonces no había conciencia ni agallas. No había agallas.
¿A partir de ahora, cuál ha de ser la hoja de ruta para la recuperación del patrimonio industrial?
Aunque desde fuera se ha hecho mucha presión, creo que, en primer lugar, el Ayuntamiento se tiene que implicar, sí o sí, en la recuperación del patrimonio industrial, porque lo ejecutivo lo hace el consistorio y si desde la municipalidad no se ejecuta, es imposible. Hay gente que se está moviendo para crear una asociación de cara a potenciar y promover la revitalización y recuperación de ese patrimonio industrial. Esa puede ser una herramienta importante para facilitar y dinamizar que aquellos que puedan hacerlo, lo hagan. Hay que sentarse y empezar a aclarar de una vez lo que es nuestro pueblo. No se puede continuar llevando servicios a mitad de los dos núcleos y dejando en la ruina el patrimonio que tenemos y que lo debemos de utilizar y cuya rehabilitación no es particularmente onerosa. Habría que ver qué es lo que puede costar, cuáles son los plazos y las prioridades, etc., pero todo eso hay que determinarlo.
Para todo esto hacen falta muchos recursos.
Exacto. Nos encontramos, probablemente, con un problema de recursos, porque los recursos no son ilimitados. En ese sentido habría que ver, exactamente, pieza arqueológica por pieza arqueológica y en su conjunto, qué función darle y cómo se podría poner en valor. Por ejemplo, las Nave de Talleres Generales. Unos expertos que participaron hace pocas fechas en una jornada sobre patrimonio, plantearon que la Nave de Talleres se podría disponer como un espacio abierto que, efectivamente, con las posibilidades audiovisuales que hay en la actualidad, podría se muy útil desde el punto de vista pedagógico para mostrar lo que fue en su momento todo este complejo industrial. Con respecto al Horno Alto y el museo industrial, evidentemente, esos espacios hay que ponerlos en funcionamiento inmediatamente, dándole una solución a las cuestiones organizativas y administrativas. En esta tarea están implicadas las administraciones públicas y otras entidades, aunque ahí si que tiene una tarea importante el propio Ayuntamiento, porque es el que más fuerza puede ejercer ante la Generalitat Valenciana y ante las empresas que forman parte de la Fundación del Patrimonio Industrial.
