La proximidad del inicio de la campaña electoral, inaugurada este 8 de mayo, ha sido la causa principal de que los partidos políticos hayan organizado una tormenta en un vaso de agua a costa de la llegada a los muelles de Sagunto del barco siniestrado, el Sorrento, del Gruppo Grimaldi, con sede en Nápoles, que opera la línea Valencia-Mallorca.
El espectacular incendio, consecuencia, al parecer, de un cortocircuito producido en un vehículo albergado en una de las bodegas del ferry, enseguida atrajo la atención de los principales medios de comunicación, que a toda hora ofrecían imágenes del barco ardiendo. Una vez sofocado el fuego se anunció que el armador había solicitado que el Sorrento fuera remolcado hasta los astilleros de Sagunto. La noticia causó la consiguiente extrañeza puesto que cualquier vecino de esta comarca sabe que en el puerto marítimo de Sagunto no se dispone de ningún astillero, y mucho menos para acoger un navío de semejante envergadura.
A partir de aquí se desatan las primeras reacciones. El pasado fin de semana tanto Compromís como Iniciativa Porteña ponen el grupo en el cielo, y el partido de los segregacionistas pide al alcalde de la ciudad que convoque una reunión urgente y extraordinaria de la junta de portavoces si finalmente se confirma que el buque atracará en Sagunto.
Solicitud de escala
El pasado lunes, 4 de mayo, El Económico lanzó en exclusiva una alerta informativa a sus más de 4.000 suscriptores, adelantando que el Gruppo Grimaldi había cursado la petición de escala para el barco, estando prevista su llegada para el miércoles, a las 8 de la mañana. Finalmente el buque entraría en el puerto esa misma jornada, pero por la tarde. En cuanto este periódico difundió la información, se precipitaron los acontecimientos. El equipo de Gobierno convocó para la tarde del martes una reunión de la Junta de Portavoces. Paralelamente, el número 2 de la lista electoral de IP, llamó a una concentración ciudadana, a través de las redes sociales, para las 20 horas del martes.
Ya en la tarde del martes, se celebró la reunión de la junta de portavoces a la que acudió una nutrida representación de la Autoridad Portuaria de Valencia, integrada por cinco altos cargos, entre ellos el director del puerto de Sagunto, Juan Miguel Bernat. Todos los grupos políticos, incluido el PP, manifestaron a los representantes de la APV su unánime rechazo a que el barco llegara a Sagunto. Posteriormente, alrededor de 300 personas se concentraron en la Alameda para protestar por la llegada del navío. Todos los partidos políticos se sumaron a esta iniciativa, incluso el alcalde, Sergio Muniesa, que acudió a la protesta e informó a los manifestantes de la posición municipal.
Pero todo fue vano, el miércoles, según lo previsto, el Sorrento entra por la bocana del puerto, atracando en el muelle sur de la segunda dársena. Según las informaciones de la APV, su estancia no se prolongará más de 15 días.
Algunas voces críticas con la gestión del puerto marítimo de Sagunto, que, por ejemplo, en el primer trimestre de 2015 ha experimentado una pérdida de tráfico, respecto al mismo periodo del año pasado, del 17,83%, han aprovechado lo ocurrido con el Sorrento, para asegurar que todo lo que está sucediendo es debido a la falta de independencia del puerto de Sagunto.
