El II Plan Mixto de Empleo municipal tiene un coste 6.690.000 euros para los vecinos de Sagunto. Es una cantidad de dinero considerable que la administración local ha decidido invertir para paliar la extrema necesidad económica de muchos ciudadanos, que a causa de la crisis perdieron sus trabajos y se quedaron en paro. Dado que una parte de este presupuesto se destina a obras de mantenimiento, a mediados de septiembre, 220 personas se incorporaron a trabajar para ejecutar 19 obras en el municipio. A día de hoy cuando las intervenciones ya están en marcha, algunos trabajadores perciben deficiencias en la organización y, preocupados por la gestión de los recursos materiales y personales, lo manifiestan.
Ante esta situación, recuerdan que existe el riesgo de que la importante labor social que realiza este plan se enturbie por la forma en la que se desarrolla. No se trata solamente de ayudar, Sagunto también puede verse beneficiado con este aumento de personal disponible para realizar los trabajos de mantenimiento. Y aunque lo hace, creen que el beneficio podría ser mayor si se gestionaran de una forma más eficiente los recursos. Así lo denuncian los trabajadores que están día a día en las zonas de actuación. Los fallos que más destacan son la excesiva cantidad de personal por obras, puesto que no hay trabajo para todos allí, las necesidades de material que no se cubren y la falta de atención e interés por parte de algunos encargados.
Exceso de personal
Para exponerlo, es importante explicar cómo se han repartido estos 220 trabajadores. En concreto, en cada zona de trabajo las cuadrillas están formadas por 5 oficiales, 5 peones y 1 encargado. Es decir 11 personas. Además, por cada tres obras hay un encargado general que se dedica a coordinar temas de maquinaria y material y un aparejador. De forma externa, la empresa Pavasal se encarga de la maquinaria. Pues bien, algunos obreros denuncian que la figura del encargado general no tiene sentido porque está haciendo lo que debería hacer el jefe de obra y para obras de esta magnitud no es necesaria. Por lo que cree que son demasiadas personas para las tareas que deben llevarse a cabo.
Simplificando, aseguran que de las 11 personas que se pueden encontrar diariamente en las obras, en realidad solo hay trabajo, dependiendo de la actuación, para 6 o 7 empleados. Y entonces, ¿qué hace el resto? Siempre que se puede se les intenta encargar otras faenas, responden. Como ejemplo para ilustrarlo, los trabajadores cuentan que algunos días dos personas se han pasado toda la mañana sujetando señales para alertar por si pasa algún coche, «cuando en realidad ese trabajo se podría hacer con dos vallas y emplearlos a ellos en otros lugares».
Ante las críticas, el delegado de Presidencia del Ayuntamiento de Sagunto, Sergio Muniesa, explica que las 19 obras «tienen un mismo perfil y se pretende que sean intensivas, es decir, tienen unas características semejantes y están organizadas desde el punto de vista técnico para que tengan una estructura de 70% de mano de obra y un 30% de material. Están estudiadas y todas son de trabajo semejante. Cada empleado tiene una función encomendada». Con esto se refiere a que si tal y como sostienen los trabajadores, algunas obras sí que funcionan, al tener un mismo perfil, todas deberían funcionar. Aún así, Muniesa recuerda que en todas las actuaciones pueden existir pequeñas incidencias pero «aquí estamos para trabajar, resolverlas y obtener un resultado». Por eso, invita a que se le comunique cualquier cuestión que se pueda resolver o que implique una mejora porque «estas cosas se arreglan con una buena comunicación», reitera.
Falta de material
A esta denuncia de falta de organización del personal en las obras, se une también la escasez de material con la que se encuentran en ocasiones. Aunque todo depende de la obra, puesto que repiten que esto no sucede en todas por igual, las dos primeras semanas de trabajo algunos contratados llegaron a sus puestos y no disponían de material ni de herramienta. Para solucionarlo, al cabo de unos días les llevaron unas palas y estuvieron quitando hierbas. Y es que afirman que «cuando llegas a una obra debe estar todo el material preparado para trabajar. No puedes tener a la gente, a la que estás pagando, parada».
Días más tarde llegó el material a la obra en cuestión, pero con cuentagotas, afirman. Un empleado resalta una situación en concreto. Pidió a su encargado unas tablas para encofrar, y esta persona le respondió: «Esto no es un supermercado, eso vale mucho dinero». Pensó en hacer el encofrado con ladrillo pero le indicó que el ladrillo también era muy caro. A este problema suman otras deficiencias materiales como mangueras no lo suficientemente largas para regar las zonas en las que se echa hormigón, regles, etcétera. Muniesa sostiene que estas son «situaciones muy concretas» y destaca nuevamente que este tipo de cuestiones se pueden resolver «si se comunican. Estamos realizando un importante esfuerzo pero necesitamos también el compromiso de los trabajadores». Asimismo, asegura que él sí que ha visto tablas en las obras y que cuando las visita, acompañado de representantes de otros partidos políticos, se dirige a los empleados y pregunta cómo va todo. En esos momentos es cuando le pueden comunicar los materiales que necesitan.
Mismo sistema que en el Plan de Empleo anterior
El ambiente que se respira en algunas zonas de trabajo de este segundo Plan de Empleo es, por tanto, de desorganización. Los mismos trabajadores reclaman que «se planteen las obras antes de iniciarlas ya que no podemos estar haciendo y deshaciendo porque cada día recibimos unas indicaciones. De este modo, no se adelanta».
Según el delegado de Presidencia, «se están utilizando los mismos sistemas de trabajo que el año pasado. El plan anterior fue un éxito, ha recibido aplausos generalizados por parte de todos. De hecho, este año se ha decidido aumentar la dotación presupuestaria». Recuerda que el año pasado se acabaron todos los proyectos. De modo que espera que «si el anterior funcionó, este también lo haga».
Cabe destacar que estos problemas no se encuentran en las 19 obras que se están realizando y que, según el Ayuntamiento de Sagunto, son: «Encintados Vial de Delimitación Longitudinal de Almardà (VDL), c/ Tamarindos, Entorno Avenida Italia, Entorno de c/ Héroes. Fase I, Entorno de c/ Acueducto. Fase I, Entorno de c/ Arcediano Andreu, Entorno de c/ Abril, Entorno de C/ Conqueridor, Zona País Valencià, avda. Hispanidad, Plaza 1º de Mayo, Aceras Ferrodisa W, c/ Jerónimo Roure, C/ Peral/Camelia, C/ Asturias/Castellón, Plaza Independencia, Carril Bici Avenida Mediterráneo, Zona ajardinada junto a Passeig Mestre Villar y Seguridad Vial en calles y avenidas». Efectivamente, algunas funcionan con normalidad pero en otras se encuentran estos problemas.
También hay que resaltar que no todos los encargados del consistorio responden de la misma forma ante las demandas de los empleados. «Hay algunos técnicos que sí que se preocupan», afirman. Pero el problema está ahí. Y requiere una solución.
Muniesa, por su parte, ha declarado que le parece perfecto que exista una actitud que nazca de los trabajadores «de mejora y para conseguir una mayor eficiencia. Actuamos a la vez en 19 zonas por lo que es normal que se produzcan indicencias mínimas. Es lo que suele pasar en las obras pero aquí estamos para resolverlas. Por eso invito a todas las personas a poner en conocimiento nuestro las incidencias para que se puedan resolver». Respecto a la falta de organización, el delegado cree que se realiza una importante labor de coordinación.
Por lo tanto, estas quejas plantean la necesidad de revisar la forma en la que se está invirtiendo una gran cantidad de dinero en la ciudad. No cabe duda de que la labor del II Plan de Empleo es necesaria y, que con sus pros y sus contras, ayuda a muchas familias de la ciudad. Pero ya no solo como trabajadores sino también como ciudadanos, estos empleados opinan que los recursos se pueden utilizar de una forma más eficiente y conseguir así hacer una buena labor social a la vez que se trabaja por el mantenimiento del municipio, que es el fin conjunto de este proyecto. Tal y como lo resume el edil, «estamos para que haya un beneficio para la sociedad. Hemos hecho un esfuerzo para obtener superávit y así poder ayudar a muchos ciudadanos que estaban parados pero esto también debe tener un retorno social».
Por último, conviene recordar que los 6.690.000 euros proceden del superávit del ejercicio 2013 y 90.000 euros se han obtenido de bajas por anulación de partidas de presupuesto consideradas prescindibles. Junto con el plan anterior, la inversión municipal sumará más de 12 millones de euros, y se destinarán, en concreto, 2,68 millones al departamento de Mantenimiento.
