Acostumbra a afirmar el profesor Vicenç Navarro, que: “La sabiduría convencional es falsa por dogmática, y por carecer de base científica”, no se lo vamos a cuestionar porque hoy hablamos de técnicas de mantenimiento y no de ciencias políticas. Pero su afirmación me ha hecho reflexionar sobre los “dogmas” que se utilizan en mantenimiento, se suelen seguir sin cuestionar, tiene su lógica y su historia, se enseñan incluso en la universidad y por supuesto en los institutos de formación profesional.
Al inicio de esta serie de artículos sobre mantenimiento, comentaba el estado del mantenimiento en la industria española en los años 60 al 80, dos décadas muy fructíferas para su consolidación en las empresas y la introducción de los mantenimientos preventivos de inspecciones, revisiones a fecha u horas/marcha fijada, de sustituciones de piezas a marca de horas/marcha etc. En los años 80 se consolidan los mantenimientos predictivos, monitorizaciones y vigilancia de parámetros continua, el mantenimiento según estado, el fortalecimiento del mantenimiento correctivo con la formación y procedimientos, explotación de los históricos en los 80 iniciados en los años 70, la introducción de programas de ordenador (GMAO)específicos (Prisma, etc.) y la aparición de los programas globales corporativos que incluyen y coordinan los datos y la gestión del mantenimiento (SAP), mediante la captación a tiempo real de los acontecimientos en las líneas de fabricación.
Pues todo esto y mucho más como son los programas de TQM, TPM, Lean manufacturing, JIT… Y tantos otros que como herramienta o sistemas de dirección, involucran a la gestión del mantenimiento y lo suele poner en el centro de la diana. El gestor de las organizaciones del departamento de mantenimiento dispone hoy de un inmenso arsenal de herramientas, teorías y sistemas para tenerlo fácil. Fácil de disponer de este amplio bagaje, tanto en bibliografía, revistas, artículos de expertos, empresas de RRHH implementadoras, cursos y estudios reglados y titulados ¡Todo una ganga! La dificultad se le presenta al responsable de: Qué, cuanto y como… de sistemas, personal, presupuesto, objetivos.
Cada proceso, máquina, empresa, necesitará un tipo de gestión adecuada. El exceso es quizá peor que quedarse corto, y en esto de los excesos, todas las grandes empresas son “per se” un GRAN EXCESO. Lo que pretendo con esta introducción, es poner en entredicho o cuestionar algunas técnicas que se suponen eficientes y correctas, incluso imprescindibles para una buena organización de mantenimiento. Técnicas que no se cuestionan. Hoy lo vamos a cuestionar en base a experiencias y razones discutibles, y solo tres de estos dogmas: El dogma de los lubricantes, el dogma de los históricos, y el dogma de las grandes paradas.
DOGMA NÚMERO UNO, LOS LUBRICANTES: Los aceites lubricantes hay que cambiarlos a tiempo fijo, horas/marcha, o kilómetros. También otros componentes de desgaste como correas transmisoras, sustitución de bombas, reductores, motores, rodamientos, etc. Es decir, el Mto Preventivo por sustitución programada de componentes es imprescindible, todo se programa para desmontar y cambiar, ¡Hacemos Mto Preventivo!... ¡Que tíos! “Hay que ver lo organizado que están”. A la prevención hay pocos que se opongan ¿Verdad?
Estamos en el año 1978, dos años después de salir el primer coche. Los cambios de aceites lubricantes, sistemas hidráulicos y transmisiones de gran capacidad, se realizaban en el mes de Agosto aprovechando los 21 días del paro de producción por vacaciones. El personal de mantenimiento trabajaba cuando el resto estaba en las playas de Cullera; era un 25% de la plantilla de Mto, unos 80 de todos los oficios y mas 30 personas del departamento de producción que por razones varias no tenían vacaciones en ese periodo inactivo para fabricar, y se cedían a mantenimiento para ayudas. Una de las grandes actividades programadas de mantenimiento era la sustitución de los aceites de lubricación de prensas y sus aceites hidráulicos, total unos 60.000 litros de aceites mas otros 20.000 de equipos diversos con tanque superior a 100 litros. Las razones objetivas eran: 1) La recomendación de los fabricantes de prensas. 2) Que se venía haciendo en Alemania desde siempre. 3) Y que, en un año los aceites habían perdido sus características lubricantes. Las prensas trabajando a tres turnos representaban más de 7.000 horas/marcha, hay que cambiar y limpiar fondos. Este era el dogma en Ford, y en todo el mundo, y hoy aún sigue.
Ese Agosto de 1978 fue el último año que se cambiaron los aceites en los tanques de lubricación e hidráulicos. Se ahorraron los 80.000 litros de aceites, el coste de manipulación, el porte y regeneración de 400 bidones de 200 litros de aceite contaminante, el ahorro a precio actualizado en €uros fue de 290.000 € cada año. El 90% correspondía al valor de los aceites, el 10% a la manipulación, portes y reciclado.
1) La primera razón para el cambio anual, escrita en los manuales de usuario de los fabricantes, no es más que una cura en salud y seguridad para el fabricante, él no paga. Algunas recomendaciones son correctas y basadas en la larga experiencia del fabricante, son los casos de los fabricantes en serie, como el automóvil. Los fabricantes de series muy cortas o especiales carecen de experiencia sobre su propio producto, tu sabes más que el fabricante del equipo, y paga tu empresa.
2) Que esto es lo se ha hecho siempre, o así lo hacen los alemanes… esto no necesita demostrarse que es ¡Falso!
3) Los aceites de base mineral y los sintéticos, lubrican en base a su viscosidad (su capacidad de interposición). El resto de características son aditivaciones polímeros que aumentan la untuosidad, el anti-desgaste, la anti-corrosividad, la anti-espumosidad, el índice de viscosidad etc… aumentan la vida del aceite y protege las partes que lubrica. Carece de sustentación técnica afirmar que al cabo de un año o diez, 7.000h/marcha o 70.000, el aceite no hará perfectamente su función. El cambio debe hacerse cuando el aceite haya perdido las características importantes, con una desviación sobre lo mínimamente pre definido. Ni siquiera la objeción de que tiene mucha suciedad en suspensión es razón para desechar el aceite. También la suciedad en el aceite se controla, se mide. Esto solo es valido para los aceites de grandes tanques de lubricación, hidráulicos y transmisiones. En los pequeños tanques no es rentable la medición y su control, es mas económico cambiar al tiempo u horas determinadas. En los aceites para motores térmicos (automoción) es también mas económico el cambio según kilómetros y ambiente por donde se circula.
Protocolo para no vaciar nunca el tanque de aceite lubricante o hidráulico.
a) Si su capacidad aceites en tanques medios y grandes es menor de 10.000 litros, no necesita el protocolo como para más de 10.000. Solo debe verificar el sistema de decantación y filtrado de sus tanques. Si es escaso o ajustado, refuércelo con algún paso mas o mejor de decantación y o flotación. Ponga filtros en paralelo de gran granulometría, media y fina, con el fin de limpiar filtros sobre la marcha, en bypass. Añada imanes permanentes anteriormente a los filtros con objeto de retener partículas férricas, esto mejora la capacidad de los filtros. Filtros al retorno y a la impulsión.
Para controlar los parámetros de viscosidad, compra un viscosímetro de bola o similar. También puedes fabricártelo tu mismo. Para el de bola, coge un tubo de cristal tipo al protector de un buen puro habano de un diámetro sobre un centímetro, asóciate una bola de acero de rodamiento de diámetro inferior al tubo. Elige un aceite tipo hidráulico o de engranajes, del menor grado de viscosidad que tengas en tu empresa, por ejemplo un ISO VG 32, llena el tubo, con la bola dentro y coloca el tapón al tubo. Prepara un soporte para que el tubo esté inclinado a unos 45º, posiciona el tubo vertical para que la bola descanse sobre el tapón, ten el cronometro preparado. Coloca rápidamente el tubo sobre el soporte inclinado y pulsa el cronómetro, pulsa el paro del cronómetro cuando la bola llegue al final del tubo. Esas decimas de segundo corresponde a la viscosidad estándar ISO VG 32. Sigue estos pasos para cada una de las viscosidades que tengas en tu empresa, no serán más de seis, normalmente la 32cSt, 48cSt, 68cSt, 150cSt, 220cSt y 320cSt. Lo adecuado a una buena gestión en el proyecto, es que tengas dos en hidráulicos y dos en lubricación, 32cSt, 68cSt y 150cSt, 220cSt.
Para controlar la suciedad en los aceites de forma casera, consigue un paquete de papel filtro, los venden para laboratorios, pero también te vale el filtro de la cafetera Mielita, el papel higiénico de lujo, el de servilletas, posavasos, cualquier papel blanco de celulosa algo porosa, no excesivamente poroso, la cuartilla de la impresora ¡vale!. Debes coger muestras representativas del tanque (no en reposo) a fechas predeterminadas, (por ejemplo, cada seis meses) verter unas gotas sobre el papel y anotar fecha, aceite y máquina. La experiencia te dirá cuando y cuanto se encuentra sucio respecto al aceite de origen, el cual también habrás depositado una muestra sobre el papel para comparar con el usado. Ya supones que la viscosidad medida en segundos, puedes equipararlos con la viscosidad medida en Centi-Stocks (cSt) del sistema ISO VG. Hay otros sistemas caseros para determinar el contenido de agua en emulsión (que es malo). El TBN (Acidez del aceite) es también un dato importante, ya que mide la acidez del aceite y esto determina su mal estado cuando es alto, pero en aceites para engranajes, cojinetes, guías e hidráulicos es de mucha menos importancia, que para aceites de motor térmico.
b) Si en tu empresa manejas más de 10.000 litros de aceites, tu protocolo de control del estado del aceite debe ser similar al ya explicado, exceptuando que aquí tu tienes “Sex appeal” con los suministradores de lubricantes, te encuentran atractivo. Llámales y ponles en cantinela. Necesitas una propuesta de sus laboratorios para que te hagan los análisis pertinentes de control del estado de calidad del aceite. Te la harán gratis, deja que ellos te hagan la propuesta del tipo y la frecuencia, esto les cuesta dinero y es comprensible que no es de buen ciudadano abusar de los proveedores, ellos también tienen los mismos objetivos económicos que tu, cada cual en su empresa. Tratar bien a los proveedores, es una obligación.
Con la prevención de contaminación a base de reforzar el pre filtrado en el mismo tanque, y con el control del estado del aceite, según muestras analizadas en laboratorio, tu cambiaras el aceite de forma científica (como dice el profesor VNavarro) y no cuando el aceite está en perfecto estado. Lo previsto es que nunca debas vaciar el tanque y cambiar el aceite. Para limpiar los aceites cuando se detecten excesivas partículas metálicas, se procede a un filtrado (diálisis) sin parar el equipo, bien mediante centrifugadora, bien mediante equipo electro-filtro o filtros mecánicos autónomos. Otro sistema de limpieza más económico es el de trasegar el aceite del tanque origen a otro en el que se dejará dos días en reposo para provocar la decantación natural. Con este método es necesario tener el equipo parado unos 60 minutos: Se transvasa, se limpian fondos del tanque origen y se rellena con aceite nuevo, el viejo se deja decantar. Puede hacerse sin parar el equipo haciendo modificaciones en la tubería de impulsión y la de retorno, para conectar el equipo portátil de suministro mientras se vacía y limpia el tanque origen.
c) Otras consideraciones a tener en cuenta, es que un descenso de la viscosidad en el tanque del aceite de lubricación, casi siempre motivado por la mezcla del hidráulico por descarga de sobre-presión, se puede compensar añadiendo la cantidad necesaria de aceite de mayor viscosidad, previo calculo. Los aumentos de viscosidad son más raros y pueden ser debido a mezclas de aceites y grasas de embutición profunda. El control de muestras es suficiente con dos veces al año.
Bien, para el próximo artículo nos ocuparemos de los dos dogmas pendientes. El dogma de los históricos y el de las grandes paradas. Dos dogmas que se mantienen en la actualidad en muchas, grandes e importantes empresas. Cantidades de recursos se emplean para satisfacer a estos dos dogmas imborrables. No se admite carecer de grandes archivos de datos históricos de cada uno de los equipos instalados. Y no se acepta que habiendo días donde la fabrica está parada, el mantenimiento no esté haciendo trabajos correctivos y preventivos. Hay que tener huevos para decir a la dirección y al departamento de producción, que… “El departamento de mantenimiento se va de vacaciones y las luces de fábrica se apagan”. O, en una fábrica de producción continua 24 horas, que se paran 24 horas seguidas cada 30 días con el objeto de hacer mantenimiento exhaustivo e intensivo que permita producir durante otros 30 días más.
Después de tocar el tema de REVOLTIJOS, nos quedamos por repasar los conceptos de “Escalonamiento de Causa, Extensión de Causa, Clase de Reparaciones, Causa y Efecto, Cambios y Distingos, etc.” No lo tengo olvidado y será tema para cuando me rote, al fin y al cabo yo escribo a mi aire y vosotros me leéis al vuestro, así es la democracia ¿Lo que no se es porque algunos, dicen que no la hay?
Un saludo amigos.