Con la llegada del otoño y los cambios de temperatura, nuestro organismo se resiente, motivo por el que se incrementan las epidemias en esta época del año. Por ello, se debe prestar especial atención a la alimentación. Una dieta en la en la que predominen nutrientes y vitaminas, como la vitamina C, puede ayudar contra la gripe.
La vitamina C contribuye al desarrollo normal de colágeno para el funcionamiento correcto de huesos, cartílagos y vasos sanguíneos. Su papel en la asimilación del hierro ha sido tenido en cuenta por la Organización Mundial de la Salud (OMS) al definir los valores dietéticos de referencia (VRN) para este mineral. En este sentido, los zumos de naranja y pomelo son considerados fuente de vitamina C por contener, al menos, un 7,5% del VRN por 100 ml1. Por ello, el consumo de zumo de estas frutas, junto con el de otros alimentos ricos en hierro, puede facilitar la absorción de este mineral.
«El consumo de zumo de fruta también puede ayudar al consumidor a alcanzar los niveles diarios recomendados de potasio y mantener de una presión arterial normal», afirma el técnico asesor de la Asociación Española de Fabricantes de Zumos (Asozumos), Manuel Chico. Además, en el caso del zumo de naranja, su contenido en folato contribuye a evitar deficiencias de este nutriente durante el embarazo, favoreciendo el buen desarrollo del feto. La vitamina C ayuda al correcto funcionamiento del sistema inmunológico y la reducción del cansancio y la fatiga. El magnesio y otros compuestos bioactivos de carácter antioxidante, como el betacaroteno (provitamina A) completan las propiedades del zumo de fruta, haciéndolo un alimento de gran valor nutricional.
Los zumos también contienen otros compuestos bioactivos, exclusivos de los alimentos de origen vegetal, denominados fitoquímicos, entre los que se encuentran los polifenoles. «Los polifenoles no solo contribuyen a un mayor atractivo sensorial, aportando olor, color y sabor, sino que ayudan a prevenir afecciones cardiovasculares y algunos tipos de cáncer», apunta Manuel Chico.
La mayor parte de las guías nutricionales establecen seguir unos hábitos alimenticios saludables en los que se incluyan cinco raciones diarias de fruta y verdura, siendo 400 gramos el consumo mínimo recomendado, según la OMS. A su vez, el comité científico de '5 al Día' establece que una de las cinco raciones diarias puede ser un zumo de fruta. En España, un vaso de este alimento forma parte de esas cinco porciones, en el contexto de una dieta equilibrada.
Por ello, incluir este tipo de bebidas dentro de una dieta saludable y equilibrada durante la época otoñal, es imprescindible para lograr un aporte correcto de energía, un funcionamiento cerebral óptimo y para ayudar al organismo a prevenir síntomas comunes de los cambios estacionales gracias a las propiedades nutricionales de la fruta de la que proceden.
