Drama en el Atlas.

Martes, 14 Abril 2015 00:47

Que los rescatadores marroquíes no eran buenos profesionales y carecían de medios, parece que esta claro. También es verdad que al menos los que bajaron hicieron lo mejor que sabían, y se la han jugado. Cierto, también, que España cuenta con profesionales, como la Guardia Civil de Montaña, que están formados y disponen de medios más modernos y sofisticados que la Gendarmería Marroquí, todo esto es cierto. También parece cierto que los nueve espeólogos, solo uno era espeólogo. El presidente de la Federación Española ha explicado que del grupo de los tres accidentados sólo uno era espeleólogo.(Esta aclaración y la actividad real que hicieron, los clasifica como “barranquistas” o escaladores y no de espeólogos.) “La persona que sobrevivió era el único espeleólogo que había en el equipo, uno de los fallecidos estaba federado en montaña y el otro creemos que no lo estaba en nada”, asegura” Los otros seis que se separaron eran por lo visto meros excursionistas, ya que estos tres que descendieron por el barranco eran los más expertos.

Se ha escrito y hablado mucho sobre la inoperancia de Marruecos y del gobierno español, pero nadie se atreve a exponer la cuestión de la responsabilidad de esta expedición de los supuestos espeólogos españoles al Atlas marroquí. Cierto también que cuando hay víctimas mortales, la crítica se hace cauta, reservada y penosa. Toda persona bien nacida lamenta estas pérdidas humanas y comprende el dolor y el trauma de sus familias y allegados. No obstante ante un accidente de esta índole deportiva conviene indagar sobre la “Causa Raiz”, pues otras causas o razones secundarias no surgen si la Causa Raiz se pudo evitar previniendo, es decir analizando cuales son los riesgos y cuáles son las medidas preventivas que eliminaran o disminuirán los riesgos. La cuestión es saber que planificación tenían los organizadores de este ocio privado de aventura espeológica, que medios y que razones, para pensar que en caso de accidente, las cosas iban a ser de otra manera.... Esto, dará información a los futuros profesionales y aficionados a este deporte de altísimo riesgo.

Según sus allegados eran montañeros experimentados y llevaba más de dos meses preparándose para la expedición. Ya en la zona, el domingo, los nueve españoles se separaron en dos grupos para recorrer diferentes rutas, como estaba previsto. Juan Bolívar, José Antonio Virués y Gustavo Martínez tomaron una ruta hacia el barranco de las montañas del Atlas, cerca de la ciudad de Ouarzazate (donde ocurrió el accidente), junto con un guía extra-oficial, porque era más económico que los guías de oficio legal. Los otros seis, menos experimentados cogieron otra ruta más sencilla o accesible a sus conocimientos y preparación.

Según fuentes policiales, han dicho que el grupo había decidido volver a reunirse el martes en la ciudad de Taghrafet, pero ni Juan ni Gustavo y José Antonio aparecieron en el lugar acordado. El miércoles (24 horas más tarde) los seis denunciaron la desaparición de sus colegas españoles a las autoridades marroquíes y advirtieron al consulado español en Casablanca sobre la situación, dijo la policía marroquí. Los seis miembros del segundo grupo que se quedaron con el guía denuncian que cuando empezaron a echar de menos a sus compañeros y pidieron ayuda al guía para localizarles, éste se lavó las manos argumentando que ellos habían querido bajar solos y que no era su responsabilidad. "No quiso hacer nada por ayudar", reconoce la mujer de José Morilla, uno de los espeleólogos que iba en este grupo y que dio la voz de alarma a la Gendarmería marroquí y al Consulado español de Casablanca.

Rápidamente las fuerzas de seguridad marroquíes comenzaron la búsqueda de los espeleólogos españoles, pero durante los primeros días (jueves y viernes) la niebla obstaculiza la labor de los helicópteros marroquíes que buscan a los espeleólogos, y no fue hasta el sábado por la mañana cuando se encontraron a los españoles en un acantilado situado en la provincia de Ouarzazate. Debido al rescate aéreo terreno no era posible en cualquier momento y equipos marroquíes tuvieron que aterrizar en una zona menos peligrosa unos 45-60 minutos del accidente, según fuentes del Ministerio de Interior. Una vez en el acantilado donde espeleólogos fueron, el terreno con pendientes de 200 metros, la nieve y el estado de los españoles, obligó al grupo de rescate de Marruecos a retrasar la operación hasta el domingo. Los agentes marroquíes emplearon más de 24 horas para completar el rescate de Juan Bolívar, el único sobreviviente, y tuvieron éxito gracias a la colaboración de espeleólogo propia. Bolívar sacado del barranco por los marroquís, recibió los primeros auxilios en la misma zona del accidente antes de ser llevado al hospital en Ouarzazate. El Ministerio del Interior en Rabat (Marruecos) informó el lunes que el espeleólogo español es “estable y descansando.”

El otro fallecido, José Antonio Martínez había muerto durante el sábado gravedad de sus lesiones (sufrió una contusión en la cabeza y una pierna rota), pero no se convirtió en oficial hasta el domingo. Esta segunda defunción, parece ser debida a las dificultosas operaciones de rescate de los espeólogos marroquís, ¿fue error, imposibilidad o negligencia?

Todo esto y más hemos estado escuchando en los noticieros televisivos, radio y prensa. Nadie cuestiona las causas de este penoso accidente, las causas de origen o Causa Raiz. Yo voy ha hacer unas preguntas que me vienen a mi ajustadito entendimiento espeológico o barranquero.

a) ¿Por qué estos espeólogos no llevaban un par de GPS para estar siempre localizados?

b) ¿Tampoco llevaban teléfonos vía satélite para estar comunicados?

c) ¿Se separaron sin saber donde estarían cada grupo? ¿No llevan mapas, no indican coordenadas?

d) ¿Por qué no comunicaron ni siquiera al sindicato de montañeros marroquí su plan? Tampoco a las autorides.

e) ¿Si tanta preparación tenían, (mejor que los marroquís que a lo más son pastores de cabras) por qué no se quedó nadie, ninguno de los otros seis, en la cúspide con cuerdas y equipo para un eventual percance?

f) ¿Por qué estuvieron 24 horas sin comunicar la desaparición de sus compañeros?

g) ¿Por qué el montañero que resbaló (y arrastró al otro) no tenia sujeción segura? ¿Material incorrecto, mala aplicación, confianza, incumplimiento de normas?

Si estas preguntas quedan sin respuesta… hay que afirmar que el equipo de espeóplogos carecía de experiencia y de sensatez. Marruecos no tiene los sistemas de asistencia y socorrismo a nivel europeo, tiene lo que tiene, incluso para sus propios ciudadanos, los cuales carecen de economía y tiempo para este peligroso deporte. Entiendo que pedir responsabilidades a los gobiernos de España y Marruecos del trágico resultado obtenido por la exclusiva e independiente decisión soberana de estas nueve personas, no es ni justo ni razonable, y menos cuando la Causa Raiz del accidente se sitúa en su propia y mal planificada expedición, además de temeraria.


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Modificado por última vez en Martes, 14 Abril 2015 01:02

 

 

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