Una cuestión romántica.Una carta abierta al Ayuntamiento

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Jueves, 10 Febrero 2011 01:00

Esta puede parecer una cuestión romántica, pero en todo caso necesaria. Deseaba hablarles de libros y de papeles, más bien traerles su voz.
No sé si Uds. han tenido la experiencia. Vayan a una biblioteca o a un archivo y permanezcan en silencio. Pronto empezarán a escuchar un murmullo que irá creciendo en volumen. Son los libros y los documentos allí existentes, las historias que nos narran y sus personajes. Las palabras planean a su entera satisfacción en esos lugares sagrados mientras asistimos maravillados a sus vuelos.

Hoy, necesitaba transmitirles esas voces. Me refiero a los libros, los papeles, los planos, las fotografías y las películas que integran los fondos del Archivo Histórico Minero e Industrial de Puerto Sagunto, que recogen la documentación de las empresas Compañía Minera de Sierra Menera, Compañía Siderúrgica del Mediterráneo, Altos Hornos de Vizcaya y Altos Hornos del Mediterráneo.
Ese Archivo está custodiado por la Fundación para el Patrimonio Histórico Industrial y situado en el edificio de las antiguas oficinas de Altos Hornos, en la avenida 9 de Octubre. Esta Fundación es la salvaguarda de esa parte fundamental de nuestra Historia. Al mismo tiempo también impulsa la adecuación del Alto Horno y el futuro Museo Minero e Industrial. Pero el Museo y el Archivo son actividades distintas, aunque complementarias. El itinerario museístico recorre, de manera pedagógica, las diversas etapas de los procesos técnicos y humanos de la explotación del mineral de hierro y de la producción del acero, a través de materiales, instrumentos, maquetas, maquinarias, cuadros, pantallas de vídeo y otros medios. Pero adentrarse en el Archivo es prestar los oídos y dejar hablar a los libros de Memorias, de Caja, de Nóminas,  estados de producción, accidentes laborales, cuadros de inversiones y presupuestos, libros de Matrícula de empleados, etc. Por ello, el Archivo Histórico Minero e Industrial precisa su espacio propio, lugar para depositar sus fondos, actuar y restaurar los mismos, reproducirlos, sala de investigadores y demás estancias.

Recientemente, el Ayuntamiento ha acordado formalizar un convenio con la Generalitat Valenciana para cederle el recinto de la antigua Gerencia y que materialice allí el anunciado Campus de las Artes Escénicas. También ha acordado defender los posibles derechos de uso del Ateneo y del Casino Recreativo en el edificio central de la Gerencia, la casa de D. Ramón de la Sota. Siendo interesante que exista una utilización cultural y social de estos edificios para beneficio de la población. Pero no olvidemos que la Fundación para el Patrimonio Histórico Industrial es anterior al citado Ateneo, y que los fondos que custodia preceden también al Casino, hallándose la historia de este Casino depositada en ese Archivo.

Desde este panorama, contemplamos con una cierta inquietud las anunciadas obras de acondicionamiento y de rehabilitación del edificio de las antiguas oficinas de Altos Hornos para transformarlas en emplazamientos municipales. Por ello, hemos de solicitar a los representantes de nuestro Ayuntamiento, a su gobierno, su sensibilidad a la hora de acometer esas obras, que no deben de provocar el desahucio de la Fundación, allí sita, ni expulsar a la intemperie a sus fondos, que son buena parte de nuestra Historia.

Es nuestra obligación y nuestro derecho conservarlos y protegerlos, legándolos a sucesivas generaciones de ciudadanos. Así, hemos de pensar en dejarlos en el mismo lugar actual, pero ya acondicionado, con un exquisito cuidado o traslado provisional durante las reformas previstas, o en reubicarlos en otra sede, que incluso podría ser en el mismo recinto de la Gerencia, por ejemplo en el edificio central o en el antiguo economato, debidamente reformados. En definitiva, una sede digna para el contenido que debe albergar.

He de agradecerles que me hayan leído y escuchado al traer aquí la silenciosa voz de esos documentos y libros, que necesitan que los mantengamos y que no los condenemos al olvido ni a la destrucción. Porque son memoria de lo que fuimos, explican lo que somos y pueden ayudarnos a construir un futuro mejor al conocerlos. No temamos pues el vuelo de las palabras que emergen de esos papeles, más bien gocemos con sus piruetas, con los diálogos que hilvanan y aprendamos de los episodios que nos testimonian.

Por todo ello, y en su nombre, reiterarles las gracias anticipadas por su sensibilidad y su inteligente compasión hacia nuestra Historia.

Buenaventura Navarro

Modificado por última vez en Jueves, 10 Febrero 2011 01:00

 

 

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