Cuando uno trabaja en los medios, acepta ya, como el principal gaje del oficio, el que se intente matar al mensajero cada vez que destapas una negligencia municipal. Por eso, tras la publicación, el pasado viernes 17, de una noticia en la que se incidía en el llamativo hecho de que SP estuviera haciendo bandera electoral de oponerse a una obra que impulsó esta misma formación, no nos cabía más que esperar una andanada de excusas y descalificaciones por parte del entorno de SP, que en este caso, se esperaba con más motivo, puesto que este no es un modus operandi inusual a la hora de afrontar críticas en esta formación, que ha convertido la segregación en una marca política.
Por lo tanto, encontrarnos un escrito firmado por el portavoz, Manuel González, hablando de «errores tendenciosos», era algo de esperar, lo que ha causado más sorpresa, es la insistencia de González en ahondar en el ridículo protagonizado en este hecho por su formación, que, por otra parte, no es nuevo, pues basta recordar que cuando este periódico anunció que la nueva Ley Valenciana de Régimen Local impedía la segregación de El Puerto, enseguida salieron los voceros segregacionistas acusándonos de habernos anticipado e, incluso, atreviéndose a insinuar, por medio de una pregunta, que con la nueva norma la segregación estaba más cerca. Pocas semanas después, los mismos que lo negaban, admitían justamente todo lo contrario, hablando ya de maniobras malintencionadas del PP, aunque eso sí, todo esto después de las declaraciones del diputado de EU, Lluis Torró, que publicó este periódico.
En su escrito, el señor González, admite, como no podía ser de otra manera, que su partido, junto al PP, adjudicó el proyecto ‘Rehabilitación, Horno Alto núm. 2, incluido en el Plan de Dinamización del Producto Turístico Expte. 29/08’. Esta adjudicación se aprobó inicialmente en la Junta de Gobierno del 5 de noviembre de 2008 y fue votada favorablemente por el citado portavoz y sus compañeros, Jaime Goig, Raúl Navarro y María Pilar Fernández, además de los ediles del PP. La decisión fue ratificada en la Junta de Gobierno de 26 de noviembre del mismo año, aunque en esta ocasión el señor Goig no acudió. Es evidente, a menos que el señor González quiera acusar públicamente a la Secretaría del Ayuntamiento de cometer «errores tendenciosos», que esta información es absolutamente cierta, totalmente verificable y cristalinamente objetiva.
El coste total de la obra que adjudicaron, ascendía a 913.723,28 euros, más 146.195,72 euros de IVA. En ese importe, como debe, o debería, saber el señor González, estaba incluida la cuantía de la instalación eléctrica de baja tensión prevista en el proyecto de Rehabilitación, Horno Alto núm. 2, que ascendía a 73.034,26 euros. Este proyecto eléctrico y no otro, es el que SP adjudicó, y pueden, si es que lo que le falla al señor González o alguno de sus compañeros, es la memoria, descargárselo de nuestra web, repasárselo (para haber si así ahora logran acordarse) y comprobar como lo firmado no se parece en nada a la iluminación ornamental que instaló en su día Unión Fenosa y que ahora tanto echan de menos. Este dato, también es absolutamente veraz.
Lo que ha ocurrido, señor González, ya que muestra tanto interés en que compartamos nuestras opiniones con el resto de nuestros lectores, detalle que, como no podía ser de otra manera, le agradecemos efusivamente, es que ustedes, que firmaron el pacto de Gobierno con el PP en agosto de 2008, pensaron en el rédito electoral que le iban a sacar al proyecto de rehabilitación del Alto Horno y lo aprobaron sin analizar concienzudamente la documentación. Es más, durante el tiempo en que se han desarrollado los trabajos no han sido capaces de visitar la obra para inspeccionarla. Si lo hubieran hecho, si hubiesen preguntado, enseguida se habrían dado cuenta de que el alumbrado que se iba a instalar no era el ornamental. Lo han descubierto a la vez que el resto de los ciudadanos que pasaban por el monumento y veían, sorprendidos, que la luminaria no era la misma, ni mejor ni peor, distinta. Y a partir de ahí han desarrollado una estrategia de comunicación que incide en el victimismo. En lo malos que son los saguntinos que no piensan más que en ver cómo perjudican a los porteños. A ver si van cambiando el chip porque ese discurso está agotado y amortizado desde el día en que decidieron firmar un pacto de gobierno en el que no se podía hablar de la independencia del núcleo de El Puerto.
Por lo tanto, encontrarnos un escrito firmado por el portavoz, Manuel González, hablando de «errores tendenciosos», era algo de esperar, lo que ha causado más sorpresa, es la insistencia de González en ahondar en el ridículo protagonizado en este hecho por su formación, que, por otra parte, no es nuevo, pues basta recordar que cuando este periódico anunció que la nueva Ley Valenciana de Régimen Local impedía la segregación de El Puerto, enseguida salieron los voceros segregacionistas acusándonos de habernos anticipado e, incluso, atreviéndose a insinuar, por medio de una pregunta, que con la nueva norma la segregación estaba más cerca. Pocas semanas después, los mismos que lo negaban, admitían justamente todo lo contrario, hablando ya de maniobras malintencionadas del PP, aunque eso sí, todo esto después de las declaraciones del diputado de EU, Lluis Torró, que publicó este periódico.
En su escrito, el señor González, admite, como no podía ser de otra manera, que su partido, junto al PP, adjudicó el proyecto ‘Rehabilitación, Horno Alto núm. 2, incluido en el Plan de Dinamización del Producto Turístico Expte. 29/08’. Esta adjudicación se aprobó inicialmente en la Junta de Gobierno del 5 de noviembre de 2008 y fue votada favorablemente por el citado portavoz y sus compañeros, Jaime Goig, Raúl Navarro y María Pilar Fernández, además de los ediles del PP. La decisión fue ratificada en la Junta de Gobierno de 26 de noviembre del mismo año, aunque en esta ocasión el señor Goig no acudió. Es evidente, a menos que el señor González quiera acusar públicamente a la Secretaría del Ayuntamiento de cometer «errores tendenciosos», que esta información es absolutamente cierta, totalmente verificable y cristalinamente objetiva.
El coste total de la obra que adjudicaron, ascendía a 913.723,28 euros, más 146.195,72 euros de IVA. En ese importe, como debe, o debería, saber el señor González, estaba incluida la cuantía de la instalación eléctrica de baja tensión prevista en el proyecto de Rehabilitación, Horno Alto núm. 2, que ascendía a 73.034,26 euros. Este proyecto eléctrico y no otro, es el que SP adjudicó, y pueden, si es que lo que le falla al señor González o alguno de sus compañeros, es la memoria, descargárselo de nuestra web, repasárselo (para haber si así ahora logran acordarse) y comprobar como lo firmado no se parece en nada a la iluminación ornamental que instaló en su día Unión Fenosa y que ahora tanto echan de menos. Este dato, también es absolutamente veraz.
Lo que ha ocurrido, señor González, ya que muestra tanto interés en que compartamos nuestras opiniones con el resto de nuestros lectores, detalle que, como no podía ser de otra manera, le agradecemos efusivamente, es que ustedes, que firmaron el pacto de Gobierno con el PP en agosto de 2008, pensaron en el rédito electoral que le iban a sacar al proyecto de rehabilitación del Alto Horno y lo aprobaron sin analizar concienzudamente la documentación. Es más, durante el tiempo en que se han desarrollado los trabajos no han sido capaces de visitar la obra para inspeccionarla. Si lo hubieran hecho, si hubiesen preguntado, enseguida se habrían dado cuenta de que el alumbrado que se iba a instalar no era el ornamental. Lo han descubierto a la vez que el resto de los ciudadanos que pasaban por el monumento y veían, sorprendidos, que la luminaria no era la misma, ni mejor ni peor, distinta. Y a partir de ahí han desarrollado una estrategia de comunicación que incide en el victimismo. En lo malos que son los saguntinos que no piensan más que en ver cómo perjudican a los porteños. A ver si van cambiando el chip porque ese discurso está agotado y amortizado desde el día en que decidieron firmar un pacto de gobierno en el que no se podía hablar de la independencia del núcleo de El Puerto.
Ignacio Belzunces Muñoz
