Pescadores

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Lunes, 11 Enero 2010 01:00

Pescadores

Entre los oficios que forjaron lo que hoy es mi ciudad está el de pescador. Una actividad milenaria que arraigó en esta orilla del Mediterráneo al cobijo de un grupo de humildes viviendas, embrión de lo que hoy es El Puerto.

El tiempo y la industrialización, sin embargo, han ido relegando a estas esforzadas gentes a un papel secundario dentro del sistema económico actual, hasta el punto de convertirse casi en una reliquia; una profesión que le cuesta encontrar el relevo generacional al jubilarse los veteranos. Pero eso no quiere decir necesariamente que estas ancestrales artes y prácticas caminen irremediablemente hacia el desuso. Los hay que se aplican en rescatarlas, aunque sea desvirtuando su fin original. Así, quien madrugara durante estas fiestas navideñas pudo presenciar el resultado de este ritual ejecutado durante siglos, puesto ahora al servicio de un fin bastante menos loable.

El manto de la noche aún cubría las desiertas calles. Tan sólo unos candentes destellos rojizos al este, sobre el mar, anunciaban el comienzo de un nuevo día. Lo temprano de la hora y la festividad de estos días nunca fueron obstáculo para los trabajadores del mar, como tampoco lo es ahora para los que hacen de la nocturnidad su refugio. Llegados al caladero, se aprestaron a echar las redes sobre su medio de subsistencia. Hubo suerte. Una solitaria pieza permanecía aparcada en la quincena equivocada. No molestaba al tráfico. No suponía riesgo de ningún tipo para la circulación, pero la entrada del nuevo año la dejó en la acera equivocada, expuesta a cualquier ataque.Y así, nuestros nuevos héroes cotidianos, gentes curtidas por años de abnegado servicio a los ciudadanos, no desaprovecharon la fácil oportunidad de los 60 euros del botín, que bien merecían bajar del coche patrulla y dejar su marca en el parabrisas.

Tras esto, vuelta a casa con la satisfacción del deber municipal cumplido. Pescadores de asfalto en vehículos cómodamente climatizados. La Virgen del Carmen debe estar avergonzada.

Eduardo Cortés Martínez

Modificado por última vez en Lunes, 11 Enero 2010 01:00

 

 

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