Donde dije digo, digo Diego

Escrito por Ángel Olmos Gauses y José María López Barquero
Viernes, 29 Diciembre 2023 21:00

«El problema de flirtear con la ultraderecha es que empiezas a pensar igual que ellos». Son palabras de Donald Tusk, nuevo primer ministro de Polonia y ex jefe del PP europeo, del que forma parte el PP español. El partido de Tusk, Plataforma Cívica, no fue el más votado en las elecciones generales, pero al pactar con otras fuerzas, consiguió la mayoría absoluta en el parlamento polaco, y, por tanto, logró ser investido presidente, impidiendo que el partido ultraderechista Ley y Justicia, homólogo de Vox, que había sido la fuerza más votada, alcanzara el gobierno, al no obtener los apoyos necesarios. ¿Les suena lo de gobernar la fuerza política más votada, que decía Núñez Feijóo?

Se acuerdan cuando Núñez Feijóo decía «no tengo ninguna intención de pactar con Vox, y no lo haré, porque es un error que Vox entre en los gobiernos». Como dice el refranero popular, ‘donde dije digo, digo Diego’. Ahora justifica los pactos con Vox por necesidad y estabilidad institucional, pero critica al PSOE y Sumar si pactan con otras fuerzas políticas, llamándolos, incluso, traidores y vendepatrias. increíble. Se creen los amos de España por derecho y gracia divina, que para eso ganaron la Guerra Civil.

Cuando Abascal dice que no habrían apoyado la investidura de Núñez Feijóo si hubiera pactado con Junts, demuestra nuestro acierto al decir que a Núñez Feijóo no le faltaban cuatro diputados para ser investido, como él mismo aseguraba, sino que le sobraban los 33 de Vox. A tenor de lo dicho por Abascal, Núñez Feijóo mintió una vez más, cuando dijo «no gobierno porque no he querido».

Cuántas actuaciones le gustaría al PP borrar de la historia y de las hemerotecas, siempre tan incómodas. Negociaron con ETA, excarcelaron a presos de la banda terrorista y acercaron a cárceles próximas al País Vasco a centenares de presos etarras, muchos de ellos con graves condenas por delitos de sangre. Con estos antecedentes, entre otros, no tienen ninguna autoridad ni ética política para criticar el acuerdo entre BILDU, GEROA BAI, CONTIGO ZUREKIN y el PSN, para una moción de censura contra el gobierno municipal de Pamplona, presidido por UPN y formar un nuevo gobierno progresista, cuya vara de mando recaería en el candidato de BILDU. Por cierto, mientras ese mismo candidato denunciaba los asesinatos de ETA, Aznar llamaba a la banda terrorista «movimiento vasco de liberación», como nos recuerda el periodista y escritor Marco Schwartz.

ETA no existe y BILDU es una organización legal reconocida por el Tribunal Constitucional. Es la primera fuerza en número de concejales/as en el País Vasco y Navarra y tiene 21 diputados/as en el parlamento vasco, 5 Senadores y 6 diputados/as en el Congreso. Los apoyos de BILDU al gobierno de coalición han sido y siguen siendo muy útiles para consolidar avances que benefician a la mayoría social. Por el contrario, los acuerdos del PP y Vox están sirviendo para perder libertades y derechos, como estamos comprobando con claridad en los ayuntamientos y comunidades autónomas donde gobiernan estas dos fuerzas de la derecha más recalcitrante. Lo que está sucediendo en Argentina, con el estrafalario y ultra Milei, de la misma línea ideológica que Abascal, es, aproximadamente, lo que tiene preparado para España la alianza del PP y Vox. Ya estamos viendo que, donde gobiernan, le bajan los impuestos a las clases más acomodadas y le recortan prestaciones en sanidad, educación o dependencia a la gente corriente, a los trabajadores. Ya vimos cómo Rajoy congeló las pensiones con ese incremento del 0,25%, muy por debajo de la inflación. No tienen límite. Es más, en momentos de gravedad nunca arrimaron el hombro junto al gobierno de Sánchez, cuando tuvo que enfrentarse a dos crisis mundiales de primer orden, como el COVID o la guerra de Ucrania, lo que demuestra que su patriotismo era, una vez más, de pulserita y bandera. Lamentable.

Mientras el PP y Vox hablan de ETA, BILDU y amnistía, no podemos olvidar que la democracia fue muy generosa con aquellos que, incluso, se oponían a ella. Lo fue con ministros de la dictadura franquista que fundaron AP-PP, entre ellos, Manuel Fraga Iribarne, que formaba parte del Consejo de Ministros de la dictadura que condenó a muerte al dirigente del PCE Julián Grimau o Rodolfo Martin Villa, responsable político de los asesinatos de 5 obreros y cientos de heridos en la huelga metalúrgica de 1976 en Vitoria, como consecuencia de la actuación de la Policía Armada. Lo fue también con el siniestro Juan Antonio González Pacheco, ‘Billy el Niño’, uno de los torturadores, entre otros, más crueles de la dictadura y que para más inri fue condecorado con la medalla de plata al ‘mérito policial’, en 1976 por el mencionado Martín Villa y por cuyo reconocimiento cobró un 15% más de sueldo y pensión hasta su muerte.

El PP y Vox siguen en un estado permanente de fracaso. Abascal está cada vez más aislado políticamente y Sánchez ni tan siquiera le convoca a reuniones, como sí hace con el resto de líderes políticos. El líder de Vox solo cumple un papel muy secundario, el de acompañante del presidente del Partido Popular, Núñez Feijóo, quien, políticamente hablando, es un personaje débil y poco sólido, que sobrevive bajo la batuta de Aznar y la lideresa de Madrid, Díaz Ayuso, gracias a sectores conservadores corruptos y con reminiscencias de la dictadura franquista, como medios de comunicación de extrema derecha, jueces, magistrados y el poder económico. Sin ellos, Núñez Feijóo duraría menos que un pastel en la puerta de un colegio.

En cambio, el gobierno de coalición PSOE y Sumar, de manera decidida, continúa avanzando en el progreso social y económico de España, aprobando medidas comprometidas con Bruselas que permitirán a nuestro país recibir, en esta ocasión, otra nueva entrega de 10.021 millones de euros de fondos europeos. Sin duda, una buena noticia para empezar el 2024.

Ángel Olmos Gauses
José María López Barquero

 

 

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