Se fastidió el banquete

Escrito por Ángel Olmos Gauses y José María López Barquero
Viernes, 10 Noviembre 2023 21:00

En próximas fechas, Pedro Sánchez será elegido presidente del Gobierno con 179 votos a favor, lo que supone un respaldo de 12,5 millones de personas que votaron el 23-J, frente a 171 votos en contra, que representan a 11,2 millones. Son incontestables los datos oficiales de los resultados electorales, que están ahí y se pueden verificar en cualquier momento. El acuerdo de investidura y el gobierno de coalición PSOE y Sumar, se sustenta en el programa pactado entre estas dos organizaciones, junto a propuestas del resto de grupos del llamado bloque de investidura, tales como la futura Ley de Amnistía para los implicados en el “proces” de Cataluña, propuesta por ERC y Junts. Compartimos la opinión de Jesús Espelosín: «Sepamos que no es amnistía todo lo que reluce», así como la de Antonio Maestre: «Una cosa es que no nos guste, pero que hay que pasar para poder dar paso a otras cosas que, si nos gustan, y sirve para que no gobiernen otros».

El PP y Vox habían organizado el banquete de la boda, pero no se comerán la tarta ni la repartirán entre sus amigos. Por el contrario, habrá un gobierno de coalición, con un programa que profundiza y avanza en las reformas sociolaborales y económicas, iniciadas en el anterior mandato progresista. Dicho programa incluye una serie de medidas para resolver los problemas reales de la clase trabajadora en particular y de la ciudadanía en general: el desempleo, el empleo, sobre todo para jóvenes, la reducción de la jornada de trabajo por ley y sin reducción salarial, la reforma del despido, el salario mínimo, las pensiones y su incremento con el IPC, el precio de la cesta de la compra, mejoras en educación y en la sanidad pública, políticas contra la violencia de género, vivienda, memoria democrática etc. Y para sostener este gasto público, continuar con el impuesto a la banca y las empresas energéticas que están teniendo resultados milmillonarios, junto a otras reformas fiscales muy necesarias.

PP y VOX se han lanzado a la calle, con la excusa de la amnistía, porque no aceptan que haya un gobierno de coalición progresista y de izquierdas, elegido libre y democráticamente por la voluntad expresada en las urnas, y que aplique las medidas antes reseñadas. Esos son sus verdaderos motivos, además de que no tendrán opción de repartir el presupuesto nacional. Vox y otras organizaciones fascistas hablan de libertad y democracia, pero, en cambio, exhiben símbolos franquistas y lanzan consignas como «viva Franco», en el asedio a las sedes del PSOE, que, por cierto, el PP justifica y no condena.

Son conscientes de que la amnistía no romperá España ni la igualdad entre la ciudadanía española, no deroga la Constitución, ni socava los cimientos de la democracia. Esas cosas sí ocurren cuando gobierna el PP en solitario o en coalición con Vox. La única vez que España estuvo cerca de romperse fue en la etapa de Rajoy con el “proces” y, aun así, les concedía «la amnistía si convocaban elecciones».

¿Cómo se atreven a hablar de igualdad entre los españoles/as, cuando Rajoy, con su amnistía fiscal, benefició a aquellos millonarios que incumplieron sus obligaciones con Hacienda, incluso a los que habían cometido delitos fiscales, mientras el resto de los españoles/as cumplíamos con nuestras obligaciones fiscales? La brecha entre españoles/as se acrecienta cuando en ayuntamientos o comunidades autónomas, donde gobierna en solitario el PP o en coalición con Vox, aplican medidas que favorecen a los ricos y, al mismo tiempo, recortan becas de comedores escolares, bono social para jóvenes, deterioran la sanidad pública para fortalecer la privada, políticas de igualdad, memoria democrática, etc. Contra estas medidas que perjudican a la mayoría de la ciudadanía sí que hay que indignarse y movilizarse, en lugar de comprar el falso relato de la amnistía. Por cierto, Aznar, en un solo día, aprobó 1.443 indultos generales a personas con delitos graves y terrorismo, sin alegar ningún motivo de interés general. Se otorgan el título de constitucionalistas, cuando la mitad del grupo parlamentario de la entonces Alianza Popular —hoy PP—, no votó a favor de la Constitución. Es más, el TC declaró inconstitucional la reforma fiscal de Rajoy, así como la reforma laboral de Aznar, sin olvidar que llevan años negándose a renovar el Consejo General del poder Judicial, órgano que está completamente caducado, con años pasado de fecha. Con todos estos antecedentes, resulta hipócrita que el PP y Vox se escandalicen con la Ley de Amnistía planteada, pero que todavía no se ha llevado al Congreso de los Diputados para su debate y aprobación, si procede.

La alianza que forman PP y VOX y los sectores ultraconservadores a nivel mediático, judicial, policial, eclesiástico y empresarial, no pararán de torpedear, e incluso sabotear, al próximo y legítimo gobierno de coalición. Van a provocar una legislatura agresiva y de confrontación, sin precedentes en nuestro país, contra el futuro gobierno de España. Ante esta grave situación, el mejor antídoto para combatirlos es apoyar al gobierno de coalición PSOE-Sumar y pasar a la ofensiva de forma unitaria con todos los medios y acciones que se consideren. Hay mucho más en juego de lo que parece.

Ángel Olmos Gauses
José María López Barquero

 

 

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