«España es diferente» y no solo como reclamo turístico. Nuestro actual sistema político nos cataloga como una democracia parlamentaria, el gobierno de pueblo para el pueblo. Lamentablemente este gobierno ha ido degenerando en lo que definió un historiador griego hace 200 años a.C. La democracia se ha trasformado en “Oclocracia” el gobierno de la “chusma”, el gobierno de los peores. Cuando la decisión no la toma el pueblo, sino la muchedumbre, el pueblo es manipulado y decide sin información. Entonces es el peor sistema político, el último estado de degradación del poder, o sea la degeneración de la democracia, que se nutre del rencor y de ignorancia.
Es la gran mentira que padecemos los españoles con este gobierno mal llamado de progreso. Cuando quiere acabar con la Constitución y las libertades. Para ello cuentan con esos medios que regados por el maná del dinero público, crean y fijan la opinión, siempre en la dirección que emana del palacio de la Moncloa. Quizás no les apetezca oír hablar de la gran mentira que quiere acabar con la constitución y las libertades, que no quieran ver que todo está adulterado y corrompido: «A mí sí, porque nos va la vida en ello».
Todo está basado en una gran mentira con sus ramificaciones, y como pieza para apoyar este movimiento esta la llamada ley de memoria histórica, que introdujo el ex presidente Zapatero, actualmente asesor de un presidente dictador y narco traficante, que dirige una gran nación rica como es Venezuela, de la que ya han huido cinco millones de personas porque no se puede vivir. En nuestro país sigue la ley de memoria histórica su alumno más aventajado y mentiroso un tal Sánchez, que la ha hecho suya, alterando los libros y los planes de estudios.
La memoria histórica no es más que la tapadera para otra operación de gran calado. La recuperación de la legalidad republicana, con el argumento subliminal de que si los fascistas derribaron la república, todo lo que vino después está viciado de raíz, incluida la restauración de la Monarquía. ¡Abramos de nuevo la gran tragedia española del siglo XX! Pero ¡ojo! Solo con la idea de recordar los horrores que cometieron el bando victorioso. Una versión oficial de la guerra civil sesgada, para que todos mayores y pequeños sean adoctrinados, y sin tapujos, se transmita la idea de que la derecha es la heredera del franquismo, y que todo cuanto procede de esta debe ser prohibido o destruido.
¿Qué es a lo que nos ha llevado esta serie de decisiones gubernamentales? Se dice que esta llega a los pueblos que no han sabido defender la democracia. Quizás en esto tiene mucha culpa los partidos políticos su corrupción y sus ansias de poder. El caso Bárcenas tenia efectos mortales si no se actuaba correctamente y con decisión, y esto no se hizo. Todos no quieren saber que la sentencia fue manipulada por un juez del pesebre socialista, pero claro así fue legal la moción de censura, “pero no legitima”. Con o sin legitimidad de las democracias degeneradas, ya advirtieron Platón Aristóteles y… unos cuantos intelectuales más.
El gobierno de la chusma, degenera hasta abandonar la razón y el bien común para conducirnos a la destrucción, la pobreza el desprestigio, la injusticia la entronización de la maldad, y el abuso en el ejercicio del poder. (Se han enterado de lo que dice el ministro de trabajo, «el autónomo que cobra 1.700 euros tiene que cotizar un 33%, 561 euros» se queda un sueldo… que como está la vida). Gobernar un país de pobres, es más fácil.
Es lo que tiene la Oclocracia, la gentuza que gobierna solo beneficia a la gente del hampa, y castiga a los mejores y cumplidores «A los que no tolera porque su existencia representa una acusación permanente a su bajeza». Roban a los que trabajan, y reparte ese dinero entre los vagos y maleantes, además permite a los dirigentes una vida de lujo, odian la prosperidad y prefieren gobernar siempre sobre incultos y pobres, porque a ellos es más fácil engañarlos y someterlos.
La Oclocracia convierte a la democracia que es el menos malo de los sistemas, en el peor posible cuando anida en sus entrañas. Es una paradoja fatal que convierte al ciudadano libre de la democracia en el mas sometido y esclavizado vasallo.
Fue Polibio, hace dos milenios, quien acuño el termino Oclocracia que define «el gobierno de la muchedumbre», una masa conducida por demagogos sin escrúpulos. El autor griego afirma que esta «es el fruto de la acción demagógica cuando, con el pasar del tiempo, la democracia se mancha de ilegalidades y violencias».
La España actual, la que está gobernada por Pedro Sánchez, y su corte de comunistas, amigos del terrorismo, golpistas y separatistas, constituyen una imagen perfecta, del manual de Oclocracia. La chusma que roba viviendas, la que odia a España y no cumple las leyes, la que delinque en las calles casi con impunidad porque solo tienen sanciones administrativas que no pagan, la de los vagos que viven de las subvenciones y la inmensa marea de corruptos que ordeñan al Estado y es bonificada por los demagogos que gobiernan, es la que tiene el poder. La mentira y el engaño asesinan la verdad cada día muchas veces incluso desde las altas instituciones del congreso y del senado, y el egoísmo ha suplantado al bien común, todos ellos ejerciendo el poder de forma corrupta, buscando su legitimidad a través de la manipulación del sector más ignorante de la sociedad -pero tomados como votantes potenciales- sobre el que vuelcan su atención, sus consignas y su propaganda.
La Oclocracia ha logrado imponerse muchas veces a lo largo de la historia, hay tenemos de ejemplo a Cuba, Nicaragua, Venezuela, donde demagogos corruptos han cambiado las leyes, y las han sustituidos por las indecencias que ellos han dictado. Como está haciendo Pedro Sánchez aunque muchos no quieran verlo. No debemos de olvidar que la Oclocracia de los republicanos en los años previos a la guerra civil, estuvo capitaneada curiosamente por los mismos que hoy pilotan la del presente, socialistas y comunistas. Espero que en las próximas elecciones sepamos ver la verdad de lo que acontece en este país.
Un abrazo de Paco
Francisco Gómez Caja
