Unas ciento cincuenta veo desde mi terraza. Y es curioso porque las siento hablar entre ellas; sí, no piensen que digo tonterías, y además según el tiempo que haga tienen unas conversaciones u otras.
Por ejemplo, una muy larga que no está muy lejos, le decía a su vecina cercana: - Mira chica, ahora con este tiempo de primavera- verano estoy contentísima ¿sabes? Porque puedo lucir mi figura tan esbelta tranquilamente, no así en invierno que los vientos fuertes me hacen cimbrear tanto que parece que me puedo tronchar.
Otra de estatura media, le preguntaba a su compañera: - ¡Oye! Tú ¿por qué canales trabajas? -Bueno mujer por muchos, depende de lo que me diga mi mando desde la distancia; y una “rechoncheta” y fuerte comentaba: - Pues yo no le tengo miedo al tiempo, porque aguanto mucho, sin embargo, aquella que está en una casa muy alta, me fastidia algunas veces porque se pone por medio de mis ondas.
Y una amarilla muy presumida, con su vestido muy nuevo decía: - A mí “plin”; yo me lo paso bomba porque según me dicen mis amos, transmito muy limpio y están muy contentos conmigo.
Y, por el contrario, una, un poquito compungida, decía (porque estaba un poco oxidada): - Yo necesito un vestido nuevo, pero como no están las cosas bien por mi hogar, pues tendré que esperar. – Pues yo amigas estoy un poquito desorientada, no sé si será porque me entran ondas tanto de la parte de Castellón como de Valencia, y así no se pueden transmitir las noticias correctamente.
Ya les digo, es una gozada oír tantas conversaciones y tan variadas. Hay un sitio muy concurrido porque están muy juntas y se forma un corrillo donde cada cual aporta sus sabidurías y también sus gustos.
La de la casa verde daba su opinión diciendo: - “El Hormiguero” está bien, entrevistan a mucha gente importante, pero la tertulia de la risa como yo le llamo, a mí no me gusta, ¿por qué hay que reírse de tantas tonterías que dicen, no lo exageran demasiado?
- A mí me va la Dos por sus documentales-, decía la que tiene el tejado gris. – Yo lo que mejor recibo es cuando pasa por mí “Cine de Barrio” de la Uno, comentaba otra.
Y una que tenía sus barras de aquel tipo unas cuantas largas solas y luego otra que se redondeaba en los extremos dando la vuelta sobre sí misma, decía: - Yo estoy muy cansada, necesito que me sustituyan ya, tener en cuenta que soy de las primeras que están aquí; y anda que no han pasado por mí acontecimientos. Muchas de vosotras no habéis conocido el NO-DO, ¿verdad? Pues no tenéis ni idea de las mentiras que nos hemos tenido que tragar, porque como no había otro medio de información y además pertenecía al Régimen, pues eso, chitón y punto en boca.
Como había tantas, y todas querían meter baza, las preguntas y respuestas se amontonaban.
- ¿Os acordáis del “1-2-3 responda otra vez”? Este Chicho era un genio-, decía una que relucía mucho.
- Chicas ya está bien de hablar tanto de lo antiguo, ahora tenemos muchos más programas y muy buenos algunos, aunque otros…dejan mucho que desear.
- ¿A vosotras os gusta ese de la cuatro que se llama “First Dates”; es que para ligar se necesita ir ahí? Pues anda que no hay sitios donde hacerlo. A mí de la Cuatro me gustan los deportes.
- Pues por mí pasan muchos programas de La Sexta y la verdad es que la mayoría de ellos son bastante buenos; lo que ya no son tan buenos son algunos de los contertulios de uno de ellos.
- Yo, cuando quiero enterarme del tiempo que va a hacer, presto atención a la Uno por la noche, creo que es la mejor, el Telediario.
Una que no la dejaban hablar porque tenía una vocecita muy poquita cosa, armándose de valor, gritó con todas sus fuerzas: - ¿Nadie ha dicho nada de la Cinco, no os gusta Supervivientes? Pobre gente, si no fuera por la “pasta” que le dan quién aguantaría eso, vivir así casi en pelotas todos revueltos; yo no iría si me llamaran.
Luis Ballester Moreno
