Durante los tres días que Lucas estuvo “secuestrado” recibió varias visitas. Se interesaban por su salud, pero eso era el pretexto porque la intención era otra. Eran jefes de tribu, políticos y un corresponsal de un diario marroquí. El trato que recibió por parte de todos, fue correcto y hasta agradable podría decirse y nunca pretendieron forzar alguna situación, pero estaba claro que lo que querían era información.

España tenía decidido retirarse del Sahara y Marruecos estaba muy pero que muy interesado en adueñarse de los territorios saharauis. Se estaban preparando las estrategias que a unos les hiciera quedar bien y a otros intervenir cuanto antes y por sorpresa para no dar tiempo a que los propietarios de sus tierras, se organizaran.

Lo que pretendían de mí (contaba Lucas), era que les dijera si sabía los planes o al menos había oído algo sobre las intenciones de dejar la posición militar y cuando. Todo esto, después de saber que era informador de meteorología y podía conocer algunos detalles al respecto. Naturalmente dije que no, que no sabía nada; principalmente porque era verdad y luego, porque era obvio que no lo hubiera hecho aunque lo supiera.

Cuando se dieron cuenta de que no adelantarían nada a pesar de las muchas sutilezas y mañas empleadas, dieron por terminado el intento de conocer algo más sobre el caso por estos medios y en éste caso concreto. Los rumores que se habían colado sobre el desalojo militar por parte de España de los territorios en el Sahara, seguían siendo de momento eso, rumores. Seguramente por eso, decidieron llevarme a la base militar diciendo aquello de que me habían encontrado desvanecido. Es verdad que a pesar de todo lo anterior, nunca el trato hacia mi persona fue despectivo ni molesto.

Como podemos observar, no es coincidencia lo que está hoy en primera línea de las noticias referente a Marruecos y España, por causa de la estancia aquí del jefe del Frente Polisario. No es un problema nuevo; Desde que quedó libre de ocupación la parte del Sahara por las fuerzas españolas y se alineó en favor de los saharauis, Marruecos lo vio como una afrenta contra sus pretensiones de adhesión de ese territorio. Porque todo lo del asalto a la frontera española provocado por Marruecos, no tiene otra explicación que esa, la acogida por parte de España de Brahim Gali.

El padre del actual monarca Marroquí ya era muy “echado para adelante” por no emplear otro calificativo, pero el hijo es aún más “flamenco”. A pesar de tener en contra a la mayoría de países sobre la cuestión sahariana, sigue en sus trece de apoderarse de lo que no le corresponde. El Sahara Occidental debe ser para sus legítimos y sufridos pobladores. Esa es mi opinión

Seguirá.

Luis Ballester Moreno