Hay días que no debemos pasar como otros cualquiera y más cuando hay una necesidad imperiosa de dar visibilidad y normalidad a ciertas circunstancias o enfermedades, dentro de una sociedad democrática y segura de sus avances en bienestar social, siempre mirando hacia el futuro. Uno de estos días sería el 3 de diciembre, día internacional de las personas con discapacidad con el lema “un día para todos”. En este sentido la palabra discapacidad puede tener diversos matices sean físicos o psicológicos, muchas veces ligadas a accesibilidad, movilidad e integración, aspectos que por desgracia aun nos queda mucho camino que recorrer, porque son aún, demasiadas las barreras y fronteras que deben cruzar las personas con discapacidad o diversidad funcional, por ello de ahí mi insistencia en la visibilizarían, normalización e integración de todos y cada uno de los colectivos en nuestra sociedad.

Últimamente los datos de la OMS nos advierten que, las tasas de discapacidad están en aumento cada vez más en nuestras sociedades y convirtiéndose de primer orden las enfermedades mentales, debido a nuestro continuo estrés y ansiedad en la que estamos sumergidos/as en esta vorágine y trasiego de modo de vida. A su vez, también podemos hablar del progresivo envejecimiento de la población y aumento de enfermedades crónicas debido a nuestra esperanza de vida .En España, un 9% del total de la población vive en hogares de familiares debido a que sufren algún tipo de discapacidad y las personas mayores de 65 años que necesitan ayuda y carecen de autonomía supone un 17%.

La discapacidad forma parte de la condición humana de todos, en algún momento de nuestras vidas, sin embargo, nuestra mente sana e inteligente evita pensar en ello, es escapista frente a las situaciones de quienes la viven y no se detiene a pensar en las necesidades de accesibilidad e inclusivas que declarara ya en 2006 la Convención sobre Derechos de las Personas con Discapacidad comprometida por 180 países.

En este día, que no debería ser el único, en el que al menos deberíamos tener la serena reflexión de las conquistas que se han logrado para las personas con Discapacidad o diversidad funcional, es un momento para celebrar sus derechos y que puedan lograr convivir con bienestar dentro de la sociedad y con la solidaridad social, lo que de suyo representa garantizar su integridad y por qué no su igualdad, eliminando barreras físicas, pero también barreras sociales y de actitud personal para con ellos.

La discapacidad, no es solamente un problema de quién la sufre, ni de su familia, ni de su entorno, sino que es un problema indelegable y exclusivo de toda la sociedad es un problema social, por lo tanto toda la comunidad en su conjunto, debe aprender a convivir con sus miembros diferentes, y tratar de apoyarlos para que logren ser autosuficientes, que ellos adviertan que se le reconoce su valor social, y que son aceptados y ayudados por la comunidad que lo rodea.- La sociedad debe optar, entre aceptar al discapacitado como una "carga pública", o darle las oportunidades de estudios, capacitación, y trabajo para que pueda ser un ciudadano útil a la sociedad.- Ninguna persona discapacitada puede ser plenamente ciudadana, si no participa de la producción social.- La sociedad que no es solidaria, se autodestruye, porque desatiende su esencia:"Las personas".

Hay muchos tipos de diversidad funcional, no vamos a enumerarlas todas, pero si decir que algunas de ellas se puede tener una vida relativamente normal, sobre todo con las nuevas tecnologías, pero ¿qué pasa cuando no se puede tener una vida normal?

Una de las situaciones que pueden modificar la estructura familiar es la discapacidad, término que engloba las limitaciones para llevar a cabo actividades de la vida diaria, requiriendo en muchas ocasiones importantes cuidados. El cuidado de estas personas es una responsabilidad que podría implicar directamente a familiares, modificando los roles que cada uno ocupaba anteriormente.

En nuestro pueblo existen varias asociaciones que dedican su tiempo y trabajo a estas personas aliviando considerablemente la carga familiar y realizando tareas cognitivas y de estimulo creando un respiro familiar y unas rutinas a estas personas muy beneficiosas.

Hay que seguir trabajando para que todas las personas con diversidad se integren plenamente en la sociedad.

Desde aquí quiero agradecer a todas esas asociaciones involucradas, colegios, residencias y centros ocupacionales por su gran labor.

Fco. Alejandro Sotoca Ruiz
Concejal de Servicios Sociales y Mayores del Ayuntamiento de Sagunto