T.O.C. y A.P.

Escrito por Nacho Montero-Ríos Gil
Lunes, 16 Noviembre 2020 09:53

Todos tenemos preocupaciones, nos preocupamos porque somos seres inteligentes. La misma inteligencia que nos permite crear, planificar, fantasear, imaginar, también nos hace anticipar y recordar situaciones, por lo que somos capaces de sufrir por lo que pasó, por lo que esta pasando y por lo que podría pasar.
Personas que no se ocupan y se preocupan, las hay de muchas clases, pero entre las que más sufren por ello son las personas que padecen un T.O.C. es decir, un Trastorno Obsesivo Compulsivo, leve, moderado o intenso, diagnosticado o no. Dan vueltas a todo, se inquietan mentalmente y su mente no conoce el silencio ni la calma.

Es claro que su problema esta en su mente y precisamente por eso, no se pueden escapar.

Vivimos unos momentos sociales que facilitan la reactividad de las ansiedades, las obsesiones, los miedos, las incertidumbres y los futuribles inseguros. Todo esto hace que el número de personas que quedan atrapadas en esos “bucles obsesivos”, este siendo cada vez mayor, sean niños, jóvenes o adultos. Estos bucles de pensamientos repetitivos aumentan el sufrimiento, la irritación y la tristeza que Influyen en el trabajo, en nuestras relaciones y en los estudios y en ocasiones invita a buscar evasiones de uno mismo, no siempre sanas.

Una persona me relataba:

Diría que te sientes literalmente atrapado por esos pensamientos, como si fueras un títere, aunque no quieres, pero tienes que hacerlos, aunque sabes que es una perdida de tiempo.

Otra relataba:

Con este dar vueltas a todo, te enfrentas a unos niveles de ansiedad y de estrés que te sientes físicamente enferma y terminas derrumbándote porque la mente no para.

El TOC y la ansiedad aumentan pues, cuanta más atención le prestas a esos pensamientos, más alterado/a te sientes emocionalmente pues una parte de nuestro cerebro envía una señal a otra parte del cerebro, a esa Red Neuronal por Defecto, de la que hablamos el mes pasado en estas mismas páginas, en el articulo que te escribí sobre “Sta. Teresa de Jesús y la loca de la casa”. Esa Red nos genera angustia, de manera que uno/a no deja de pensar en ello y claro, el asunto no para de crecer y de angustiarte cada vez más.

Será mediante el aprender a desfocalizar la atención de aquellos contenidos mentales que te generan sufrimiento, miedo, juicio y autocrítica, que podrás evitar esos bucles de pensamiento que te atormentan. A este aprender a desfocalizar, le llamamos aprender A.P, es decir, aprender a practicar la Atención Plena y para ello debes entrenarte en:

Darte cuenta de cuando se inician esos contenidos mentales que te producen miedos, juicios y ansiedades. Darte cuenta supone, observarlos sin entrar en ellos.

Recordar que estos bucles son propios de nuestro cerebro y se produce, aunque no sea real, ni este ocurriendo. Debes recordar que los pensamientos no son hechos.

3º Debes aprender a desviar la atención intencionadamente de esos pensamientos insanos que tu mente produce.

4º Si todo va bien, te darás cuenta de que esos contenidos mentales se debilitan, pierden fuerza, en la medida en que tu dejas de prestarles atención y te focalizas hacia conductas más constructivas y saludables.

Si el punto 4º no aparece, no pasa nada, tan solo te esta diciendo que necesitas ayuda.

Un saludo. Cuídate.

Nacho Montero-Ríos Gil
Psicólogo

 

 

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