Semillas para una nueva cultura empresarial

Escrito por Maria José Carrera Garriga
Viernes, 13 Noviembre 2020 20:02

Hace unos meses la UE aprobó para España 140.000 millones del Mecanismo de Recuperación que se estableció para que, a partir del 2021, los estados miembros puedan reactivar sus economías. Sin duda que esta es una gran ayuda para la escala nacional, pero también para la autonómica y local de cara a poder paliar los efectos negativos que tuvo la COVID-19 en las economías de todo el mundo. Sin embargo, esta también es una oportunidad para cambiar procesos y modelos productivos anclados en el pasado, y avanzar a una economía más avanzada, más sostenible y solidaria con el entorno.

No podemos repetir errores del pasado y perpetrarnos en modelos que han quedado en evidencia durante esta crisis; es necesario replantearnos hacia dónde queremos avanzar y aprovechar esta inyección económica para crecer estratégicamente y alcanzar un desarrollo socioeconómico que nos permita responder de manera eficiente a los retos que el futuro nos volverá a presentar.

En este sentido, en los últimos años la economía circular y social está calando con más fuerza en la conciencia de las empresas y son cada vez más las propuestas que a través de sociedades laborales o cooperativas tratan de hacer proyectos de empresas que aúnan el legítimo deseo de crecimiento económico con el necesario desarrollo sostenible de territorios y comunidades.

Las cooperativas, tal y como recogen sus siete principios solidarios, son una forma jurídica que encaja perfectamente en la visión de respeto laboral a los trabajadores, compromiso medioambiental e integración en la comunidad que el presente reclama. Tanto por sus valores intrínsecos como por muchos de los perfiles profesionales a los que se dedican sus empresas (bioconstrucción, energías renovables, atención comunitaria, etc.), estas formas jurídicas deben ser valoradas como una opción no sólo interesante en el plano fiscal, sino, y principalmente, en el plano social.

Crecer como sociedad implica crecer como economía y por eso estamos trabajando por seguir impulsando el espíritu emprendedor entre la población más joven, esa que dentro de pocos años será la que suponga la base mayoritaria del tejido empresarial local. En las últimas fechas, y gracias a la colaboración y participación de la Universitat de València, hemos puesto el foco en la economía social, y a través del Aula Empresocial estamos tratando de hacer más visible este tipo de fórmula entre las personas que buscan desarrollar nuevas ideas de negocio.

Es reconocida la fama que tenemos de ser un pueblo emprendedor, pero este ADN empresarial, transmitido de generación en generación, también debe ser retroalimentado con sangre fresca que conjugue el saber hacer de nuestra tradición y la inquietud innovadora de las nuevas generaciones.

Cada día, nuestro equipo técnico atiende nuevas ideas de negocio, personas que desde lo local y la particularidad individual pretenden buscar una opción de futuro que responda a esta visión de desarrollo sostenible. Con más fuerza seguiremos en el empeño de promocionar las ideas, procesos y modelos de economía que nos hagan crecer como territorio y otorguen un valor añadido como sociedad. Seguiremos ofreciendo formación abierta y participativa, seguiremos acudiendo a los centros educativos que reclamen de nuestra presencia y, sobre todo, seguiremos trabajando para que los sueños de cada persona se hagan realidad y nos ayuden a construir el futuro que todos deseamos.

María José Carrera Garriga
Concejala de Promoción Económica e Industrial del Ayuntamiento de Sagunto

 

 

 

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