Estar a mitad del camino es mejor que no haber empezado. Pero esto pinta bien. Así nos sentimos los de ADN con los dos años de legislatura. Dos años que estamos en el gobierno y que dejan más luces que sombras. Estamos en política para que la gente viva mejor, y después de 24 meses podemos decir que el cambio ha comenzado rompiendo con la herencia tan negativa del PP en el Ayuntamiento y estamos avanzando en un camino en el que hay más sol para todos.

 

Cuentan que, en las anteriores legislaturas, los debates plenarios podían extenderse hasta la madrugada. Horas de retórica para justificar una gestión arcaica y poco creativa. Nefasta. Esta ciudad tiene todos los condicionantes para convertirse en una referencia económica con el bienestar que eso conlleva para toda la ciudadanía y para la propia ciudad. El ayuntamiento tiene que ser el motor principal para conseguirlo, y potencial tiene para ello. ¿Cuál era pues el problema? El miedo al cambio y no arriesgarse. Y evitar problemas Así es fácil gestionar. Y suerte han tenido los partidos de toda la vida que esas políticas de asustar a la gente han frenado momentáneamente una revuelta ciudadana que no tiene marcha atrás

 

Para empezar, quiero llamar la atención a los agoreros que decían que con los de Podemos se acabaría el bienestar, que era la llegada del demonio, y que con los rojos nos visitarían las siete plagas. Han pasado los meses y esta paranoia se ha diluido, y aunque vendrá y cogerá fuerza a medida que se acerquen las elecciones próximas, por lo menos, ha quedado claro que si hay cambios es para mejor. La gente corriente en las instituciones ha sorprendido a los de la poltrona que no dudan en calificarnos de becarios, algunos confunden humildad con inexperiencia, y otros adjetivos y actitudes que parecen sacados de la época del destape, mientras nosotros asistimos sorprendidos viendo en que malgastan sus esfuerzos los de toda la vida.

 

A mí me llegaría con que estos partidos aceptaran un par de principios éticos de nuestros compromisos. Para toda la política en general le vendría muy bien ese toque de humildad, y que no hagan trampas. El resto es confiar en que el trabajo duro nos llevará a conseguir al menos cubrir aquellos derechos básicos de las personas. Educación, vivienda, trabajo.

 

Estamos implantando una gestión política más justa, más participativa, más igualitaria. Más activa. De denuncia a todo tipo de violencias. Feminista. Creemos firmemente en el municipalismo y en el poder local y que la actividad cultural nos encamine a ser una ciudad cultural de referencia. La cultura es un derecho que pertenece a la ciudadanía tanto en la labor creadora, como en la de disfrute enriquecedor de la misma. Es objetivo nuestro, garantizar las bases, las infraestructuras y los medios para impulsar las diferentes actividades y manifestaciones artísticas. Una ciudad culturalmente activa es una ciudad conocedora del contexto que la rodea, sabedora de qué necesita y qué le conviene, social y políticamente activa.

 

No se trata en ponernos medallas. Nuestros éxitos son la satisfacción de las personas y no el calentar poltronas o entronarnos en los cargos. Creemos en la regeneración política y en Sagunto estamos en mitad del camino que nos lleva a que tú vivas mejor. Participa.