Esta semana pasada tuvimos pleno de impuestos y tasas. En concreto el tripartito del Sr. Fernández pretendía aprobar una propuesta de IBI, de la contribución urbana de toda la vida que suponía incrementar el impuesto a los vecinos.

 

Para que lo entiendan, el tripartito de Compromís, EU y Podemos quería subir el recibo medio que paga un vecino de 236€ hasta los 240 euros, y de paso subir nuevamente a las empresas y comercios en pleno proceso de recuperación económica.

 

Sinceramente no creo que sea la mejor política fiscal para facilitar la recuperación. No parece una idea muy “progresista” la planteada por el Sr. Fernández y su tripartito, de subir el IBI para el 2017, lo que sumado a la subida de este año significaba que el Compromís, EU y Podemos en dos años de gobierno iban a recaudar por el conjunto de este impuesto casi 2.500.000 euros más que el último que gobernó el Partido Popular.

 

Pero la oposición en bloque entendimos que no era momento de rascar el bolsillo a los contribuyentes y sí tiempo de rebajar impuestos. Por ello se planteó una propuesta de bajada del IBI que dejaba en el entorno de los 230 euros de media un recibo de vivienda, al igual que a las empresas y comercios de más de un millón de euros de valor catastral.

 

Frente a esta propuesta, que se intentó consensuar hasta el último momento con el tripartito, demostraron cuál es su verdadera actitud al negar cualquier posibilidad de acuerdo y salir con que la oposición habíamos hecho “la pinza” al gobierno, y lanzar en las previas un mensaje que reducir la recaudación de este impuesto iba a suponer tener que dejar de prestar servicios.

 

¿Qué servicios dejamos de prestar la legislatura pasada cuando la previsión de ingresos por este impuesto se situó en dos millones y medio menos de lo este gobierno progresista pretendía imponer para 2017? Ninguno.

 

Querer plantear subida de impuestos de una forma desmedida bajo el pretexto de evitar recortar servicios es una barbaridad, pero si además esta afirmación la realizan grupos como Compromís y EU que en la pasada legislatura exigieron que la recaudación por la urbana se situara un millón y medio por debajo de los 15.000.000 euros que se pretendía recaudar es, además, una irresponsabilidad.

 

Pero esta es una vez más la coherencia que demuestra el Sr. Fernández y su gobierno cuando han dicho una cosa en la oposición y la contraria en el gobierno.

 

Ahora que ya no tienen por objetivo asfixiar económicamente al gobierno anterior del Partido Popular, ahora que no toca oponerse a aprobar la indisponibilidad de créditos, ni votar en contra los presupuestos, cambian el discurso para llenarse la boca y hablar de estabilidad, de ingresos dentro de los márgenes y rangos de racionalidad, con un único objetivo de ingresar más para poderlo destinar a sus políticas de gasto que nada tienen que ver con la necesidad de las personas.

 

En su discurso trasnochado han querido incidir que suben a las empresas y a los comercios “porque son los que más tienen”, pero se equivocan porque este impuesto no grava la liquidez sino el patrimonio. Esto es, uno que tenga una fábrica que por la crisis no está produciendo, estos progresistas quieren sacudirle a modo de subida impositiva pese a que no produce ni un clavo.

 

Les da igual no proteger a las empresas en tiempo de recuperación donde trabaja la gente, porque ese es su pensamiento y sinceramente creo que es una mala política. Ya se pueden hacer pactos por la reindustrialización que si se continúa con el castigo constante a la empresa y al comercio, sirve de bien poco. Es contrario hablar de reindustrialización y actuar contra estos sectores cada vez que puedan.

 

Solo han tenido que pasar unos pocos días para que el tripartito diera a conocer el contenido de su proyecto de presupuesto de 2017 y ver como el trasfondo que conlleva la apisonadora recaudatoria que conforma Compromís, EU y Podemos para comprobar un presupuesto expansivo en el gasto corriente que sólo puede mantenerse a través de subida de impuestos.

 

Pero esto es algo que venimos denunciando desde que comenzó esta legislatura donde el equipo de gobierno con más liberados y caro de la democracia ha incrementado el gasto de personal y corriente. Si comparamos por estos conceptos los seis primeros meses de este año frente al mismo periodo del año anterior cuando gobernaba el Partido Popular se ha incrementado en más de 1.600.000 euros.

 

Quienes vinieron a rescatar personas solo se acuerdan de ellas para que paguen más y no para mejorar sus vidas.