A lo largo de estas semanas hemos visto como por parte del tripartito equipo de gobierno del Sr. Fernández se han ido haciendo anuncios que, cuanto menos sorprenden, y desde luego, ponen de manifiesto improvisación y falta de acuerdo en muchos de ellos.

 

Basta con echar un vistazo a los medios locales y se darán cuenta de lo que les comento. ADN Morvedre, la marca de Podemos en el municipio, sorprendía con unas manifestaciones sobre la “insuficiente rebaja del agua” y esgrimía que había compensaciones con subidas en otros apartados del recibo posicionándose en contra de la propuesta que planteaban sus socios de Compromís y EU, mientras que el Sr. Fernández mantiene la callada por respuesta ante lo que es un claro posicionamiento en contra de la propuesta de su Gobierno.

 

Pero mientras, a esos mismos, no les parece “insuficiente” y callan sobre el incremento de recaudación que plantean ahora con el IBI, la contribución urbana de toda la vida. En tan solo algo más de año y medio, han incrementado un millón de euros lo que se recauda por este impuesto, si lo comparamos con el último año de legislatura del Partido Popular en que la previsión de ingresos se situó en cerca de 15 millones frente a los casi 16.000.000 que pretende recaudar el tripartito. Silencio sepulcral ante lo que supone un incremente de recibo para familias, empresas y comercios. En la pasada legislatura nosotros bajamos los impuestos y el tripartito del Sr. Fernández los sube.

 

Pero las sorpresas no acababan ahí, y sin consenso alguno, sin apoyarse en lo trabajado y pactado sobre estos asuntos en el pasado, en menos de dos semanas, anuncian que dos infraestructuras dependientes del Estado, como son el paseo marítimo y la zona arqueológica del Grau Vell, las va a gestionar y pagar nuestro municipio. Un despropósito.

 

Sobre la primera de ellas, el paseo marítimo, todos hemos coincidido en la necesidad de una intervención que mejore nuestra fachada litoral, pero es en el cómo, donde no solo el PP, sino el resto de oposición y los sectores implicados, hemos criticado la falta de consenso e improvisación.

 

Esta propuesta demuestra la desidia y agotamiento del Sr. Fernández y su tripartito en estos escasos casi dos años de legislatura, que lejos de resolver el problema, lo agrava al avalar convertirnos en el primer ayuntamiento que tendría que hacer frente al pago de una infraestructura del Estado de este calibre.

 

Pero es que el disparate va más allá, y se justifican, con la excusa de tener su concesión, sin financiación alguna del Estado o la Generalitat, mientras hacen desaparecer La Lonja, o convierten en administrativo el Casino o el Plenamar, abandonando el proyecto que se presentó a costas. Esto es destruir el potencial turístico, económico y de generación de empleo de esa zona.

 

Y en el suma y sigue, anunciaron que no le asusta el reto que supondría la rehabilitación integral del Grau Vell,…, con un presupuesto de salida por encima de los 4 millones de euros y creerse lo que dice Costas, sobre que el Grao Vell no tiene “daños graves” para que Sagunto lo arregle, es de un “buenismo” sin límite por parte del Sr. Fernández y su tripartito, y denota una flagrante irresponsabilidad.

 

He de reconocerles que desconozco el motivo de entrar en esta espiral de asumir responsabilidades económicas que dependen de otras administraciones porque es un ataque a las finanzas municipales aunque intuyo que la absoluta falta de resultados, empieza hacer mella, y mucha, en un equipo de gobierno, el del Sr. Fernandez, que vislumbran como se les agota la herencia recibida y salen con el primer despropósito que se les ocurre.

 

Asumir el coste económico millonario de rehabilitar el paseo marítimo y arreglar el Grau Vell, a cambio de asumir la hipotética gestión sin que costas asuma responsabilidad económica alguna, es un desastre.

 

Y la última de la que hemos tenido conocimiento ha sido un nuevo anuncio. Este sobre la Gerencia, su posible uso y la edificación de 13.000 m2, en la que nuevamente el Sr. Fernandez ha tenido que enmendar la plana a uno de sus socios diciendo que es incontrovertible que ese espacio no se edifica ni un m2.

 

Pero hay que destacar el hecho que después de casi dos años, Podemos vuelve a poner encima de la mesa, que hay que estudiar opciones para decidir el uso del complejo, cuando desde hace años hay una coincidencia de todos los grupos en destinar ese espacio a un uso educativo. Se sacan de la chistera un anuncio, tras que hace escasamente una semana, la oposición le recordara que, tras casi dos años de gobierno, no han hecho nada.

 

No hemos visto ni una sola exigencia dirigida a la Generalitat para que asuman su compromiso de invertir en la Gerencia y convertirla en un espacio educativo al servicio de la ciudad. La única gestión que tenemos conocimiento ha sido que los integrantes del tripartito que tienen representación en las Cortes Valencianas lo han votado en contra.

 

Esta no es forma de poner en valor esos espacios. Más le valdría al Sr. Fernández reclamar para nuestra ciudad inversiones al Estado y a la Generalitat y hacer valer su peso político y no evidenciar una vez más la debilidad que hace gala su tripartito al pretender salvar los muebles de otras administraciones a cambio de un coste de millones de euros con cargo a los vecinos de esta ciudad.

 

En su día los representante de Podemos alegaron que las posiciones confrontadas en la remunicipalización del agua del equipo de gobierno eran fruto de la inexperiencia y que de eso de aprovechaba la oposición o que ellos eran nuevos y que iban a estudiar. Como vemos, no era ni cuestión de tiempo ni de estudio.

 

Una inexperiencia de un equipo de gobierno que con la L de novato cobra como director general y que les cuesta a los ciudadanos un millón de euros y con sus sorprendentes decisiones nos llevan a posiciones económicamente insostenibles para nuestro Ayuntamiento.

 

La excusa sinceramente creo que ni valía entonces, ni ahora, pero han hecho uso de ella, de forma recurrente, solo que tras casi dos años no cuela y es hora de exigir resultados que no nos lleven ni a asumir responsabilidades que no son nuestras, a modo de pagar inversiones millonarias que no nos corresponden, ni seguir con un afán recaudatorio que significa subidas de impuestos en un momento que creemos es lo que menos hace falta a nuestra economía local.