«Cuando uno no vive como piensa, acaba pensando como vive»

Escrito por Francisco Gómez Caja
Viernes, 14 Octubre 2016 14:14

El dinero lo tienen los ricos y las empresas, y en este sistema de gobierno los políticos defienden el dinero, por tanto como es natural hay riesgo de contagio. Como cuando convives con personas que están resfriadas, y nadie persigue un resfriado, pero no he conocido a nadie que no persiga el dinero que con el poder bailan juntos. Éste es el baile de la plutocracia (el gobierno del dinero) y nunca ha habido tal acumulación de poder. Las quinientas mayores multinacionales controlan más de la mitad del PIB mundial por tanto lo que está podrido no es solamente las manzanas, es el cesto en donde están las manzanas.
 
Porque, además, esta economía capitalista tiene una particularidad: normalmente cuando crece devasta lo ecológico y cuando no crece devasta lo social.
 
Dentro de nuestras posibilidades, ¿cómo solucionamos la corrupción? Hay cientos de medidas que se pueden poner en marcha y habrá que hacerlo: la publicación de las cuentas de los partidos, la prohibición de las donaciones a éstos y a sus fundaciones, modificar el sistema electoral estableciendo listas abiertas, no admitiendo la inclusión de procesados o investigados, publicar el currículo o datos biográficos de todos los candidatos, controlar estrictamente el cumplimiento en los gastos electorales, establecer un tope o límite máximo de mandatos de los cargos políticos, necesidad de una ley de protección jurídica para aquellos ciudadanos denunciantes de los posibles casos de corrupción, despolitizar en lo posible los tribunales estableciendo límites a su designación por los partidos políticos, limitar los privilegios jurídicos y judiciales de los aforados, y no a los indultos de los gobiernos a los corruptos.
 
Alguien decía, hay que hacer sobre todo hincapié en la educación, en educar en la honradez porque nuestros jóvenes estudiantes justifican la evasión de impuestos y el fraude pero están en desacuerdo en los recortes sociales. Los países del norte de Europa como Dinamarca no tienen excesivas leyes contra la corrupción porque los ciudadanos son la mejor ley.
 
Después de un pacto de gobierno fallido, el bochornoso espectáculo del partido socialista, nos viene como ya se preveía una cierta cantidad de casos de corrupción que dejan a los políticos y a los partidos con el culo al aire, pero no se equivoquen esto no tiene nada que ver con el voto.
 
El ciudadano solo tiene un voto y con él quiere decir muchas cosas, cuando decide valora su ideología, sus impuestos, los candidatos alternativos, quien va a construir esto o lo otro, la corrupción puede ser un factor pero es difícil que sea el principal, y seguro que no es el único.
 
El voto es ideológico y partidista, y en estas últimas elecciones se han puesto las gafas ideológicas y la decisión estaba entre ser gobernados por el PP o por Podemos. Era obvio que el votante del Partido Popular iba a dejar de lado la corrupción para evitar un mal mayor, y una parte del electorado mira atrás y ve lo que le interesa. Los seguidores de un partido tienden a ver la corrupción desde ese partido como menos grave, y es que el penalti siempre es más injusto en el área propia.
 
Aunque el Sr. Pablo Iglesias defina al PP como el partido de la corrupción, los españoles tenemos memoria y sabemos de sobra que es el PSOE el que más casos de corrupción acumula y, con diferencia, el que más dinero ha robado, aunque el Sr. Pedro Sánchez quiera presentar a su formación, gracias a los medios de comunicación afines, como cristalina, nada más lejos de la realidad. Interesa también a Podemos porque si éste tuviera que pactar por volumen de corrupción lo tendría que hacer con el PP y, esto no es una opinión son números y datos fácilmente comprobables.
 
De todas las maneras parece ser que la abstención es el refugio del votante que quiere castigar la corrupción, pero el voto es un instrumento insuficiente para eliminar la corrupción porque en la intimidad de la urna intervienen muchos factores.
 
Pero sólo estamos ante la punta del iceberg de la corrupción, los verdaderos corruptos están sumergidos y no saldrán a la superficie aunque todos sabemos quiénes son.
 
¿Recuerdan el caso de Jordi Pujol dejo un agujero de 20 mil millones de pesetas en Banca Catalana? Si hacemos historia, éste es un tipo que ya salió libre después de que fueran visitados los 41 magistrados de la audiencia de Barcelona, y por supuesto para llegar a cambiar la voluntad de 33 jueces hubo una minuciosa labor de inteligencia que investigó las debilidades de los magistrados. A partir de esa experiencia y para extender el control a jueces fiscales políticos empresarios y otras personalidades, desde la Generalitad, Pujol montó un servicio secreto de agentes conocidos como los “Pata Negra”. Algunos de ellos eran agentes de la antena (oficina) del Centro Superior de Información de la Defensa (CESID), ya que Convergencia y Unión exigió desmontar la antena para apoyar la investidura de Aznar en 1996, por tanto parte de los agentes pasaron al servicio de Pujol, el cual ha estado gobernando durante 23 años, donde ha estado recogiendo informes de todo guizque de este país (la información es poder) por ello él y su prole de forma fraudulenta tienen un patrimonio de más de mil millones de euros en más de 20 paraísos fiscales y no salen ni en los telediarios.
 
Los paraísos fiscales. Mientras nos desfogamos con el circo que han montado para entretenimiento del pueblo con las tarjetas, el Rodrigo, el Blesa, el Maroto y el de la moto, nos olvidamos del verdadero problema, los paraísos fiscales, la globalización financiera y el neoliberalismo.
 
No recuerdan cuando nos vendieron que la globalización quería decir riqueza para todos, ahora demasiado tarde nos damos cuenta de que es un conjunto de mecanismos donde se impide que se generalice el nivel de protección social europeo, más bien es al revés, se nos dice que somos un 7% de la población mundial y que gastamos el 50% de los gastos sociales del mundo, por eso tenemos que ser más solidarios y no quejarnos debemos ser iguales en la miseria y en la pobreza.
 
Solo una cuarta parte de las grandes empresas tributan en su país, el resto del dinero los miles de millones como el de los Pujol, está en los paraísos fiscales, y es utilizado para tener un gobierno en la sombra que mueve el mundo.
Es la delincuencia financiera la que está socavando las democracias, han provocado una crisis con el estancamiento de la producción, de la inversión y la productividad, incrementando la inflación y el crecimiento del desempleo. Hemos pasado de un estado de bienestar a un estado de medio estar y continuamos a un estado asistencial como ya lo sufren muchos, y terminaremos, si no reaccionamos, a un estado de beneficencia mientras los ricos cada día son más ricos.
 
Esta plutocracia quizás no nos demos cuenta porque la mayoría bastante tiene con subsistir, y a otros ya les han nublado la mente con el fútbol y otras nimiedades para qué estén entretenidos. El mundo del dinero nos hace mas insolidarios, imbéciles, pasivos, codiciosos, resignados, calculadores, incultos, cínicos, egoístas, y nos produce ceguera.
 
Alguien dijo: Sin darnos cuenta no se ha producido un golpe de estado, esto ha sido un golpe de mercado que redistribuye la riqueza hacia arriba.
 
Pero tranquilos, la publicidad nos dice beber Coca Cola conduce a la felicidad. Aunque yo pienso de forma diferente creo que en lo único en que no se puede fracasar es en ser más humano.
 
Un abrazo de Paco
 
Francisco Gómez Caja

 

 

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