Duro y difícil debate al que nos tuvimos que enfrentar los grupos municipales en el último pleno. Es un asunto en el que las sensibilidades están a flor de piel y los ánimos fuera de control.
Ambas posturas enfrentadas son entendibles, los taurinos por la defensa de una tradición que forma parte de nuestro municipio desde hace muchísimos años, y los antitaurinos, bajo el convencimiento del sufrimiento de un animal, les duele personalmente que ciertos festejos estén centrados en los estos.
No voy a ser yo quien descubra que Ciudadanos no es un partido pro-taurino, pero tampoco voy a ser yo quien revele que sí es un partido pro-libertad y está muy comprometido en su defensa.
Como en otros artículos he comentado, armonizar dos posturas y buscar un punto de encuentro y de entendimiento, en ocasiones se hace una batalla perdida. Pero he ahí el problema de los políticos, que no nos queda otra alternativa que posicionarnos y dar nuestras razones del porqué de nuestras decisiones.
En Ciudadanos tenemos miembros, afiliados y simpatizantes con sensibilidades protaurinas y también animalistas, por eso nuestra batalla ha sido marcar unos criterios que nos faciliten de la forma más objetiva posible tomar una decisión y fijar un posicionamiento.
Para nosotros el primero de los requisitos, como legalistas que somos, es que el festejo cumpla con el ordenamiento jurídico y no vulnere ninguna norma. Por otro lado, somos defensores de las tradiciones populares que acrediten su arraigo social y su seguimiento masivo por la sociedad. Y en tercer lugar, tiene que ser un festejo viable y que no genere ningún tipo de problema económico para la administración pública.
En el caso concreto de los festejos taurinos de “bous al carrer” de nuestro municipio, se cumplen estos tres requisitos, constituyendo una tradición arraigada y con continuidad y seguimiento popular acreditada. Además, cumple con la absoluta legalidad y no tenemos informe o resolución judicial alguna que declare que dichos festejos conllevan maltrato a los animales.
Bajo esas premisas, nuestra decisión fue consensuar con el máximo número de fuerzas políticas del municipio un texto único que abarcara la máxima representación política de nuestros vecinos. Y así se hizo, fue una tarea complicada, pero conseguimos entre todos tomar una decisión que comprendía a 32.000 de los 40.000 votantes de nuestra ciudad.
Somos conscientes que en nuestra sociedad hay cada vez más personas preocupadas y sensibilizadas con el maltrato animal y C’s recoge en su programa electoral medidas concretas para fomentar el respeto, protección y defensa de los animales. Pero hoy por hoy, gran parte de nuestra sociedad continúa viendo en las fiestas de “bous al carrer” un pilar fundamental de las fiestas populares que se celebran en nuestro municipio.
El Estado y las Administraciones Públicas no deben erigirse en tutores de los ciudadanos, imponiendo o prohibiendo las tradiciones. Deben limitarse, en todo caso, a cumplir y hacer cumplir el ordenamiento jurídico y a defender los derechos y libertades de todos los ciudadanos.
Como decía al inicio, difícil pero ineludible decisión.
Raúl Castillo Merlos
Portavoz del grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Sagunto
