Un voto por la educación

Escrito por Ximo Estal Lizondo
Viernes, 24 Abril 2015 15:04

En el año 2000, en el Foro Mundial sobre la Educación, celebrado en Dakar (Senegal), gobiernos del mundo y representantes de las organizaciones internacionales se comprometieron a lograr la Educación para todos y todas en 2015. Este compromiso se materializó en seis objetivos que están en consonancia, a su vez, con dos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, establecidos por las Naciones Unidas en el año 2000 y que este año se deberían haber alcanzado.

Así mismo el pasado  9 de abril se presentaba en la UNESCO el Informe de la Educación para todos 2015: logros y desafíos. Según datos del informe, solo uno de cada tres países del mundo han alcanzado la totalidad de los objetivos de la Educación para todos, y tan solo la mitad de ellos alcanzaron el objetivo en el que se centraba la máxima atención: la escolarización universal de todos los niños y niñas en edad de cursar la enseñanza primaria.

Esto significa que en 2015 unos 100 millones de niños y niñas en el mundo que no podrán terminar sus estudios de primaria. La insuficiente atención prestada a las minorías marginadas ha hecho que la probabilidad de que los niños y niñas de las familias más pobres terminen la enseñanza primaria sea cinco veces menor que la de los niños y niñas de las familias más ricas. Además, un tercio de los niños y niñas sin escolarizar viven en zonas azotadas por guerras y conflictos. Pese  a  todo,  se  han  cosechado  algunos  éxitos  importantes.  Actualmente  están matriculados en primaria unos 50 millones de niños y niñas más que en 1999.

Un 46% de países ha logrado la escolarización universal de su población en edad de cursar el primer ciclo de secundaria. A nivel mundial, el número de estudiantes matriculados en ese ciclo de enseñanza aumentó en un 27%, mientras que en África Subsahariana se multiplicó por dos. Conviene señalar, sin embargo, que en 2015 un tercio de los adolescentes que viven en países de ingresos bajos y medios no lograrán terminar el primer ciclo de la enseñanza secundaria.

Aunque a nivel mundial el porcentaje de personas analfabetas ha disminuido, pasando de un 18% en el año 2000 a un 14% en el 2015, este avance se debe al paso a la edad adulta de jóvenes que cursaron más años de estudio que sus padres. Las mujeres siguen constituyendo casi dos tercios del total de la población analfabeta mundial. En el África Subsahariana, la mitad de las mujeres carecen de conocimientos básicos de lectura y escritura.

En  2015,  un  69%  de  países  habrá  logrado  suprimir  la  disparidad  entre  niñas  y  niños  en  la enseñanza primaria, pero en este mismo año solamente un 48% conseguirá ese objetivo en la secundaria. Los matrimonios y embarazos precoces siguen siendo un obstáculo para el progreso de la educación de las niñas y, para que ésta avance, no sólo es necesario reformar los planes de estudios, sino también impartir a los docentes formación sobre enfoques que tengan en cuenta las cuestiones de género.

Entre 1990 y 2012, el número de estudiantes por docente en la enseñanza primaria disminuyó en 121 de los 146 países en los que se examinó la realización de este objetivo. Sin embargo, se siguen necesitando cuatro millones más de docentes para lograr la escolarización de todos los niños y niñas en edad de cursar primaria.

Además de ser un año de balance, 2015 es un año de propuestas, ya que se van a establecer dos nuevas agendas internacionales. Por un lado, se establecerá el nuevo marco de la Educación para todos  en el  Foro  Mundial  de  Educación  que  se  celebrará  en  Incheon (República de Corea) en mayo, donde la CME reclamará que los nuevos objetivos en materia de educación incluyan un compromiso expreso en favor de la equidad, del acceso a una educación de calidad y se haga una llamada a la inversión en docentes.

Por otro lado, la Asamblea General de las Naciones Unidas se reunirá en Nueva York en septiembre para establecer los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible. La CME aboga porque en este marco se recoja el siguiente objetivo específico referido a la educación: "Garantizar la educación de calidad gratuita, equitativa, inclusiva y la formación continua para todos y todas".

El gobierno español debe comprometerse activamente en la construcción de ambas agendas, velando por que la educación sea un objetivo en sí mismo y ocupe un lugar central. España debe aumentar su contribución en Ayuda Oficial al Desarrollo para Educación, alcanzando cuanto menos la proposición no de ley de la Comisión de Cooperación del Congreso de los Diputados de destinar un 8% de la AOD bilateral total a educación básica.

Por eso, este año lleno de elecciones: municipales, autonómicas y generales, debemos votar por la educación pública y por aquellos partidos que defiendan esta frente a aquellos que solo desean su privatización o el deseo de manejarla a su antojo para dominar así al pueblo y sus decisiones soberanas y libres.

Ximo Estal Lizondo
Secretario General de Enseñanza de CCOO del Camp de Morvedre y Alto Palancia

 

 

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