Reflexiones sobre la reforma laboral

Escrito por Ximo Estal Lizondo
Jueves, 12 Febrero 2015 18:25

La reforma laboral llevada a cabo por el Gobierno en 2012 no ha servido para resolver los problemas tradicionales del mercado de trabajo español (elevado volumen de despidos durante las recesiones y alta temporalidad), a pesar de lo sostenido por OCDE. El contrato único con indemnización progresiva que ahora promueve este organismo para terminar con la dualidad contractual, conducirá a un mercado de trabajo igualmente inestable.

Esta reforma laboral, de hecho, ha agravado los problemas de nuestro mercado de trabajo. Por un lado, ha intensificado la destrucción de empleo: por cada punto de caída del PIB en 2012 la ocupación se recortó 2,1 puntos, apreciablemente por encima de lo ocurrido en 2009, cuando el empleo se redujo 1,7 puntos por cada punto de caída del PIB. Por otro lado, también como consecuencia de la reforma, ha aumentado la inestabilidad del empleo indefinido: ahora son necesarios más contratos indefinidos para generar un puesto de trabajo permanente (1,4) que durante la etapa de crecimiento anterior (1,2 contratos por puesto).

El contrato único con indemnización progresiva que, nuevamente, promueve la OCDE para terminar con la dualidad contractual, conducirá a un mercado de trabajo igualmente inestable donde los últimos en llegar a las empresas (mujeres, jóvenes e inmigrantes) rotarán sobre los escalones más bajos de la indemnización para seguir siendo los primeros en salir cuando llegue la siguiente crisis.

Resolver este problema pasa por preocuparse por el modelo de crecimiento y el tipo de empresas que se crean el país, y por construir una negociación colectiva fuerte que sirva para enjugar los costes del ajuste dentro de la empresa, distribuyéndolos entre capital y trabajo, y no, como ocurre ahora, mediante despidos masivos.

La reforma laboral ha provocado un aumento de la rotación laboral (altas y bajas) de los asalariados indefinidos. En el año 2014 fueron necesarios firmar 1,4 contratos indefinidos para consolidar un empleo estable.

La reforma laboral de 2012 facilitó la extinción de contratos indefinidos abaratando la indemnización en el caso de despido sin justificación y ampliando los supuestos para que sea calificado de procedente. Como resultado, ya no es necesario que la empresa tenga pérdidas para justificar una extinción, siendo suficiente la simple reducción de las ventas durante tres trimestres consecutivos. Adicionalmente, la reforma introdujo un nuevo contrato indefinido para pequeñas empresas (contrato de emprendedores), con un período de prueba de un año, durante el cual el empresario puede despedir sin coste y sin obligación de argumentarlo. Esto le convierte en la práctica en un contrato más flexible, incluso, que el contrato temporal. La devaluación salarial y el abaratamiento de los costes laborales, impulsado en 2014 por la tarifa plana de cotización a ciertos contratos indefinidos, explicarían el aumento de la rotación laboral (altas y bajas) de los asalariados indefinidos.

Como resultado de la reforma ahora es necesario firmar más contratos indefinidos para consolidar un empleo permanente. En efecto, si se compara el volumen de contratos indefinidos registrados en el Ministerio de Empleo a lo largo de un año con el nuevo empleo indefinido que se mantiene al final del año según la EPA del INE. Fueron necesarios 1,4 contratos indefinidos para crear un empleo estable en el año 2014. Este ratio superior a los 1,2 contratos necesarios al final de la etapa de crecimiento anterior y es atribuible al aumento de la rotación laboral en el empleo indefinido que propicia la reforma.

Cada vez un número mayor de contratos indefinidos no responden a su nombre y tienen una trayectoria laboral inferior al año. Desde 2012 se observa un incremento de la rotación laboral de este colectivo, aunque este primer año se debe a una caída del empleo estable con una antigüedad inferior a 12 meses superior a la de los contratos indefinidos firmados a lo largo del año. La rotación continuó aumentando en 2013 y 2014, pero ahora por una pobre transformación del aumento experimentado en la contratación indefinida a la creación de empleo permanente.

En 2014, año de recuperación económica y con el PIB creciendo al 1,4%, el número de contratos indefinidos solo es ligeramente superior al de 2009, año de profunda recesión (-3,6%).

Sin embargo, en 2014 el empleo estable que se conservaba a final de año fue claramente inferior. Es decir, en 2009 en recesión y con la economía destruyendo un elevado volumen de empleo, el número de contratos indefinidos no fue muy diferente al de 2014 (solo 38.000 contratos menos) pero entonces se consolidó empleo indefinido en mucha mayor medida: 205.000 indefinidos más en 2009 que en 2014.

Ximo Estal Lizondo
Secretario General de Enseñanza de CCOO del Camp de Morvedre y Alto Palancia

 

 

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