En recuerdo de la reconversión industrial

Escrito por Ángel Olmos Gauses
Viernes, 16 Enero 2015 12:36

La orden dictada el 4 de febrero de 1983 por José María Lucia, Presidente de AHM de parar el Horno Alto nº 2 nos cayó como un mazazo a la memoria colectiva. Intuíamos con claridad sus pretensiones de cerrar la Fábrica Integral y lo que ello suponía a nivel local y comarcal. Orden que no cumplimos y que desencadeno la conocida lucha contra el cierre. Como clase trabajadora, con la dirección y orientación sindical pertinente y con los objetivos claros, organizamos junto a la Asociación de Comerciantes y otras entidades de la sociedad civil y partidos políticos, la defensa en contra del cierre de AHM. Recordar esos momentos, se nos hiela la sangre, al igual que les pasó muchos años atrás a nuestros mayores que, también conocieron de primera mano, las consecuencias de la crisis económica de 1929, que conllevó que muchos trabajadores de la siderurgia fueran despedidos en los años 1931 y 1932, con el posterior cierre. Al igual que esa época, y con la participación de nuestro pueblo, nos movilizamos durante más de 16 meses en defensa de la cabecera siderúrgica. Pese al esfuerzo valientemente realizado, AHM dejo de producir el 5 de octubre cerrándose el 31 de diciembre de 1984, aunque la lucha no fue en vano y dio frutos.

Obviamente, al principio nos costó organizar y orientar las acciones, tuvimos incomprensiones y desencuentros, pero al final prevaleció la idea de la unidad sindical y ciudadana y sobre todo como idea central: sacar el problema fuera de Sagunto y su comarca, a nivel institucional, pero sobre todo a nivel de movilización social. Conviene recordar el empleo directo e inducido que generaba la siderurgia junto a las mejoras económicas, sociales y laborales que significaba, logradas en nuestras reiteradas luchas durante y después de la dictadura franquista. Durante estos 16 meses de lucha fuimos ejemplo reivindicativo a seguir, motivando con ello a la clase trabajadora y  a la sociedad civil a nivel del PV y de España. Incluso fuera de nuestras fronteras se habló de la lucha de Sagunto.

Entre otros, soy de los que consideramos que de la lucha siempre se  obtiene resultados, da frutos, aunque en ocasiones se den a destiempo o no alcancen todas nuestras pretensiones que como clase trabajadora nos merecemos. Muchas veces se producen avances y mejoras económicas y socio laborales  y, en otras, se frenan recortes y agresiones, aunque en este caso, sean difíciles de calibrar. Los recuerdos y las esperanzas son aspectos fundamentales de la dignidad de las personas. No me cansaré en repetirlo: no nos regalaron nada. Con nuestra lucha, logramos que Sagunto y comarca, fuese declarada por el Gobierno como Zona de Urgente Reindustrialización con ayudas económicas y fiscales de todo tipo y magnitud, para la ubicación de empresas. Además del mantenimiento de SIDMED y posteriormente GALMED y SOLMED, se instalaron determinadas  empresas como ENFERSA, SIVESA, BOSAL, TUMESA, HIERROS LEVANTE, FORFLESA, FERRODISA amplió plantilla y tuvo mejoras industriales, por citar ejemplos.

Otras empresas de menor tamaño se instalaron en el polígono SEPES; el puerto siderúrgico de AHM se convirtió además en puerto marítimo- comercial de carga y  descarga de productos en general.  En los terrenos de AHM, se creó el Parque Industrial INGRUINSA y también  en los terrenos del frustrado proyecto de la IV Planta Siderúrgica, se creó el polígono industrial PARC SAGUNT. Varias infraestructuras, sobre todo viarias, se promovieron como consecuencia de la lucha mencionada.

Sin pretender hacer paralelismo comparativo de dos etapas vividas en esta zona, considero necesario recordar y poner en valor esos años como medio de estimulo de lucha; la reconversión industrial fue muy dura y le hicimos frente. Fue traumático, represento una grave crisis personal, con rupturas familiares, vecinales, entre compañeros, amigos se dieron casos de retirarse la palabra entre los que se habían quedado dentro de la fábrica y los que salieron. Fue un conflicto que fue más allá de lo laboral y social.

No obstante, es digno valorar que, la actual crisis económica, es bastante más compleja que la industrial, porque se produce dentro de otras  circunstancias  industriales, dentro del contexto europeo y mundial y donde las multinacionales hacen y deshacen sin control. Ahora bien, no por ello debemos desfallecer ni tirar la toalla: la única lucha que se pierde es la que se abandona. Aunque lo he manifestado en alguna ocasión, sigo considerando necesaria la unidad sindical, política y ciudadana con orientaciones de clase y con  objetivos claros, marcando la dirección de la movilización y exigiendo a los poderes públicos, más allá de las buenas intenciones o declaraciones grandilocuentes institucionales, que los existentes polígonos industriales cumplan el papel para lo que fueron creados. ¿O se crearon solamente, para además de hacerse la foto varias veces, hacer negocio en su construcción, como han hechos en otras tantas inversiones, en aeropuertos, estaciones sin trenes, autovías, etc., que mueren por desidia política?  

Orientar la lucha con firmeza sindical y ciudadana, siempre es necesario; pero en un año electoral mucho más. Sobre todo para que,  a los gobernantes que elijamos, les exijamos compromisos serios de la defensa de la industria, empleo de calidad, reclamando que cumplan los programas políticos y no vendan humo como suele ser habitual. La ciudadanía tiene que implicarse mucho más, no vale mirar hacia otro lado o sálvese quien pueda: nos desmantelan la industria que tanto esfuerzo nos costó traerla. El próximo jueves día 22, debe ser el encuentro de la clase obrera con los Sindicatos de Clase de la comarca, del País Valencia a la cabeza, para que junto con la sociedad civil participamos en la manifestación, pues el cierre de BOSAL nos afecta, como nos ha afectado el cierre de GALMED, por citar un ejemplo significativo, ya que no podemos perder de vista que continúa siendo un aviso para navegantes.

Intuyo que puede pasar como en un cesto de cerezas, y por tanto este día se debería convertir el principio de la defensa de la industria existente, además que polígonos industriales cumplan su papel para lo que fueron creados.

Hay que aprovechar este año 2015 electoral, para moverle el sillón a todos los que no cumplan con el deber de defender los intereses ciudadanos, para mandarlos por activa o pasiva  a  la mierda. Sí, como suena a la  mierda: ya está bien de estafas, de que se aprovechen, vivan del voto  y nos tomen el pelo.

Ángel Olmos Gauses

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