Sarcasmo de la acción política

Escrito por Ángel Olmos Gauses
Viernes, 28 Noviembre 2014 13:51

Es evidente que venimos padeciendo un proceso involutivo en el día a día de la acción política, convirtiéndola en un sarcasmo. Hay que recordar con la gran ilusión y esperanza que se abrió con la imperfecta democracia de 1977/78, asimismo la posible Constitución. Llegada por el esfuerzo y riesgo, coraje, de una minoría de la sociedad civil y la imparable lucha de la clase obrera, para poder restaurar la arrebatada democracia por la dictadura franquista. Transición democracia imperfecta, con ruido de sables y todo el poder intacto de la oligarquía franquista en los organismos del Estado.

Tanto es así, que estamos viviendo las consecuencias de nuestro reciente pasado, que ha parido una etapa de ignorada corrupción, no porque no existiera, si no por falta de medios de información, salvo algunos que funcionan, con la complicidad y ocultación de los partidos gobernantes PP, PSOE, donde ha imperado todo, el dogma sevillista, secretismo, sin democracia interna de los partidos, sin ética ni dignidad política.

Pues bien, pese al esfuerzo señalado y tan poco reconocido, hoy nos encontramos que se han creado las condiciones y se ha legalizado la impunidad, acompañado de la desvergüenza de los gobernantes sin aplicar Leyes, o elaborándolas, contra la corrupción, con devolución del dinero robado, sin prescribir el tiempo de los fraudes económicos de los poderosos maleantes, ladrones de cuello blanco, sin una fiscalidad progresiva, justa y proporcional con arreglo a los ingresos económicos.

Hay hastió y hartazgo, se dice que con Franco había menos casos de corrupción, pero se olvida que la dictadura franquista era en sí misma una corrupción: y de ahí venimos.

En todo caso, lo cierto es que en los últimos tiempos los españoles nos desayunamos casi cada día con un nuevo caso de corrupción, lacra que parece no tener techo, y lo peor de todo es esta sensación transversal de corrupción presente en los políticos, empresarios, sindicalistas. ¿Por qué aquí la corrupción ha calado más? En mi opinión, pueden haber muchas respuestas, pero opto por una que para mí es la madre de todas las corrupciones: la falta de controles.

Es muy censurable que después de más de treinta y cinco años de democracia aun haya sitios de sombra, privilegios de casta con discrecionalidad a barra libre en muchos ámbitos de la política. Por ser público, no razono la cantidad de despropósitos.

Por cierto, si con franco no nos enterábamos de muchos casos de corrupción, no era porque no existieran, sino porque la dictadura impedía la libertad y la transparencia. Algo que en parte, aun seguimos adoleciendo.

Ángel Olmos Gauses

Modificado por última vez en Viernes, 28 Noviembre 2014 13:53

 

 

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