El continuismo inservible

Escrito por José Luis Chover Lara
Viernes, 24 Octubre 2014 20:12

Este jueves participamos de una sesión de elección del Alcalde de Sagunto, provocada por la renuncia de Alfredo Castelló a la Alcaldía que se va a ejercer -un poco más- de diputado autonómico, cosa que ha hecho sin aparente incompatibilidad durante los últimos años. Y a pesar de que los concejales y grupos que conformamos la Corporación no somos nuevos, a pesar de lo que hemos debatido y mostrado nuestra oposición a multitud de actuaciones del equipo de gobierno, por lo finalmente votado, esta nueva sesión de investidura fue una réplica de la que vivimos en junio de 2011. Sólo que a favor de Sergio Muniesa.

Después de ser tan críticos con las políticas austericidas y recortes sin paliativos de 3 años de gobierno del Partido Popular, hartos de pagos, copagos y repagos, hartos de su imposición ideológica en materias legislables tan sensibles como la educación o los derechos de las mujeres; después de ver la reacción combativa de innumerables colectivos: educadores y estudiantes, sanitarios, dependientes, personas con discapacidad, agricultores, empleados de la industria, o funcionarios; después de  ver cómo está reaccionando todo el país que va arrinconando al partido del gobierno, enrocado entre sus políticas macroeconómicos, su ataque al estado de bienestar y la corrupción institucional que ha ejercido sin ningún rubor en los últimos 20 años; después de ver y vivir la política aquí, en el municipio, en la comunidad autónoma y en España, y ser tan críticos y combativos con lo que está ocurriendo, en mociones aprobadas, debates y manifestaciones, ayer teníamos una oportunidad brindada por Castelló de hacerle una enmienda a la totalidad al PP, teníamos una oportunidad para desalojarlos del poder municipal y… todo siguió igual.

Suena raro que sin una necesidad reglamentaria Castelló presente su renuncia y arriesgue un gobierno que ejerce sin demasiados sobresaltos. Es lógico pensar que para garantizarse la continuidad de su partido en el gobierno y asegurarse la elección de su candidato a la alcaldía hubiera llegado a acuerdos con algún grupo. Así puede que haya sido. Por lo menos así lo pareció y, desde luego, todo estuvo atado y bien atado. Sin embargo, a pesar de esa casi seguridad del resultado, como principal grupo de la oposición, debíamos intentar una alternativa y presentar una candidatura. Y así lo hicimos, porque la vocación de nuestro partido no es la de ser oposición permanente, nuestra vocación es la de  gobernar las instituciones para desarrollar políticas en el centro de las cuáles estén las personas, y en estos momentos difíciles, es conseguir devolver a los ciudadanos cuotas de bienestar que nos han robado de un zarpazo.  

Pero aunque sea por unos meses, tendremos el actual y continuista gobierno monocolor del Partido Popular. Un continuismo inservible, porque ¿en qué destaca la gestión o la actitud del PP que los hace imprescindibles para seguir ostentando el gobierno de Sagunto a pesar de contar con 9 de 25 concejales?, … Esta es la gran pregunta, ¿por qué gobiernan y sobre todo, por qué van a seguir gobernando con esta amplia minoría?. No han proporcionado estabilidad política en ningún momento, han sido un gobierno ineficaz e incapaz de generar propuestas o proyectos para una ciudad con una realidad sumamente compleja, no han frenado el cierre de empresas y no conocemos nuevas. En casi ocho años han aprobado un solo presupuesto municipal  con lo que han alcanzado un meritorio récord. En política urbanística, hoy ya sabemos el coste de la plaza Perales o la gestión del Borde Sur sobre el que pesa una sentencia que devuelve la propiedad del complejo de la Gerencia a Arcelor manteniendo intactos sus derechos de edificabilidad. Tampoco han sido imprescindibles para el desarrollo de acciones  para combatir la grave lacra del paro. Para la elaboración del Plan de Empleo Municipal que hoy exhiben como su gran logro de la legislatura, más bien, han sido una rémora.

A estas alturas, con lo que conocemos y con lo que les conocemos, ¿creen que esta ciudad se merece un nuevo Alcalde del PP?. Durante demasiados años, este gobierno ha demostrado suficientemente su incapacidad, y en buena lógica, su minoría no debería ser impedimento para el desarrollo de políticas de corte progresista en nuestra ciudad. Como todos saben, la representación de la Corporación, con sus diferencias, es mayoritariamente progresista. Un reflejo evidente, claro y democrático de la voluntad popular para una mayoría que sigue sin estar representada en el gobierno local

La otra gran pregunta, complementaria de la anterior ¿para qué o porqué cambiar?. Aquí, creo poder aportar algunas buenas razones que servían claramente para ese momento como para el futuro electoral próximo. Sin duda, para que la realidad social y electoral de este municipio se refleje en el gobierno del Ayuntamiento; para recuperar la dignidad del Pleno al que ningunean en sus acuerdos cuando no los comparten;  para paliar la insostenible situación de exclusión social que provocan sus políticas; para que alguien denuncie, sin connivencias, las innumerables promesas de proyectos incumplidos por parte de la Generalitat, mientras han malgastado el dinero de todos en acciones y eventos marcados por la lacra de la corrupción;  para cambiar las políticas de privatización de los servicios públicos; para recuperar una política urbanística no especulativa; para que alguien denuncie y resuelva la deuda casi permanente que la Generalitat mantiene con todos los centros de atención a personas con discapacidad de nuestro municipio; para reclamar con fuerza la finalización de las obras del Plan Camps que hoy mantienen un pabellón deportivo de más de 3 millones de euros en cuatro paredes; para zanjar el uso caprichoso y clientelar de las subvenciones; para desarrollar políticas activas de empleo; para luchar contra la desindustrialización; o simplemente, para responder a una demanda generalizada de la mayoría de la ciudadanía. Pocos ciudadanos podrán entender hoy que pudiendo cambiar a un gobierno del PP, aunque sea local, se le mantenga.

Tras la votación, el candidato del grupo popular fue investido Alcalde por ser la fuerza más votada, que no mayoritaria, y presagiamos que desde sus despachos seguirán riéndose de la oposición “cuando no miramos”, y también seguirán desarrollando sus políticas partidistas, clientelares, privatizadoras y poco transparentes. Y aquí la responsabilidad ya no es tanto de la derecha que con descaro inusitado ha provocado la situación de una nueva elección de la Alcaldía y su gobierno. Los responsables somos los demás, esta oposición mayoritaria que seguimos sin saber conformar la alternativa que produzca un cambio de gobierno, quizá porque algunos  no han entendido que los pactos son y serán una realidad necesaria para formar gobiernos municipales de corte progresista. Los nuevos gobiernos serán con pactos o no serán.

Y es que hoy, el miedo electoral pesa demasiado para algunas fuerzas políticas y entienden que ahora, es mejor ponerse de perfil.

José Luis Chover Lara

Portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Sagunto

 

 

SUCESOS

SALUD