Hay que cambiar la política económica y laboral

Escrito por Ximo Estal Lizondo
Viernes, 19 Septiembre 2014 16:21

Los datos de la EPA del segundo trimestre, positivos respectos a los del anterior trimestre, no lo son si se tiene en cuenta el último año, España sigue siendo el país de la UE con más paro, después de Grecia, y además, sigue creciendo la precariedad y los contratos a tiempo parcial forzados.

Si se comparan las cifras del II trimestre de 2014 con el mismo período del año anterior se observa que la población activa se ha reducido en 232.000 en el último año (1 % interanual); la ocupada aumentó en 192.400 personas (1,1 % interanual), y que el paro estimado se reduce en 424.400 personas debido, sobretodo, a que hay menos personas buscando empleo. En concreto, en términos cuantitativos, la caída de los activos explica el 55 % del menor desempleo y el aumento de la ocupación el 45 % restante.

Los datos positivos de la EPA en términos absolutos no deben ocultar los cambios que se están produciendo en el mercado de de trabajo:

La precariedad laboral sigue creciendo (la tasa de temporalidad es del 24 %, un punto más que hace un año); sigue aumentando el empleo a tiempo parcial, no deseado, que afecta especial a las mujeres (el 17,7 % de los asalariados trabaja con jornada reducida, una cifra que se eleva hasta el 27,4 % entre las mujeres).

Sigue habiendo 5.622.900 personas en desempleo (una tasa de paro del 24,5 %), lo que nos convierte en el país con más parados de la Unión Europea y el segundo en tasa después de Grecia.

Del 62,1 % de los desempleados de larga duración, 2.384.300 personas llevan más de dos años en paro.

La reducción del paro estimado se concentra en los tramos de edad más joven, pero empieza a enquistarse en los mayores de 45 años, que deberían ser objeto de una atención especial.

Hay 1.834.000 hogares en los que todos sus miembros están en desempleo. En el segundo trimestre de 2014 hay 15.200 familias más en esta situación dramática hasta llegar a los 740.500 hogares donde todos sus miembros están en paro y sin ingresos.

 

Todo el empleo creado en los últimos años es en los servicios, mientras que se sigue destruyendo puestos de trabajo en la industria, la construcción y el sector primario.

Ante esta dramática situación de desempleo en nuestro país,  no podemos esperar resignadamente varias décadas, porque los más de 5,6 millones de personas en paro, muchos ellos ya parados de larga duración, no lo pueden soportar.

Es urgente un cambio de orientación en la política económica y laboral, aquí y en la UE, que deje atrás las políticas de austeridad y recortes y apueste de forma decidida por el crecimiento. Una nueva estrategia económica en la que recuperar el dialogo social tiene que ser un instrumento básico y que debería tener, como primer resultado, un plan de empleo con prioridad hacia los jóvenes y los parados de larga duración, al tiempo que se de cobertura a los hogares sin ingresos que hay en España, y que extienda la protección social a los colectivos y personas en situación de mayor desprotección.

Es necesario combinar un aumento de las prestaciones por desempleo con la implantación de una renta básica para las personas y familias que no tienen ningún tipo de ingreso, colocándolas al borde de la exclusión social y la extrema pobreza.

Medidas urgentes para las que se necesitan recursos públicos, y por eso una de las razones del rechazo a la reforma fiscal propuesta por el gobierno es que lleva implícita menos ingresos para el Estado, lo que provoca la reducción de los presupuestos destinados para el empleo y las prestaciones sociales.

Ximo Estal Lizondo

Secretario General de Enseñanza de CCOO del Camp de Morvedre y Alto Palancia

 

 

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