Hace unos años, por estas mismas fechas y sobre el proyecto de presupuestos del Estado de 2009, analizaba en un artículo la evolución anual de las inversiones del Estado en la Comunidad Valenciana, en plena vorágine de la descarada e insultante estrategia popular de culpabilizar a Zapatero de todos los males habidos y por haber. Para el gobierno valenciano fueron los años de derrochar victimismo a raudales contra el gobierno central con el que justificaban su ya conocida nefasta y corrupta gestión económica. Con datos numéricos publicados por aquellos días demostramos que la cuantía tanto real como relativa de las inversiones de los gobiernos socialistas doblaban las de los gobiernos anteriores de Aznar.

Hoy, conocido el proyecto de presupuestos del Estado para 2014, el tercero del gobierno popular de Rajoy/Montoro, la inversión prevista en esta Comunidad Autónoma asciende a 605,3 millones de euros, que representa el 6,2% de la inversión total nacional, y supone un descenso de -8,2% con respecto al año 2013. El panorama inversor para nuestro territorio es, como se ve, el peor de los imaginados, sin embargo, los voceros populares se mantienen en silencio otro año más.  Estamos ante el tercer año consecutivo en que las inversiones del Estado en la Comunitat  descienden, y lo hacen drásticamente. Se cumple el axioma de que si algo puede empeorar, empeorará.

Durante el periodo 2008-2011 con gobierno socialista las inversiones en la C.Valenciana sumaron más de 8.300 millones de euros (el último fue de 1.542 millones) mientras que con los tres de Rajoy apenas se alcanzan los  2.273 millones. Si González Pons decía, sin pestañear y de un tirón, que Zapatero odiaba a la C.Valenciana, cuando la inversión anual superaba los 1.500 millones de euros, ¿que creen ustedes que debería decir hoy cuando la propuesta de «su» gobierno es de 605 millones?. Pues hoy,  no dice nada. Ni él, ni Fabra. El President de la Generalitat tampoco dice nada. Bueno dice aquello de que «…son unos presupuestos que nos proyectan hacia el futuro». Bla, bla, bla... Y lo dice, también sin sonrojarse, cuando todo el mundo sabe que contemplan apenas la mitad de las inversiones que en justicia le corresponderían a la Comunitat. Hoy representamos el 10,9 % de la población española, y solo recibimos inversión por un 6,2 % o  lo que es lo mismo, en el reparto nos han asignado 600 millones cuando por población nos deberían tocar más de 1.000 millones.

En datos relativos podemos aportar que entre 2000 y 2004 (Aznar) la inversión media por valenciano fue de 214,84 €, entre 2005 y 2009 (Zapatero) la inversión media fue de 408,42 €, mientras que la previsión para 2014 es de 118 € por cada valenciano. Cierto es que ha caído la inversión global y por tanto la media por habitante ha bajado hasta 207 €, aunque hay algunas autonomías como Galicia que, a pesar de todo,  alcanza los 486 euros por gallego. Nosotros muy por debajo, otros muy por encima de la media.
Los presupuestos de 2013 eran los peores desde 2004. Ahora el Partido Popular  se ha superado y aún nos da menos dinero. Haciendo las cuentas fáciles y justas, podemos concluir que en solo dos años, el gobierno de España nos adeuda casi 1.000 millones de euros para inversiones y evidenciamos un paso más en el maltrato de Mariano Rajoy a los valencianos, maltrato que resulta tan preocupante como la incapacidad de  Fabra de plantar cara ante esta situación. Somos la tercera Comunidad peor tratada por los Presupuestos de 2014, solo por delante de Navarra, con un beneficioso régimen foral propio y Baleares.

Por lo escuchado, esta distribución de las inversiones por territorios no ha estado exenta de críticas por parte de bastantes gobiernos autonómicos, incluidos algunos del PP como es el caso de Baleares o Madrid, aunque sin duda, si alguien merece un comentario particular es la Presidenta de Castilla-La Mancha, MªDolores de Cospedal y su gobierno que se muestran satisfechos con la caída de la inversión que Rajoy ha asignado a esa Comunidad Autónoma. Para ilustrar la incongruencia y el sectarismo de esta política pluriempleada y dispersa, sólo recordaremos que la última inversión que presupuestó el gobierno socialista para Castilla-La Mancha en el año 2011 fue de 922 millones de euros, casi el doble de los 488 millones previstos por el gobierno popular para 2014.  Y Cospedal —como no— criticó aquella cifra, se quejó y prometió que con el PP en el gobierno la cosa cambiaría. Y vaya si ha cambiado: con el PP la inversión se ha desplomado a la mitad, pero Cospedal ya no se queja, porque —según dice— los presupuestos que hace Rajoy son justos y equilibrados. En fin, ya se sabe que sarna con gusto, no pica.