En primera persona

Escrito por Davinia Bono Pozuelo
Viernes, 08 Febrero 2013 02:34

Cada mañana cuando me levanto miro las redes sociales y la prensa escrita para informarme sobre  las principales noticias nacionales, autonómicas y locales. También suelo poner la radio en el coche camino del trabajo, y a menudo escucho como algunos conocidos locutores se dedican a insultar a los políticos, en general, metiéndonos a todos en el mismo saco. Y os aseguro que no hay cosa que más me moleste, porque hay que saber distinguir entre el que trabaja para el ciudadano —que somos la mayoría— del que trabaja para uno mismo.
Hace seis años que me dedico a la política por vocación, al igual que muchos de mis compañeros del Equipo de Gobierno. Hace seis años que dejé mi carrera laboral para dedicarme en cuerpo y alma a la fascinante tarea de ayudar a la gente de mi ciudad. Seis años en los que he podido crecer como persona y aprender como ciudadana.
Este tiempo ha sido duro, quizás por las áreas que he tenido y tengo que gestionar, pero también tremendamente gratificante. Y, cuando digo gratificante no me refiero para nada a lo económico, como podría estar pensando la mayoría de la gente, sino a lo emocional.

Y esto  es precisamente lo que le sucede a miles de concejales jóvenes, y no tan jóvenes, que nos dedicamos a la política.
Luchamos cada día para que nuestro trabajo y esfuerzo redunde en el bien común. Luchamos cada día para demostrar que, en política, no todo vale. Que hay mucha gente honrada dispuesta a incluso perder dinero (puesto que ha dejado su trabajo) para ayudar a los demás. Muchos buenos políticos convencidos de que las cosas pueden cambiar; algo que es lo que, en su día, les hizo tomar la decisión de dedicarse a esta gran profesión que es la POLÍTICA.
No debemos sentirnos incómodos a la hora de dar respuesta a nuestros ciudadanos, a pesar de que en la mayoría de los casos tengamos que justificarnos por cosas que no hemos hecho. Desmentir falsos rumores que, por lo general, suelen lanzar los grupos de la  oposición, con el único objetivo de hacer daño personal.

Hemos de sentirnos orgullosos de pertenecer a la gran familia que es el Partido Popular. Orgullos de nuestros ideales. De nuestra ideología. Somos muchos los políticos honrados que bajo las siglas del PP hacemos un trabajo encomiable todos los días, por nuestro municipio, por nuestra comunidad y por nuestra nación. 
Creo en mi partido, el Partido Popular, porque creo en muchas de las personas que lo componen. Creo en su trabajo y en su honestidad y que, a pesar de todo, siguen dando la cara y luchando por los ciudadanos para conseguir una sociedad mejor.

Por ello, por todos estos compañeros de partido que trabajan cada día por y para los demás, quizás es el momento de una reforma general. Una reforma para todos los partidos. El momento de un cambio en la financiación  y en el sistema electoral (listas abiertas y limitación del mandato), reformas en general que se adapten a la nueva realidad social que vivimos.
Porque no podemos esperar a que alguien soluciones el problema por nosotros. Nosotros debemos ser la solución a dicho problema. John Fitzgerald Kennedy, el 20 de enero de 1961, en su discurso de investidura dijo: “No pienses en lo que tu país puede hacer por ti, sino en lo que tú puedes hacer por tu país". Este lema lo he hecho mío, como una premisa básica para seguir al pie del cañón todos los días a pesar de la tempestad y los tiempos que corren.
 
Davinia Bono Pozuelo, concejala de Bienestar Social y forma parte del Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Sagunto.
Modificado por última vez en Viernes, 08 Febrero 2013 02:44

 

 

SUCESOS

SALUD