Cuestión de clase

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Miércoles, 29 Febrero 2012 01:00

¿Tiene usted clase? Usted, trabajador asalariado que se pasa el día que ya no puede hacer más horas extras gratis y cuya máxima aspiración consiste en poder llegar a fin de mes, pagar la hipoteca y tener una jubilación decente cuando se haga mayor. Usted, trabajadora autónoma, asfixiada por la competencia de las grandes empresas, viendo cómo mengua constantemente su facturación, aumentan los intereses de sus préstamos y corre serio peligro de caer en el paro sin subsidio. Usted, trabajador funcionario, cuyos ya escasos ingresos han entrado en barrena hacia el recorte de presupuestos, que se va a quedar sin paga extra, sin seguro médico y sin trabajo como a los que usted sabe se les vaya un poco más la mano con la tijera, como en Grecia se les ha ido. Usted, trabajadora en desempleo, que ve cómo llega rápidamente la fatídica fecha en la que se le acaba el subsidio o los cuatrocientos y pico euros miserables que le dan, como caridad y no como derecho, después de pasar años cotizando a la Seguridad Social. Usted, estudiante, que tiene que tomar apuntes enfundado en su abrigo polar porque su centro de estudios ya no tiene ni para pagar la calefacción. Usted, jubilado, que ve cómo mes tras mes su ya escasa pensión le obliga a saltarse la cena y está pensando seriamente en sustituir las bombillas por cirios pascuales, a ver si así, de paso que reduce la factura de la luz, algún santo intercede por su ajustadísima situación económica…

Usted tiene clase. Y aunque la de cada uno sea la de cada cual, todas tienen al menos un rasgo en común. Ese rasgo es el derecho y la imperiosa necesidad de una adecuada cobertura social para poder vivir dignamente. Una nómina digna a fin de mes, un contrato indefinido, una asistencia sanitaria de calidad, un buen seguro de desempleo, una enseñanza pública con medios suficientes, una pensión que compense las décadas de vida gastadas trabajando en lugar de disfrutando, y que le permita pasar la que le queda sin sufrir las dentelladas de la miseria… Usted es, en el todo o en la parte, Clase Trabajadora. La necesidad y el derecho a la cobertura social, al salario diferido, es el rasgo común que le une al resto. Como el pegamento a los cromos de un álbum.

Y es, precisamente, esa cobertura social la que está en juego en estos momentos. En juego y en gravísimo riesgo de perderse con los furibundos tijeretazos que el gobierno PP está aplicando a diestro y siniestro: Reforma laboral que abarata el despido, drásticos recortes en los presupuestos de Enseñanza y Sanidad, aumentos de impuestos…

¿Pero es que ese montón de millones del presupuesto del Estado va a desaparecer de la circulación para conseguir la tan ansiada reducción del déficit público? No, el dinero no se esfuma. Va a alguna parte. ¿A dónde? Recuerde usted ahora la indecente cantidad de préstamos a bajo interés que el gobierno del PP ha concedido sin contrapartidas a los bancos, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria que alcanza ya los ciento cincuenta mil millones de euros. Recuerde las emisiones de deuda pública a óptimo interés que son acaparadas por “los mercados” a los que hay que ofrecer “confianza” a base de sacrificios y recortes en la Enseñanza Pública, en la Sanidad, en los Derechos Laborales, en las Pensiones… Ahí es donde van a ir a parar nuestros derechos sociales: A las desaprensivas manos de banqueros y especuladores de talla internacional.
La lucha sigue siendo la misma de siempre: Las Clases Trabajadoras contra la Banca y el gran Capital especulativo. Los golpes se continúan repartiendo entre estas dos clases sociales antagonistas: La que tiene derecho y necesidad de cobertura social (usted, asalariado; usted, autónoma; usted, funcionario; usted, parada, usted, estudiante y usted, jubilado) y la que quiere acaparar para su propio y privado provecho esa cobertura social ante las vacas flacas que ella misma ha provocado, los banqueros y los grandes especuladores.

Dése cuenta de que, si no une usted su lucha como trabajador, como autónoma, como funcionario, como parada, como estudiante o como jubilado a la del resto de compañeras y compañeros de su clase social, sufrirá usted el aciago destino que banqueros y especuladores preparan para todas las Clases Trabajadoras: El paro, la pobreza, el desahucio, la exclusión y la pérdida de todos los derechos sociales conquistados durante tantos años en tantas luchas regadas con tanta sangre. Necesita usted un frente popular común de lucha y resistencia junto a sus compañeras y compañeros de Clase. La lucha del resto es, también, la suya. La lucha necesaria para reconquistar los Derechos Sociales. Para reconquistar la vida digna que usted, usted y usted merecen. Por derecho.
Puede contactarse con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca del Camp de Morvedre a través de correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., y de los teléfonos 655227290 y 658269764.

Óscar Vivancos y Rafa Garzó
Portavoces de la Plataforma de Afectados
por la Hipoteca del Camp de Morvedre.

Modificado por última vez en Miércoles, 29 Febrero 2012 01:00

 

 

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