Como bien sabéis en estos días están sucediendo una serie de acontecimientos relacionados con los recortes de las prestaciones sociales así como, en educación, sanidad, servicios públicos y reforma laboral, la sociedad valenciana ha salido a la calle a decir ¡basta!
Movilizándose en distintas manifestaciones, para pedir que la Conselleria dé marcha atrás en sus recortes ya que esto lo único que pude producir, es una precariedad en los servicios sociales que ya teníamos garantizados, por culpa de una mala gestión y la mala praxis a la hora de gestionar, los bienes públicos que aportamos la Sociedad Valenciana.
A mitad de los años noventa ya la UGT en su día dijo que las actuaciones que estaba teniendo la Conselleria de Trabajo iban mal encaminadas, cuando estaban permitiendo el desmantelamiento de la industria manufacturera y tradicional del País Valenciano; dígase, sector del mueble, calzado, textil juguete, etc., en pro del sector de la construcción de una manera desorbitada.
La UGT ya dijo en su día que esas políticas iban mal encaminadas, que lo que había que hacer era invertir I+D+I para poder competir con los paises emergentes con los cuales era difícil competir por el bajo coste de su producción.
Desde la UGT siempre hemos apostado por la formación de los trabajadores, pero ese es un tema que la patronal nunca ha tenido en cuenta, incluso con los contratos formativos subvencionados, la patronal los utilizaba para sacar la producción a un bajo coste.
Ahora el Gobierno nos dice que esta va ser a la reforma laboral del empleo, abaratamiento del despido, cosa que en las dos reformas anteriores, ya se pasó de los 45 días a los 33 con el contrato famoso de fomento del empleo y no funcionó véanse estadísticas emitidas por el mismo INEM.
Lo único que promueve esta reforma laboral es echar por tierra toda una serie de mecanismos de garantías y procedimientos, de instrumentos de protección de los trabajadores que formaban parte de la cultura laboral y que han ido arraigando durante mucho tiempo.
Con el nuevo contrato indefinido creado en la reforma, discrimina a los jóvenes, pues a los único que beneficiará fiscalmente es a las empresas que contraten parados con prestación. Hay que recordar que del aproximadamente 1,6 millones de jóvenes solo el 15% cobra prestación con lo cual dudo que este contrato fomente el empleo en el colectivo de los jóvenes.
Esta nueva normativa y este modelo de contratación va seguir discriminando la contratación de jóvenes. Desde la UGT decimos que un cambio legislativo en materia laboral sin hacer fluir el crédito o facilitar estímulos para reactivar la economía difícilmente por si sola va a ser capaz de generar nuevos puestos de trabajo.
No podemos dejar atrás tampoco lo que supone esta reforma en el personal laboral de las administraciones públicas que podrán ser despedidos sin necesidad de requerir de la autoridad laboral ni de la inspección de trabajo.
Ni tampoco que decir la facilidad que van a tener los empresarios a la hora de los descuelgues salariales solo simplemente diciendo que en los tres trimestres anteriores la empresa ha visto mermadas sus ganancias, así como la facilidad que también van a tener a la hora de modificar los horarios de trabajo prácticamente a su antojo, con lo cual nuestra conciliación familiar, un derecho adquirido, quedará en disposición del empleador.
Desde la UGT, decir que es hora de que los trabajadores nos unamos y digamos no a la reforma laboral, y decir que una mayoría absoluta, no da el derecho a gestionar los derechos que esta sociedad fue construyendo con el sudor de muchos trabajadores.
Movilizándose en distintas manifestaciones, para pedir que la Conselleria dé marcha atrás en sus recortes ya que esto lo único que pude producir, es una precariedad en los servicios sociales que ya teníamos garantizados, por culpa de una mala gestión y la mala praxis a la hora de gestionar, los bienes públicos que aportamos la Sociedad Valenciana.
A mitad de los años noventa ya la UGT en su día dijo que las actuaciones que estaba teniendo la Conselleria de Trabajo iban mal encaminadas, cuando estaban permitiendo el desmantelamiento de la industria manufacturera y tradicional del País Valenciano; dígase, sector del mueble, calzado, textil juguete, etc., en pro del sector de la construcción de una manera desorbitada.
La UGT ya dijo en su día que esas políticas iban mal encaminadas, que lo que había que hacer era invertir I+D+I para poder competir con los paises emergentes con los cuales era difícil competir por el bajo coste de su producción.
Desde la UGT siempre hemos apostado por la formación de los trabajadores, pero ese es un tema que la patronal nunca ha tenido en cuenta, incluso con los contratos formativos subvencionados, la patronal los utilizaba para sacar la producción a un bajo coste.
Ahora el Gobierno nos dice que esta va ser a la reforma laboral del empleo, abaratamiento del despido, cosa que en las dos reformas anteriores, ya se pasó de los 45 días a los 33 con el contrato famoso de fomento del empleo y no funcionó véanse estadísticas emitidas por el mismo INEM.
Lo único que promueve esta reforma laboral es echar por tierra toda una serie de mecanismos de garantías y procedimientos, de instrumentos de protección de los trabajadores que formaban parte de la cultura laboral y que han ido arraigando durante mucho tiempo.
Con el nuevo contrato indefinido creado en la reforma, discrimina a los jóvenes, pues a los único que beneficiará fiscalmente es a las empresas que contraten parados con prestación. Hay que recordar que del aproximadamente 1,6 millones de jóvenes solo el 15% cobra prestación con lo cual dudo que este contrato fomente el empleo en el colectivo de los jóvenes.
Esta nueva normativa y este modelo de contratación va seguir discriminando la contratación de jóvenes. Desde la UGT decimos que un cambio legislativo en materia laboral sin hacer fluir el crédito o facilitar estímulos para reactivar la economía difícilmente por si sola va a ser capaz de generar nuevos puestos de trabajo.
No podemos dejar atrás tampoco lo que supone esta reforma en el personal laboral de las administraciones públicas que podrán ser despedidos sin necesidad de requerir de la autoridad laboral ni de la inspección de trabajo.
Ni tampoco que decir la facilidad que van a tener los empresarios a la hora de los descuelgues salariales solo simplemente diciendo que en los tres trimestres anteriores la empresa ha visto mermadas sus ganancias, así como la facilidad que también van a tener a la hora de modificar los horarios de trabajo prácticamente a su antojo, con lo cual nuestra conciliación familiar, un derecho adquirido, quedará en disposición del empleador.
Desde la UGT, decir que es hora de que los trabajadores nos unamos y digamos no a la reforma laboral, y decir que una mayoría absoluta, no da el derecho a gestionar los derechos que esta sociedad fue construyendo con el sudor de muchos trabajadores.
Enrique Torres, Secretario de,
Acción sindical de UGT Horta Nord, Camps Turia i Morvedre.
Acción sindical de UGT Horta Nord, Camps Turia i Morvedre.
