En la pasada edición, el gerente del Club Náutico Canet D´En Berenguer, Pablo Navarro, sale al paso de la información publicada en este mismo diario, sobre la denuncia que presenté ante la Generalitat por la gestión realizada por la concesionaria de los servicios portuarios de Puerto Siles.
La denuncia estaba basada en tres irregularidades reiteradas:
Primera: las tarifas aplicadas por el Club son abusivas e ilegales. Ante ello el Sr. Navarro, lanza una cortina de humo, contestando con juegos de palabras, con referencias a la subida del IVA del 7% hasta el 18%, a la subida del IPC un 24% desde el 2003, dejando entrever que todas estas cuestiones no las había tenido en cuenta. Pues bien, el precio por m2 y día de amarre ha pasado de 0,14 euros en el 2003 a 0,171 euros a partir de febrero de este año, es decir, ha sufrido un incremento del 22,14%, exactamente el IPC en ese período. Si a esto añadimos que el IVA aplicable ha pasado del 7% al 18%, la tarifa de un amarre de 2,5x 6 metros es de 91,52 euros al mes, como decía en mi escrito de denuncia, que es exactamente la que aprobó la Dirección General de Puertos por resolución del 20 de enero del 2011, no los 146,96 euros que están cobrando.
Segundo: La concesión de un amarre de alquiler la tienen supeditada a la condición de socio, algo ilegal y que ha obligado a muchos usuarios a desembolsar varios miles de euros por un derecho que con disponibilidad de amarres es gratuito. Esto no lo desmiente, pasa por encima de ello.
Tercero: El acceso rodado, por el procedimiento establecido, está prácticamente restringido a los socios, cuando en la concesión se establece que debe ser público, sometido a unas tarifas de explotación que desconocemos si existen. Sobre estas tarifas y este tema tampoco dice nada el señor Navarro.
Podríamos señalar mas irregularidades, pero estas fueron las denunciadas.
En lugar de dar razones para desmontar las «presuntas» irregularidades, se ha dedicado a descalificar, a difamar, a tirar balones fuera, utilizando para ello falsedades como la copa de un pino, tanto en lo que dice como en lo que oculta.
Así el 26 de agosto alguien del Club dio la orden de sacar mi barco del agua. Tarde y mal, me dieron los motivos de ello, ¡estaba «escorado»!. En la contestación del Sr. Gerente, sin venir a cuento sobre el tema de la denuncia, dice que lo sacaron porque hacía agua de forma alarmante, y ante el peligro de hundimiento, el marinero de guardia utilizó la grúa para sacarlo del agua y evitarle males mayores.
Se necesita atrevimiento para decir públicamente semejante falsedad, cuando sabe que hay numerosos testigos, e imágenes, que constatan que el único defecto que tenía la embarcación era que su dueño se negaba a someterse a los abusos de la concesionaria, y pretenden utilizar la varada como coacción.
Más adelante dice un su escrito: el Sr García reclama que se le aplique la tarifa de alquiler cuando se ha negado en reiteradas ocasiones a firmar un contrato de alquiler y no media relación contractual alguna con el Club. Cosa completamente falsa en lo referente al contrato, este está firmado en noviembre del 2003.
Cuando se hizo la concesión, la Consellería, en aplicación de la legislación y del pliego de condiciones, nos informó a los usuarios en ese momento del Puerto, que teníamos derecho a (textual): «obtener la cesión del uso preferente del amarre ó bien permanecer en régimen de alquiler, en el amarre que ocupa, sometido a una tarifa máxima de 14 céntimos de euro por metro cuadrado y día (0,14 euros/m2/día) más el 7% de IVA. Dicha tarifa podrá ser revisada con la aprobación de la administración según las prescripciones del pliego de la concesión».Y cada cual firmó la opción que más le convino. Otra cosa es que hayan intentado desde el Club modificar reiterada y arteramente este contrato.
El resto del escrito del Sr. Gerente oscila entre la autoalabanza y el insulto puro y duro: okupa, desagradecido, insolidario, aprovechado… para encontrar todos estos adjetivos, que me dirigen los dirigentes del club, se han inspirado seguramente mirándose en un espejo.
Y es que estos dirigentes no asumen que el Puerto Siles es un puerto público, de acceso público, ubicado sobre terreno público, es decir terreno de todos, con los amarres y servicios sujetos a tarifas públicas, que tienen que ser razonadas y aprobadas por la Generalitat.
La concesión que han adquirido es sobre la gestión de los servicios portuarios, concesión que les otorga unos derechos, pero también unas obligaciones.
Sin embargo, desde el primer día, piensan lo contrario y tratan de convertirlo en un coto privado, sin más normas que sus arbitrariedades, llevando al desahucio a quien no puede o no quiere costearlas.
Menudo ejemplo de insolidaridad la de estos gestores, que se comportan como auténticos aprovechados y okupas de un bien público.
De todas estas cuestiones es de lo que debemos estar agradecidos los usuarios, a los dirigentes del Club Náutico Canet D´En Berenguer, el haber convertido Puerto Siles, un lugar de esparcimiento, distracción y recreo, en un continuo quebradero de cabeza.
La denuncia estaba basada en tres irregularidades reiteradas:
Primera: las tarifas aplicadas por el Club son abusivas e ilegales. Ante ello el Sr. Navarro, lanza una cortina de humo, contestando con juegos de palabras, con referencias a la subida del IVA del 7% hasta el 18%, a la subida del IPC un 24% desde el 2003, dejando entrever que todas estas cuestiones no las había tenido en cuenta. Pues bien, el precio por m2 y día de amarre ha pasado de 0,14 euros en el 2003 a 0,171 euros a partir de febrero de este año, es decir, ha sufrido un incremento del 22,14%, exactamente el IPC en ese período. Si a esto añadimos que el IVA aplicable ha pasado del 7% al 18%, la tarifa de un amarre de 2,5x 6 metros es de 91,52 euros al mes, como decía en mi escrito de denuncia, que es exactamente la que aprobó la Dirección General de Puertos por resolución del 20 de enero del 2011, no los 146,96 euros que están cobrando.
Segundo: La concesión de un amarre de alquiler la tienen supeditada a la condición de socio, algo ilegal y que ha obligado a muchos usuarios a desembolsar varios miles de euros por un derecho que con disponibilidad de amarres es gratuito. Esto no lo desmiente, pasa por encima de ello.
Tercero: El acceso rodado, por el procedimiento establecido, está prácticamente restringido a los socios, cuando en la concesión se establece que debe ser público, sometido a unas tarifas de explotación que desconocemos si existen. Sobre estas tarifas y este tema tampoco dice nada el señor Navarro.
Podríamos señalar mas irregularidades, pero estas fueron las denunciadas.
En lugar de dar razones para desmontar las «presuntas» irregularidades, se ha dedicado a descalificar, a difamar, a tirar balones fuera, utilizando para ello falsedades como la copa de un pino, tanto en lo que dice como en lo que oculta.
Así el 26 de agosto alguien del Club dio la orden de sacar mi barco del agua. Tarde y mal, me dieron los motivos de ello, ¡estaba «escorado»!. En la contestación del Sr. Gerente, sin venir a cuento sobre el tema de la denuncia, dice que lo sacaron porque hacía agua de forma alarmante, y ante el peligro de hundimiento, el marinero de guardia utilizó la grúa para sacarlo del agua y evitarle males mayores.
Se necesita atrevimiento para decir públicamente semejante falsedad, cuando sabe que hay numerosos testigos, e imágenes, que constatan que el único defecto que tenía la embarcación era que su dueño se negaba a someterse a los abusos de la concesionaria, y pretenden utilizar la varada como coacción.
Más adelante dice un su escrito: el Sr García reclama que se le aplique la tarifa de alquiler cuando se ha negado en reiteradas ocasiones a firmar un contrato de alquiler y no media relación contractual alguna con el Club. Cosa completamente falsa en lo referente al contrato, este está firmado en noviembre del 2003.
Cuando se hizo la concesión, la Consellería, en aplicación de la legislación y del pliego de condiciones, nos informó a los usuarios en ese momento del Puerto, que teníamos derecho a (textual): «obtener la cesión del uso preferente del amarre ó bien permanecer en régimen de alquiler, en el amarre que ocupa, sometido a una tarifa máxima de 14 céntimos de euro por metro cuadrado y día (0,14 euros/m2/día) más el 7% de IVA. Dicha tarifa podrá ser revisada con la aprobación de la administración según las prescripciones del pliego de la concesión».Y cada cual firmó la opción que más le convino. Otra cosa es que hayan intentado desde el Club modificar reiterada y arteramente este contrato.
El resto del escrito del Sr. Gerente oscila entre la autoalabanza y el insulto puro y duro: okupa, desagradecido, insolidario, aprovechado… para encontrar todos estos adjetivos, que me dirigen los dirigentes del club, se han inspirado seguramente mirándose en un espejo.
Y es que estos dirigentes no asumen que el Puerto Siles es un puerto público, de acceso público, ubicado sobre terreno público, es decir terreno de todos, con los amarres y servicios sujetos a tarifas públicas, que tienen que ser razonadas y aprobadas por la Generalitat.
La concesión que han adquirido es sobre la gestión de los servicios portuarios, concesión que les otorga unos derechos, pero también unas obligaciones.
Sin embargo, desde el primer día, piensan lo contrario y tratan de convertirlo en un coto privado, sin más normas que sus arbitrariedades, llevando al desahucio a quien no puede o no quiere costearlas.
Menudo ejemplo de insolidaridad la de estos gestores, que se comportan como auténticos aprovechados y okupas de un bien público.
De todas estas cuestiones es de lo que debemos estar agradecidos los usuarios, a los dirigentes del Club Náutico Canet D´En Berenguer, el haber convertido Puerto Siles, un lugar de esparcimiento, distracción y recreo, en un continuo quebradero de cabeza.
Ramón García Ortín
