Como ya informó este periódico, el comité de empresa y los sindicatos CCOO y UGT tienen previsto protagonizar el próximo 5 de Octubre, desde las 10 de la mañana hasta las 13 horas, una concentración en la Plaza de Manises, a las puertas del Palau de la Generalitat, «en defensa de sus empleos que se ven en peligro por la pretensión del Gobierno municipal de obstaculizar cualquier posibilidad de continuidad de la actividad cementera en Sagunto».
Esta acción reivindicativa se llevará a cabo mientras los representantes de los trabajadores intentan reunirse con el presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig. Sin embargo, según ha podido saber este periódico, todo apunta a que el encuentro no se realizará con el jefe del Gobierno valenciano, aunque sí serán atendidos por algún representante, como ya ha ocurrido con anterioridad, como, por ejemplo, cuando acudieron los trabajadores de Bosal.
Lo que si que quieren dejarle claro al secretario general de los socialistas valencianos y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, es que la actitud del Gobierno de Sagunto, en el que terminará integrándose el PSOE, también afectará a la Generalitat, que es la institución que ha de tener la última palabra respecto al conflicto desatado con la cementera, desde que se hizo cargo del Gobierno de Sagunto el tripartito que forman Compromís, Esquerra Unida y ADN Morvedre, la marca blanca de Podemos en el municipio de Sagunto.
Los trabajadores de Lafarge exigen la intervención del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, frente «al abuso de poder del Gobierno local de Sagunto», por esta razón protagonizarán la acción de protesta en la Plaza de Manises. Desde el comité de empresa de la cementera, se indica en un comunicado emitido esta mañana que han demostrado la legalidad del convenio firmado entre la cementera y el Ayuntamiento de Sagunto, por medio del dictamen, asimismo, han mantenido un sin fin de reuniones con los partidos políticos presentes en el consistorio saguntino, y han recogido más de 8.100 firmas para solicitar al presidente de la Generalitat que se implique en la solución del conflicto «creado y avivado por el Gobierno municipal saguntino».
Llegados a este punto del recorrido, los trabajadores, conjuntamente con los sindicatos CCOO y UGT seconcentrarán ante las puertas de la sede de la Presidencia del Gobierno Valenciano, puesto que en numerosas ocasiones han pretendido que Ximo Puig, interviniera para poner fin «al conflicto que lidera el ayuntamiento de Sagunto, que puede llevar a la desinversión y cierre de la cementera saguntina que proporciona trabajo a más 500 trabajadores en una de las comarcas con mayor destrucción de empleo industrial de toda la Comunidad Valenciana».
Actuación oportuna del Grupo Socialista
Como ya adelantó este periódico, la intervención del PSOE de Sagunto y más en concreto del Grupo Municipal Socialista, logró desactivar el expediente municipal con el que se pretendía anular el convenio firmado entre la cementera y el Ayuntamiento de Sagunto, hecho que, de producirse, hubiera trasladado el conflicto a los tribunales de justicia y cuyas consecuencias e indemnizaciones podrían sen muy graves y elevadas. Dado que el PSOE se integrará en el Gobierno municipal, desde la representación social de Lafarge se espera que los socialistas puedan introducir cordura y sensatez en este conflicto, con el fin de evitar el choque de trenes, que, hasta hace pocas fechas, parecía inevitable.
